La refutación histórica del marxismo-leninismo

Day 1,003, 10:45 Published in Uruguay Uruguay by Fundacion PRO Uruguay
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En el PRO estamos alentando distintas estrategias de comunicación, más que nada, el busca del divertimento lúdico y cultural del juego en general y de nuestros correligionarios. En particular, dado que creemos contar con buenos escritores, hemos decidido poner el diario de la organización a su disposición. La idea principal es lanzar al ruedo artículos culturales -en su sentido más general-, de opinión (política o no), de eRep o RL, en fin, lo que el redactor de turno opine conveniente. Estos artículos pasan en primera instancia por 24hs de foro PRO para adquirir críticas y riquezas. En esta ocasión, tenemos el honor y el -hasta me voy a permitir ponerme empalagoso- sumo placer de contar con una redacción de nuestro exPP de partido y expresidente de la nación: Cantalizio. Sin más, los dejo es sus manos y elaboradas palabras.



Escribe: CANTALIZIO

Antes de 1917 había certezas en la izquierda internacional. Luego de 1989 quedaron solamente muchas preguntas, una angustiante sensación de vacío y mucho desconcierto. Este tema no puede ser soslayado en un análisis de la historia humana porque encierra uno de los acontecimientos más importantes del siglo XX.


El nacimiento de la URSS fue polémico entre los socialistas (uso la palabra 'socialistas' en un sentido genérico, para indicar una corriente de pensamiento más que centenaria, que tiene como referencia a la figura de Marx y a la existencia de URSS. En esta corriente incluyo a los anarquistas, a los social-demócratas, a los marxistas, cada uno con los matices que tienen. La palabra 'comunista' tiene ahora muchos significados imprecisos y es preferible no emplearla sin una referencia que indique -con precisión- qué se quiere decir). Es necesario recordar una polémica que se puede llamar de 'derecha' -entre Kautsky y Lenin- y una polémica de 'izquierda' entre Stalin y Trotsky.


El renegado Kautsky fue el mote que le puso Lenin como resultado de la primera polémica. La polémica era –en su fondo- sobre la viabilidad de la construcción de una sociedad nueva. Terminó en una acusación mutua de revisionistas. Lenin decía que Kautsky era un revisionista porque olvidaba la lucha de clases y creía que la evolución del capitalismo iba a conducir al socialismo. Kautsky escribía: “Desde el punto de vista puramente económico no está descartado que el capitalismo pase todavía por una nueva fase: la aplicación de la política de los cartels a la política exterior, la fase de ultraimperialismo, la explotación general del mundo por el capital financiero unido internacionalmente”. Lenin llama a esto un ultradisparate y está convencido que solamente la guerra puede resolver las contradicciones de la economía mundial. En mi opinión, Kautsky describe muy bien los que sucede hoy, en forma pacífica. A su vez Kautsky acusaba de revisionista a Lenin porque sostenía que la revolución socialista se podía hacer en un solo país, y dejaba de lado que debía ser un fenómeno mundial y el resultado del agotamiento de la capacidad productiva de la sociedad capitalista. Sólo cuando la sociedad capitalista llegara a sus últimas consecuencias y hubiera dominado el mundo, en ese momento caerá por sus propias contradicciones, tal como interpretaba Kautsky a la tesis de Marx. Esa afirmación fue ignorada por Lenin. Se propuso construir una sociedad nueva y lo hizo (el aporte nuevo de Lenin fue demostrar que una organización férrea puede hacer que un partido, dirigido por revolucionarios profesionales, conduzca una revolución. En buen medida era un jacobino).


También existió una polémica entre Stalin y Trotsky. Stalin fue el constructor –por la fuerza- de la URSS. Trotsky fue el revolucionario de Octubre que terminó en México asesinado por órdenes de Stalin. La polémica era la misma, pero se planteaba en otro momento, por otras personas y con otras armas.


Simplificando, el triunfo de la revolución de Octubre indicaba que había llegado el momento en que el capitalismo entraba en su contradicción final y, por lo tanto, era tiempo para que el proletariado conquistara el planeta. Trotsky sostenía que una vez controlado el territorio ruso, la misión de la Internacional era alentar las revoluciones nacionales en Europa para continuar con la revolución proletaria mundial. De otra manera la URSS no podría sobrevivir. Nuevamente se decía lo mismo pero desde una visión de 'izquierda': si el momento llegó -y llegó porque hemos triunfado- entonces tenemos que dominar el planeta porque se acabó el capitalismo. Sin embargo la opción de Stalin fue construir la URSS y olvidar esta ilusión “izquierdista”. Para finalizar la polémica asesinó a Trotsky.


La URSS nació con dos opositores socialistas que decían lo mismo: la revolución socialista es un fenómeno mundial, de otra manera no puede ocurrir. ¿Qué podemos decir hoy, a la luz de la experiencia histórica, luego de 70 años de desarrollo de la URSS y su destrucción? Stalin y Lenin han sido refutados por la historia.


Fuente: Juan Grompone. La danza de Shiva. Vol. 5.