Lápiz pasta base [segunda edición]

Day 2,095, 22:04 Published in Chile Chile by Francisco Ferrer Guardia

El fiel lápiz acaba de partir, creado en el siglo XIX fue testigo presencial de las continuas oleadas de calor, o de mierda, que afectaron a la capital en los tiempos del fin del mundo, o del inicio de una nueva era, o de la transición hacia el infinito, o de algo que suene bonito.
Le falto poco para contemplar la devastación misma, solo un par de meses... Mientras tanto se lo pasaba entre el metro y las micros, pensando mas de la cuenta cual seria su elección esta vez, o el calor abismal o las sacudidas eternas, casi armónicas.
Miraba también las estrellas, o el cielo quizá, miraba también al antiguo continente, maravillado de su belleza deslumbrante, de su sencillez perfecta, más no de su intelecto que si bien es algo sublime, lo son aun más esos risos perfecto mezclados con rojos atardeceres.

Cuando era pieza clave de alguna banal historia no cabían dudas, ahí estaba, estoico, moviéndose tan rápido como aquellos dedos que lo conducían y apretujaban, empujados por un brazo entero lo permitían.

Comúnmente su nombre suele empezar con l, pero no de cualquiera, es de esas que también se incluyen en nombres como "La noche mas larga y mas iluminada, reflejando almas sobre el mar", o como "La casa blanca flotando sobre el cielo rojo ardiendo".

Lápiz no era cualquier lápiz, era el mas cómodo, el que mejor se adaptaba a esa extraña forma que adoptaban los dedos, el que mas rápido cubría de negro aquellas pálidas, lisas y hasta profundas hojas de papel.

Poco a poco y sin interrupciones comenzó a morir, fue una muerte lenta y dolorosa, de esas especiales, acrecentada aún más por varios de aquellos sucesos que no tienen una explicación lógica o científica y que sin embargo ocurren, que aquejaban a quien daba movimiento a su existencia. Primero comenzó con pequeños vacíos al inicio de cada movimiento, luego a mitad de redacción bajaba su negra intensidad.
Si bien hay cosas o seres que simplemente un día cualquiera como hoy se van, hay otros tantos que se dedican a sufrir mas, aunque aparentemente no lo merezcan a ojos del mundo. Tristes momentos aquellos, lenta agonía que acecha al cuerpo y enfurece el alma, que confunde y mata los mas sinceros sentimientos, que embiste al cuerpo ya dócil ante la existencia, muy corta aveces.

Lápiz ya no esta, es decir no esta como solía estarlo, no esta su alma, su alma negra. Ésta vaga en todas aquellas hojas blancas a las cuales alcanzo a transmitir su felicidad, su felicidad negra, la más feliz que se ha llegado a conocer. Quizá tu tengas la oportunidad de encontrar algún dejo de su alma, y cuando lo hagas te recomiendo mirar con atención el brillo de tus ojos.

R.G. (?)