La Guerra Impuesta (Iran-Irak)

Day 2,667, 07:15 Published in Argentina Argentina by Nahuel Leandro Druet Cfk

La guerra Irán-Irak -conocida en Irán como la Guerra Impuesta y la Santa Defensa , y en árabe como la al-Qādisiyya de Sadam , fue un conflicto bélico surgido entre Irán e Irak, que aconteció entre los años 1980 y 1988, finalizando éste sin un claro vencedor. Sus orígenes se encuentran en la larga animosidad árabe-persa y en las rivalidades regionales; en concreto, Irak quería invertir la delimitación de fronteras entre los dos estados, establecida en los Acuerdos de Argel (1975), para conseguir la anexión de la región de Shatt al-Arab.

La guerra tuvo un enorme costo en cuanto a vidas perdidas, y aparte; causó un grave detrimento social a raíz de los graves daños a los aparatos económicos de ambas naciones, el cual se vio posteriormente en ambos países con cifras de paro de hasta dos dígitos -con un millón de soldados iraquíes e iraníes y civiles de ambos bandos muertos, así como dejó a muchos hombres aptos lisiados- pero se resolvería solamente ante la enorme presión internacional sin alguna clase de reparaciones ni tuvo cambios en las asignaciones fronterizas existentes antes de su inicio. El conflicto es comparado con la Primera Guerra Mundial (1914-191😎 por el uso de las mismas tácticas, incluyendo el fuego de trinchera a gran escala, nidos de ametralladoras, cargas de bayoneta, uso de alambre de púas atravesando trincheras, oleadas de ataques atravesando las tierras sin invadir y el uso extensivo de armas químicas como el gas mostaza por el gobierno iraquí contra las tropas iraníes y civiles como los kurdos iraquíes. Con el tiempo el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas emitió que las armas químicas podían usarse en la guerra. Así mismo la Organización de las Naciones Unidas (ONU) nunca aclaró que Irak era el único que usaba armas químicas, para decir que la comunidad internacional guardaba silencio sobre Irak por el uso de armas de destrucción masiva contra los iraníes y los kurdos y que los Estados Unidos impidieron a la ONU condenar a Irak. Resolución 598 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.



Nombre de la guerra

La guerra fue comúnmente llamada la guerra del Golfo o la guerra del Golfo Pérsico hasta la guerra del Golfo (enero y febrero de 1991, en la que Kuwait fue liberado de tropas iraquíes por las fuerzas de la coalición internacional) por lo que se le llamó la Primera Guerra del Golfo Pérsico. El conflicto Irak-Kuwait fue llamado originalmente como la Segunda Guerra del Golfo Pérsico', más tarde se le conoció como la Guerra del Golfo. La invasión de Irak de 2003 por Estados Unidos y la consiguiente ocupación del país de 2003-2011 fue llamada la 2ª Guerra del Golfo Pérsico.

La guerra de 1980-1988 es conocida en Irán como la Guerra Impuesta y la Santa Defensa. En Irak el presidente Saddam Hussein inicialmente llamó al conflicto la Guerra relámpago y se le conoce también como la al-Qādisiyya de Sadamen referencia a la antigua Batalla de al-Qādisiyyah.



Causas de la guerra

Ya en 1971, Irak había roto relaciones diplomáticas con Irán, debido a conflictos territoriales. Además, Irak estaba preocupado por la propaganda religiosa dirigida desde la nueva República Islámica de Irán con el ayatolá Ruhollah Jomeini al frente, contra el régimen baazista laico de Bagdad, y especialmente temía perder la lealtad de sus súbditos chiíes.

Sin embargo, la principal razón de la guerra fue la creencia del presidente de Irak, Saddam Hussein, de que la potencia militar de Irán se había debilitado en gran medida por la Revolución iraní de 1979, que derrocó al Sha Mohammad Reza Pahlevi, y que el apoyo que conseguiría por parte de Occidente le permitiría obtener una fácil victoria, reconquistando Shatt al-Arab y la provincia iraní de Juzestán para Irak.



Invasión iraquí

La guerra comenzó con la invasión de Irán el 22 de septiembre de 1980 cuando fuerzas iraquíes (190.000 hombres, 2.200 tanques y 450 aviones) atacaron la provincia de Juzestán -en la Operación Kaman 99-, rica en petróleo, donde vivían 3 millones de árabes, Hussein esperaba su apoyo (lo que no sucedió). Pero, aunque las fuerzas iraquíes obtuvieron éxitos al principio, Sadam detuvo a sus tropas, lo que dio tiempo a Irán a reorganizar sus fuerzas y lanzarse al contraataque. En ese momento el gobierno iraní llamó a los jóvenes de su país a acudir al frente como voluntarios. Alrededor de 100.000 soldados y 200.000 milicianos se presentaron en poco tiempo. De este modo la guerra relámpago que esperaban los iraquíes se convirtió en una guerra de desgaste en un frente de 300 km.

Hacia 1982, las tropas iraquíes habían sido expulsadas de la mayor parte de Irán, que rechazó la posibilidad de comenzar un proceso de paz y continuó una guerra que pensaban que podrían ganar.



Armamento de los contendientes

A lo largo del conflicto Irak usó armas de origen soviético como fusiles de asalto AK-47 y AKM de calibre 7,62 x 39 mm, ametralladoras RPK del mismo calibre y PKM de 7,62 x 54 R, rifles semiautomáticos de francotirador SVD del mismo calibre, lanza granadas antitanque RPG-7, lanzacohetes Katiusha, cañones D-30 de 122 mm y tanques T-54 y T-55; también aviones de propulsión Mirage franceses y varias armas químicas como el gas mostaza y el gas sarín. Irán usó fusiles de asalto Heckler & Koch G3 alemán de 7, 62 x 51 mm (usado desde los tiempos en que Irán estaba gobernado por la monarquía y que también fue utilizado en la Revolución iraní) y Tipo 56 chino (versión oriental del AK-47) de 7,62 x 39 mm, comprados a China, al igual que las carabinas semiautomáticas SKS hechas en ese país, así como máscaras antigases y trajes especiales contra ataques químicos, aunque no todos los combatientes iraníes los tenían. Cuando el ayatolá Jomeini se enteró que muchas armas compradas a Occidente (como el fusil de asalto Galil y el subfusil Uzi israelíes), que usaba el ejército, los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica y la milicia Basij, provenían de Israel, no dudó en aprobarlas alegando que: No estamos obligados por la religión islámica a preguntar el origen de las armas, vayan y cómprenlas.

En 1986 estalló el escándalo Irangate o Irán-Contra, cuando se descubrió que el gobierno del Presidente de Estados Unidos Ronald Reagan vendía misiles BGM-71 TOW a Irán, saltándose el bloqueo que su propia administración había decretado contra este país, y con el dinero de esta venta financiaba a las Contras de Nicaragua que combatían al gobierno del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). El teniente coronel Oliver North fue hecho responsable y no se investigó a nadie por encima de él.



Guerra de trincheras

Entre 1982 y 1987 las fuerzas iraníes organizaron la ofensiva a lo largo de la frontera, fundamentalmente en el sur, donde el principal objetivo era la conquista de Al Ba'ra a la vez que cortar la carretera que une Bagdad con Basora. Los ataques iraníes sobre las posiciones atrincheradas iraquíes recordaron las tácticas de desgaste de la I Guerra Mundial. Irán comenzó a usar numerosa infantería pobremente armada. En este tipo de guerra tenía ventaja sobre su enemigo, pues Irán tenía entonces 54 millones de habitantes e Irak sólo 18 millones. Los iraquíes compensaron su inferioridad numérica con el uso de armas químicas.

Se han relatado algunos casos en los que los infantes eran enviados al frente sin arma alguna, usando la táctica de desbordamiento. En otros casos se mandó a jóvenes y niños iraníes en masa y sin armas sobre los campos minados, para que detonaran los explosivos y dejaran los caminos limpios para el paso de los tanques; a los chicos se les daba llaves de plástico hechas en Taiwán, pues se les consideraba como las llaves del Paraíso. Entre 1983 y 1988, años de constantes ofensivas iraníes contra Basora, murieron 60 mil personas. Los años más decisivos fueron 1985 y 1986.

Con la ayuda de grandes donaciones y préstamos de los estados árabes de la región del golfo Pérsico (sobre todo Arabia Saudí), y el suministro de armamento (entre otros, de la Unión Soviética, Estados Unidos y Francia), Irak resistió en tierra, mientras su fuerza aérea atacaba ciudades iraníes e instalaciones petrolíferas en el golfo Pérsico.

Irán tomó represalias contra los estados que apoyaban a Irak, mientras Saddam Hussein buscaba implicar a otros países en el conflicto. En 1987, Estados Unidos y otras potencias asumieron la responsabilidad de proteger el tránsito de buques petroleros en el golfo Pérsico.

Irak recibió apoyo técnico y armas de Estados Unidos. Sus armas químicas fueron producidas con materiales de doble uso otorgados por Estados Unidos y algunas compañías alemanas. Se calcula que 50.000 soldados iraníes murieron a lo largo del conflicto debido a armas químicas.

En 2002 el diario británico The Independent divulgó una lista de 22 compañías norteamericanas que dieron apoyo a la fabricación de armas químicas por régimen de Saddam.

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Negociaciones y cese del fuego

Hacia 1988 Irán continuaba la guerra, pero las fuerzas iraquíes lanzaron una serie de ofensivas exitosas. En julio de 1988, Irán e Irak se vieron empujados a aceptar la Resolución 598 -adoptada por el Consejo de Seguridad de la ONU el 20 de julio de 1987- al ver que no podían vencer en el conflicto.

Finalmente se llegó a la paz el 20 de agosto de 1988, sobre la base del mantenimiento de la situación territorial anterior al enfrentamiento bélico. Se calcula que la guerra se saldó con un millón de muertos (el 60% de ellos iraníes) y casi dos millones de heridos, además de enormes gastos materiales que dejaron la economía de ambos combatientes en una situación muy precaria.

Jomeini afirmó que aceptar la paz había sido para él como «beber un trago de veneno». Entre las causas por las que el conflicto se mantuvo incluso cuando ambos contrincantes estaban exhaustos está el continuo aporte de armas entregadas por países extranjeros.



Frente interno

Irak

Como algo primordial Saddam Hussein tuvo atención al pueblo iraquí sufriera lo menos posible por la guerra y los proyectos civiles antes del conflicto continuaron. Al mismo tiempo se exaltaba su culto de la personalidad que tenía nuevas alturas de adulación sobre su régimen que tenía el control militar. Tras las victorias iraníes de la primavera de 1982 y el cierre de Siria del oleoducto iraquí Saddam miró a su política de frente interno; una política de austeridad y guerra total fue introducida para que la población entera se movilizara para la guerra. Todos los iraquíes fueron obligados a donar sangre, las demostraciones masivas de lealtad a Hussein se volvieron más comunes y más de 100,000 civiles fueron obligados a partir cañas en las aldeas del sur del país.

Para asegurarse la lealtad de los chiíes se admitió a muchos de estos el Partido Baath y el gobierno. Como parte del apoyo chií iraquí a la guerra el Estado pagó los costos de restaurar la tumba del imán Alí con mármol importado de Italia. A pesar de los costos de la contienda el gobierno hizo generosas contribuciones para los chiíes; el comportamiento del ayatola Jomeini durante su exilio en Najaf, en los años 60 y 70, donde él a menudo peleaba con los líderes ulemas iraquíes para esclarecer la ayuda chií al régimen iraquí en los 80, por lo que los chiíes de Irak apoyaron la guerra de su país contra Irán.

Durante los primeros años del conflicto el gobierno iraquí se preocupó por los kurdos para que apoyaran la guerra contra Irán. En 1983 la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK) aceptó cooperar con Bagdad, pero el Partido Democrático del Kurdistán (PDK) se opuso. Ese mismo año Hussein firmó un convenio de autonomía con Yalal Talabani, líder de la UPK, aunque el primero renegaría de su promesa de la autonomía kurda. En 1985 la UPK y el PDK unieron sus fuerzas y el Kurdistán iraquí fue escenario de una guerra de guerrillas que se prolongaría hasta el final de la guerra en 1988. Una campaña de terror se desató en el verano de 1982 con más de 300 oficiales del ejército iraquí que fueron baleados en los campos de batalla y al año siguiente se desató una cacería contra el liderazgo de la comunidad chií con 90 miembros de la familia al-Hakim (una influyente familia de clérigos chiíes como Mohammad Baqir al-Hakim y Abdul Aziz al-Hakim) que fueron arrestados y 6 ahorcados; esto se extendió a los kurdos de los que 8,000 miembros del clan Barzani, de cuyo líder Masud Barzani que también es líder del PDK, fueron ejecutados. Desde 1983 fue tal la represión que el historiador israelí Efraim Karsh escribió que eran de “proporciones genocidas”. La Campaña al-Anfal fue un intento para pacificar el Kurdistán iraquí.



Irán

El estallido de la guerra fue considerado por el gobierno iraní como un cambio de sentimiento celestial para defender su posición y consolidar la Revolución Islámica. La guerra se presentó al pueblo iraní como una gloriosa jihad y una prueba del carácter nacional, pues el régimen iraní hizo una política de guerra total e intentó movilizar la nación entera para la lucha. El conflicto marcó la declinación de la economía iraní que se venía haciendo con la revolución en 1978-79; como resultado de la guerra los estándares de vida cayeron dramáticamente en Irán en la década de los 80.

Como parte del efecto de guerra total el gobierno creó un grupo conocido como la Campaña de Reconstrucción que jugó la exención para que cultivaran la tierra los hombres que volvieron del frente. Los trabajadores deducían días de salario de sus cheques de pago para ayudar a financiar la guerra y se hicieron campañas masivas para donar comida, dinero y sangre para los soldados. En 1981 se desató una condición de guerra civil en las calles de las ciudades iraníes cuando el izquierdista Mujaheddin e-Khalq (MEK) intentó tomar el poder. En junio del mismo año hubo una lucha callejera entre el MEK y la Guardia Revolucionaria por varios días con cientos de muertos en ambos bandos y se desató una campaña de asesinatos que mató a cientos de oficiales del gobierno al final de ese año. El 28 de junio del mismo año el MEK asesinó al secretario general del Partido de la República Islámica (PRI) Mohammad Beheshti y el 30 de agosto mató al presidente Mohammad Ali Rajai; en septiembre hubo batallas callejeras entre el MEK y la Guardia Revolucionaria por lo que cientos de izquierdistas iraníes (algunos de los cuales no estaban asociados con el MEK) fueron ahorcados por el gobierno en una secuela. Antes de ser vencido el grupo terrorista desató una campaña de bombas y asesinatos que fue respondida con una política de ejecuciones masivas de sospechosos miembros del MEK hasta 1985. El gobierno iraní reprimió una rebelión en el Kurdistán iraní apoyada por Irak que fue gradual, ahogada con una campaña de represión sistemática; las manifestaciones estudiantiles antiguerra hechas en 1985 fueron destrozadas por activistas gubernamentales.

Una de las pocas excepciones para la política represora del gobierno era la tolerancia hacia el pacifista Movimiento de Liberación Islámico (MLI) liderado por el ex primer ministro Mehdí Bazargán. En enero de 1985 Bazargán criticó la guerra después de 1982 en un telegrama a las Naciones Unidas como antiislámica e ilegítima, argumentando que Jomeini debería haber aceptado la tregua que ofreció Hussein en 1982 en vez de frustrar el derrocamiento del Baath. Jomeini se molestó por ese telegrama y emitió una declaración pública en la que defendió la guerra como islámica y justa; para 1987 era evidente las señales de desgaste de la moral iraní que se reflejó en el fracaso de las campañas gubernamentales para reclutar “mártires” para el frente. El historiador israelí Efraim Karsh escribió que esas señales de declinación moral en 1987-88 jugaron un gran rol en la decisión de Irán de aceptar el cese de fuego de 1988. El británico Patrick Brogan escribió: La economía se desplomó. La guerra y la revolución cobraron sus bajas. Sólo las industrias bélicas sobrevivieron lo suficiente para prolongar el reclutamiento de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica; la maquinaria de guerra iraní no era capaz de suplir a los inmensos ejércitos que marchaban a la contienda cantando en los primeros días…El país entró en bancarrota, la ley islámica prohíbe la usura y Jomeini la interpretó que Irán no debía prestar dinero contra los futuros ingresos del petróleo para encontrar las expensas de la guerra. El ingreso petrolero pasó de $20 mil millones en 1982 a $5 mil millones en 1988. En una cumbre de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en junio de 1988 Arabia Saudí, que había roto relaciones diplomáticas con Irán 2 meses antes, vetó una última iniciativa iraní de cortar la producción y subir los precios.

En una carta pública a Jomeini en mayo de 1988 Bazargán escribió: Desde 1986 usted no proclamaba la victoria y ahora eleva su llamado a la población para resistir hasta la victoria. ¿Esto no es una admisión de derrota de su parte? Asimismo lo criticó por la guerra, teniendo a Irán en quiebra y sacrificar a la juventud sin buen propósito.



Distinciones y peculiaridades

Irán atacó y destruyó parcialmente el reactor nuclear de Osirak el 30 de septiembre de 1980 con 2 aviones F-4 Phantom II, tras el inicio de la contienda. Este fue el primer ataque sobre un reactor nuclear y únicamente el tercero sobre una planta nuclear en la historia del mundo. Francia reparó el reactor tras el ataque iraní pero en un segundo ataque la Fuerza Aérea de Israel lo destruyó muriendo un ingeniero francés y causando que Francia cerrara la planta; esto fue citado como causa de la adquisición iraquí de armas nucleares, que Saddam Hussein anunció en respuesta a la Revolución iraní.

La Guerra Irán-Irak fue también el primer y único conflicto en la historia bélica en la que ambos bandos usaron misiles balísticos uno contra el otro. La contienda también es la única confirmada de batallas de helicópteros aire a aire en la historia bélica con los Mi-25 iraquíes contra los AH-1 SuperCobra iraníes en numerosas ocasiones. La primera instancia de lucha de esos helicópteros ocurrió el primer día de la guerra (22 de septiembre de 1980) 2 SuperCobras iraníes se deslizaron sobre 2 Mi-25 y los impactaron con misiles guiados antitanque BGM-71 TOW. Uno de estos Mi-25 cayó inmediatamente y el otro quedó tan dañado que se desplomó antes de volver a su base; en otra batalla aérea similar el 24 de abril de 1981, destruyeron 2 Mi-25 sin incurrir a pérdidas. De acuerdo a ciertos documentos desclasificados, los pilotos iraníes lograron un 10 a 1 en una relación mortal sobre los pilotos iraquíes durante los enfrentamientos y esos iraquíes usaban los aviones de alas fijas.

Como en muchas guerras, esta contienda tuvo un impacto en las ciencias médicas. Una nueva intervención quirúrgica para pacientes comatosos con heridas penetrantes de cerebro por lo que fue creado por fisioterapeutas iraníes, que trataban a los soldados heridos en la guerra, un nuevo tratamiento neuroquirúrgico de guía de líneas para el uso de civiles que sufrieron mella o heridas penetrantes de cráneo. La técnica quirúrgica y sus resultados que previamente había sido usada por el Ejército de Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial y la Guerra de Vietnam fue reemplazada por este nuevo tratamiento modular y que ha sido reportada en la congresista estadounidense Gabrielle Giffords beneficiada con las nuevas líneas guías tras ser baleada en la cabeza en 2011.



Olas humanas

Es sabido que el gobierno iraní dijo “hacerse famoso” por el uso de olas humanas para limpiar los campos minados o sacar el fuego enemigo durante la guerra. Aunque fue alto el costo de vidas la táctica funcionaba a veces. Los voluntarios Basij eran usados para arrastrar en la atmósfera de patriotismo de la movilización de la guerra y el amor chií del martirio envalentonados por la revolución; los jóvenes valientes hacían visitas a las escuelas y una intensa campaña mediática. Según el periodista Robin Wright:

Durante la ofensiva Fateh [en febrero de 1987] yo cubrí el frente suroeste en el lado iraní y oí música de chicos, cuyas edades oscilaban entre los 9 y los 16 años, que decía con entusiasmo original que ellos eran voluntarios para convertirse en mártires. Las tropas regulares, los paramilitares guardias revolucionarios y todos los mulás exhortaban a esos chicos, llamados Basij, para jugar el papel más peligroso en romper las líneas iraquíes. Ellos debían de guiar el camino, pasando sobre los campos de minas antipersonales para despejar la zona para el gran asalto iraní. Tenían bandas blancas en la cabeza para significar el abrazo de la muerte y gritaban shahid, shahid (mártir, mártir) literalmente tenían el camino al cielo. Su número nunca se ha sabido, pero en los suburbios residenciales de las ciudades iraníes se proveía una pista. Ventana tras ventana, bloque tras bloque, estaban colocadas fotografías, bordeadas de cintas negras, de adolescentes o preadolescentes.



La guerra de las ciudades

Hacia el fin de la guerra el conflicto terrestre entró a un punto muerto largo en el cual el otro bando usaba artillería autopropulsada o poder aéreo para ayudar en las zonas de avance. Las relativamente profesionales fuerzas armadas iraquíes podían no hacer la lucha contra la muy numerosa infantería iraní. Estos no coincidían en ambas cosas y la artillería autopropulsada hacía vulnerables a sus tropas y tanques; eso los obligó a sustituir el poder de la infantería por la artillería.

La Fuerza Aérea de Irak hizo bombardeos aéreos contra las ciudades iraníes, sobre todo la capital Teherán, en 1985. Para minimizar las pérdidas ante la superior Fuerza Aérea de Irán, Irak rápidamente lanzó misiles Scud y Al Hussein. En respuesta Irán lanzó misiles Scud comprados a Libia y Siria contra la capital iraquí Bagdad. Irak lanzó 520 Scuds y Al-Hussein contra Irán este lanzó solo 177 en cambio; en octubre de 1986 un ataque aéreo iraquí destruyó trenes y aviones de pasajeros civiles iraníes, incluyendo el Boeing 737 de Iran Air en el Aeropuerto Internacional de Shiraz.

En respuesta a la Operación Karbala 5, el intento iraní de capturar Basora a inicios de 1987, Irak atacó 65 ciudades en 226 incursiones en 42 días, bombardeando barrios civiles. 8 ciudades fueron atacadas por esos misiles. Las bombas mataron a 65 niños en una escuela elemental en Borujerd. Los iraníes también respondieron con ataques de misiles Scud sobre Bagdad y una escuela primaria fue destruida. Estos eventos se conocen como “la guerra de las ciudades”.



Posterior al conflicto

La Guerra Irán-Irak fue extremadamente costosa en vidas y en material, una de las guerras más mortíferas desde la Segunda Guerra Mundial. Ambos países fueron devastados por el efecto bélico. Se estima que el costo de Irán fue de 1 millón de bajas entre muertos y heridos y los iraníes continúan sufriendo y muriendo a consecuencia del uso de armas químicas. Las bajas iraquíes se estiman en 250,000-500,000 muertos o heridos. Cientos de civiles murieron en ambos lados en ataques aéreos y de misiles balísticos.

Las pérdidas financieras también fueron enormes y con el tiempo excedieron los 600 mil millones de dólares para cada país (1,2 billones en total). Pero tras la guerra el costo bélico era muy profundo y grande de lo que lo que sugerían las estimaciones después de la guerra; el desarrollo económico fue pospuesto y las exportaciones de petróleo se interrumpieron. Esas pérdidas económicas fueron de una naturaleza muy seria para Irak que tuvo que incurrir a débitos durante la conflagración comparados con los realmente pequeños débitos de Irán, como este país lo usó de forma sangrienta, pero económicamente con tácticas baratas durante la guerra, en un efecto de sustituir las vidas de los soldados por los fondos financieros durante su defensa. Después de la guerra Irak acusó a Kuwait de ampliar la producción de petróleo para invadir dicho emirato.

La guerra y sus consecuencias, también dejaron un efecto marcado en los avances científicos y tecnológicos de los países involucrados. En el caso de Irak, tras la contienda, su productividad científica y tecnológica se desplomó y nunca se recobró. Los científicos de Kuwait inicialmente fueron enviados a atender al gobierno iraquí e Irán en el otro extremo experimentó un resurgir científico para la guerra. Mucha de la industria petrolera en ambos países beligerantes fue destruida en ataques aéreos. La capacidad de producción de Irán se recuperó por totalmente de los daños. 10 millones de barriles hechos en los campos petrolíferos de Irak, fueron dañados.

Algunos prisioneros de ambos bandos no fueron liberados hasta más de 10 años después del fin de la contienda. Las ciudades de ambos países también sufrieron daños considerables. No todo en la guerra fue términos negativos. La Revolución Islámica de Irán se radicalizó y el diario del gobierno iraní Etelaat escribió: “Ninguna escuela singular o ciudad está excluida de la felicidad de la “santa defensa” de la nación, para probar el exquisito elixir del martirio o de la muerte de los mártires que murieron para vivir eternamente en el paraíso.” Etelaat 4 de abril de 1983.

El gobierno iraquí conmemoró la guerra con varios monumentos, incluyendo las Manos de la Victoria y el Monumento Al Shahid, ambos en Bagdad. Las fronteras quedaron sin cambios y 2 años después del fin del conflicto, amenazando una nueva guerra, Saddam reconoció los derechos iraníes sobre el lado este del Arvand Rud, una reversión del status quo ante bellum. Documentos desclasificados de la inteligencia de Estados Unidos ha sido explorado las implicaciones internas y externas de Irán de la aparente victoria (en 1982) sobre Irak en el segundo año del conflicto.

El 9 de diciembre de 1991 el Secretario General de las Naciones Unidas Javier Pérez de Cuéllar reportó lo siguiente al Consejo de Seguridad de la ONU: “Esas explicaciones de Irak no suficientes o aceptables para la comunidad internacional como un acto. Según lo destacado del acto bajo las violaciones referidas al ataque del 22 de septiembre de 1980, contra Irán, se justificó bajo la carta de las Naciones Unidas, reconociendo las reglas y principios de ley internacional o principios de moralidad internacional y encausar la responsabilidad para el conflicto. Desde antes del inicio del conflicto había cierta invasión por Irán en suelo iraquí, que esa invasión no justifica la agresión de Irak contra Irán -que fue conocida la ocupación continua del territorio iraní durante la guerra- en violación de la prohibición del uso de la fuerza, que es una de las reglas de la justicia. En una ocasión yo advertí con profundidad a los expertos concluyendo que las armas químicas fueron usadas contra civiles iraníes en un área adyacente a los centros urbanos carentes de protección contra esos ataques” (anexo s/20134). El consejo expresó su consternación sobre el asunto y su condena en la Resolución 620 (198😎, adoptada el 26 de agosto del mismo año. En 2005 el nuevo gobierno de Irak se disculpó por iniciar la guerra.