Invasion a Cuba: "Bahia de Cochinos"

Day 2,678, 07:01 Published in Argentina Argentina by Nahuel Leandro Druet Cfk

La invasión de Bahía de Cochinos, Cuba, también conocida como Invasión de Playa Girón, fue una operación militar en la que tropas mercenarias anticastristas, entrenadas, financiadas y dirigidas por la CIA, intentaron invadir Cuba en abril de 1961, con el propósito de tomar una cabeza de playa, formar un gobierno provisional y buscar el apoyo de la OEA y el reconocimiento de la comunidad internacional. La acción acabó en fracaso en menos de 72 horas y la mayoría de los combatientes fueron capturados por el ejército cubano y las Milicias Nacionales, aquí le presentamos un recuento de algunos de los sobrevivientes de esta desastrosa invasión.



Los planes

Fidel Castro entró en la Habana triunfante en enero de 1959 a bordo de un M4A3 (76)W HVSS Sherman. Cuando el presidente norteamericano Eisenhower se dio cuenta del camino escogido por Cuba, era tarde: Fidel ya estaba recibiendo ayuda militar del bloque del este (URSS, China, Checoslovaquia), aislando a la oposición. Los norteamericanos comprenden, que para derrocar a Castro ya es insuficiente un atentado, es necesaria una operación militar.

El 17 de marzo de 1960 Ike aprueba el plan del desembarco de 500 cubanos exiliados por la costa sur de Cuba, zona de Trinidad. Ellos deberían unirse a las guerrillas antigubernamentales que combatían en la Sierra del Escambray, lo que supuestamente sería el ímpulso necesario para el derrocamiento de Castro. El Director de la CIA Allen Dulles advierte el 20 de octubre, de que el SIGINT ha captado conversaciones de pilotos de MiG-15 hablando español en Checoslovaquia, por lo que se va a necesitar el apoyo de la USAF en Cuba. Pero al llegar Kennedy a la presidencia en enero de 1961, elimina la participación de la USAF, pues no quería la involucración directa de USA. En general Kennedy estaba escéptico con el éxito de la operación prometido por Dulles, pero consideró que era mejor que despedir a los más de mil cubanos ya entrenados, que armarían revueltas en Florida.

Ahora todo tiene que estar en manos exiliadas, por lo que el total de cubanos a combatir aumenta a 1,500 hombres. Y la operación cambia por completo: en vez de infiltración de 500 hombres hacia las guerrillas, será la ocupación de una cabeza de playa en Bahía de Cochinos por una Brigada (la N°2506, número de un exiliado muerto en accidente) de 1,500 hombres. Ellos avanzarían victoriosamente hasta la Habana, con ayuda del “pueblo” que supuestamente se les uniría. Un “Gobierno” de exiliados desembarcaría, y pediría ayuda oficial a USA. Dulles tenía la esperanza secreta, de que si la Brigada 2506 no logra avanzar, tendrán que mantener la cabeza de playa varios días, y Kennedy no tendría otra opción que apoyarlos directamente, pero Dulles se equivocaba.

Fidel por su lado, sabía perfectamente lo que se estaba preparando por la inteligencia cubana y el KGB, y urgía a los rusos con sus envíos de armas. Sabía que 1,000-5,000 exiliados desembarcarían por 1-2 puntos, y que habría que derrotarlos rápidamente para no dar pie a USA a intervenir, pero no sabía cuándo y dónde sería con exactitud. Los rusos le enviaron de asesores a algunos españoles republicanos exiliados en la URSS y con experiencia de la SGM.



Las fuerzas exiliadas

La brigada 2506 contaba en total con 1,511 hombres en 5 Batallones de infantería, Compañía de Paracaidistas, Compañía de armas pesadas, Compañia de inteligencia y reconocimiento, Compañía de tanques con 5 ligeros M41 Walker Bulldog. Tenían 10 camiones artillados con Browning Cal.50, 75 bazoocas, 21 CSR (57 y 75mm), 60 morteros, 83 ametralladoras cal.50, 8 lanzallamas. La Fuerza Aérea de Liberación (FAL) exiliada (o mercenaria, como se dice en Cuba) tendría inicialmente 16 bombarderos B-26B Invader (luego se les suman otros 8 ). Disponía tambien de 6 C-54 Skymaster, 8 C-46 Commando y 2 PBY Catalina. Eran 74 pilotos cubanos y 16 americanos “voluntarios” de la CIA veteranos de SGM y Corea, de la Guardia Nacional de Alabama. Para transportar la Brigada se alquilaron 5 buques de una firma de exiliados, que lanzarían lanchas LCU, LCVP, LSD. Todos estos preparativos le costaron a la CIA 45 millones de dólares de 1960. La brigada 2506 se entrenó en USA y Honduras, y partió para Cuba desde Puerto Cabezas, Nicaragua. El dictador Anastasio Somoza los despidió: “Traiganme pelos de la barba de Castro!”



Las fuerzas cubanas

El Ejército Rebelde tenía 32,000 hombres, 9,000 la Policía. Unos 200,000 efectivos estaban entrenándose en las Milicias, de menor fuerza que el Ejército. Tenía 125 tanques T-34, IS-2M y SAU-100, 428 piezas de artillería soviéticas (de 76 a 128mm), 900 morteros, 920 cañones AAA, ametralladoras AA de 14,5mm rusas y chinas. Todas estas fuerzas estaban dispersadas por toda la isla. En Bahía de Cochinos había sólo una compañía del Batallón 339° de las Milicias.

La FAR (Fuerza Aérea Revolucionaria) tenía 43 aviones de combate (7 Lockheed T-33, 13 B-26C Invader, 3 F-47D Thunderbolt, 14 Hawker Sea Fury, 6 Avenger), que las fotos de los aviones espías Lockheed U-2 daban operativos máximo al 50 por ciento, pues estaban ya 3 años sin piezas. Varios pilotos chilenos y nicaraguenses desertores de sus Fuerzas Aéreas se unieron a las FAR.

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Primer ataque

El 15 de abril de 1961 8 bombarderos B-26B atacan 3 bases aéreas cubanas, para destruir en tierra las escasas fuerzas de la FAR. Para simular que el desembarco no era más que una rebelión interna contra Castro, la CIA orden a unos de los B-26 aterrizar en la Florida, y simular que desertó, tras lo cual la prensa americana arma la campaña propagandística de turno. Los B-26 estaban pintados con las insignias cubanas.

Tal ataque fue uno de los mayores errores de la CIA, pues trajo varias consecuencias negativas para ellos: al realizarce 2 días antes del desembarco, alertan a Castro de que la invasión era inminente, y le da tiempo a movilizar todas sus fuerzas y vigilar todo el litoral cubano. Asi mismo esto permite que la oposicion interna fuera inmediatamente neutralizada por si acaso. La quinta columna deja de existir en un día. Bajo la carga emocional del pueblo cubano por la agresión, Castro declara por primera vez abiertamente el carácter socialista (comunista) de su revolución, algo imposible en otras circunstancias.

El golpe aéreo tampoco logra destruir los aviones de las FAR. Son destruídos sólo 1 T-33, 2 B-26 (que ya estaban de baja sin piezas), 1 F-47 (de baja), 1 C-47, 1 DC-3, 1 T-6, 1 Catalina. El grueso de la FAR salió ilesa, lo que le costaría muy caro a los invasores. Por su parte la FAL pierde por el efectivo fuego AAA 1 B-26 derribado (cae al mar), y 2 averiados Y eso a pesar de la sorpresa.



Desembarco

Dos días después, el 17 de abril de 1961 a las 5 de la mañana, la brigada 2506 desembarca por dos puntos de Bahía de Cochinos: Playa Larga y Playa Girón. La costa de Bahía de Cochinos fue bien escogida: estaba aislada de tierra firme por la ciénaga, y sólo 3 caminos le daban acceso, por lo que era supuestamente fácil de defender con pocas fuerzas. 1,258 hombres desembarcan en la playa a bordo de los buques y lanchones, y 177 paracaidistas son lanzados por los C-46 y C-54, cerrando los caminos de acceso a la Bahía. En la misma playa había sólo una Compañía de Milicias del Batallón 339°, que ofrece resistencia al desembarco, retrasándolo, y con fuertes pérdidas se retira.

Castro inmediatamente despacha a la zona dos decenas de Batallones de milicias, dos Columnas del Ejército, un Batallón de la Policía, unidades de artillería,etc. Como esperaba una invasion americana, en La Habana se quedaron el grueso de las fuerzas cubanas todo el tiempo.

No había pasado media hora, y a las 5.30 aparecen los primeros aviones de la FAR, 3 Sea Fury, que por orden de Castro, se centran en el ataque de los buques. Los ataques de la aviacion cubana son tan certeros, que hunden dos de los buques (el capitán de uno de ellos ordena encallarse en la orilla para evitar irse a pique), y varias lanchas. Este ataque fue decisivo: en esos buques estaba todavía un batallón sin desembarcar, las comunicaciones de la brigada, las municiones y combustible de los tanques y aviones. De entrada la Brigada 2506 ya estaba en un aprieto.



¡cojo***!

Castro llega inmediatamente al lugar, a dirigir personalmente los combates, y se va informando de los diferentes puntos de la situación. Establece su puesto de mando por el Central azucarero Australia, en la retaguardia inmediata al frente de combate. Una conversación característica de la tensión del momento. Uno de los combatientes del Central azucarero Covadonga, cercano al combate, atiende una llamada del teléfono, y es Fidel el que llama, que le da instrucciones:
-Oye, ¿y qué cosa tú eres ahí?
-Yo, el telefonista, Comandante
-Pero, ¿qué más?, ¡cojo***!
-Yo soy miliciano aquí
-Bueno, ¿y que está pasando por ahí?
-Que están invadiendo Playa Girón, son gente con trajes pintorreteados. Fidel, lo que nosotros necesitamnos es que nos mandes armas, chico.
-¿Y cuántos milicianos son ustedes?
-En el central tenemos 180 milicianos, pero sin armas. Necesitamos armas.
En eso informan a Fidel de los paracaidistas
-Fidel, los que se tiraron son 24.
-¿A qué distancia?
-A dos kilómetros
-Deja ver.. . (observa el mapa)
-¿Tu no sabes si están avanzando o se repliegan?
-No sé, parece que no avanzan porque con los pocos fusiles que nosotros tenemos aquí, hay unos compañeros regados que les están haciendo disparos esporádicos. Fidel, ¿porqué tu no nos mandas armas?
-¿Y cuántas armas tienen ahí?
-Tenemos once armas, ocho fusiles M-52, dos Springfield, y una carabina brasileña
-¡cojo***! Con esas armas me paro yo ahí y no dejo caminar a esa gente. Ustedes lo que están apendejados.
-No, chico, no, si estamos pidiendo armas, ¿cómo vamos a estar apendejados?
-Oye, no me plantees más problemas de armas, ármense ahí con machetes, con palos y piedras, pero no se dejen coger el central, ¡cojo***!
Al central no llegaron.



Simulacros

La CIA tenía organizado otro grupo con 200 exiliados al mando de Díaz, que debían desembarcar por Baracoa, en maniobra de distracción por el estremo opuesto a Bahía de Cochinos. Pero al primer intento, les parece que en la costa los están esperando emboscadas, y se niegan a desembarcar. El oficial de la CIA comienza a protestar y a amenzarlos para que desembarquen. Diaz lo arresta y encierra en un camarote, hasta el final de los combates. Otros buques de la CIA de guerra sicológica aparecen por La Habana de noche y comienzan a emitir grabaciones de explosiones y combates. Castro estaba en Bahía de Cochinos, y comienza a recibir los informes contradictorios sobre un supuesto desembarco por La Habana. Viaja a la capital, y al convencerse de que es sólo una maniobra de engaño, regresa enseguida a los combates.



Primeros combates

El primer día de combates la FAR pierde los únicos dos aviones de la batalla: un Sea Fury piloteado por el nicaraguense Carlos Ulloa, y el B-26 de Silva Tablada. Ambos por fuego AAA de los buques. Los buques de exiliados estaban acompañados por el portaviones USS Essex, con 40 cazas A4D y un Batallón de Marines, los Boxer, Shangri-La, 5 destructores y submarinos. La acción de los aviones cubanos es tan eficaz, que dos destructores americanos que no sufren el ataque, piden ayuda urgente al Essex por si acaso. El capitán del Essex, con órdenes de Kennedy de no intervenir, le responde: “Mi corazón está con ustedes, pero no puedo hacer nada”. El capitán del destructor comenta: “El Departamento de Estado está lleno de mierda”. Este primer día ya las fuerzas castristas tienen retenidos a la Brigada 2506 en cada uno de las direcciones.

La aviación exiliada tambien lo paga caro: 4 B-26 son derribados por los T-33 y Sea Fury cubanos, otros 2 son averiados (uno aterriza en la isla Caimán británica, otro en Cayo Hueso). La CIA recibe con agradecimiento el ofrecimiento de Somoza de 4 P-51 Mustang para reponer las pérdidas de B-26, pero no se arriesga a usarlos. Como los vuelos desde Puerto Cabezas, Nicaragua, a Bahía de Cochinos son de 7 horas, ya los pilotos exiliados cubanos están agotados, y comienzan a volar tambien los norteamericanos.

Al día siguiente 18 de abril, las fuerzas cubanas realizan una fuerte preparación artillera con obuses de 122 mm rusos, y avanzan con tanques T-34-85. Pueden avanzar sólo por una carretera estrecha (a la derecha el mar, a la izquierda la ciénaga), por lo que algunos T-34 son puestos fuera de combate en emboscadas por los M41, los CSR y las bazoocas. Los T-34 no pueden desplegarse en tal lugar, y se retrasa la ofensiva. La aviacion exiliada aparece y avisa una columna de milicianos que avanza hacia el frente en buses Leyland. Como tenían insignias cubanas, los milicianos los saludan. Los B-26 regresan, y atacan la columna con napalm, retrasando el ataque castrista sobre Playa Larga 2-3 horas. Pero su avance es incontenible, y para el final del segundo día, la cabeza de playa de los exiliados está reducida a Playa Girón y sus alrededores. Por si acaso, Castro mantiene de reserva una compañía de tanques IS-2M. Por la noche 2 C-54 lanzan suministros a los exiliados. La acción de la aviación FAR, bombardeando las tropas exiliadas, otra vez es señalada por los americanos alarmados, que no esperaban tal actividad de una decena de cacharros.

El Almirante Arleight Burke, uno de los Jefes del Comité de Jefes de Estado Mayores, le dice a Kennedy "Déjeme operar con los cazas del Essex y derribar los aviones enemigos". Kennedy responde: "No, no quiero que fuerzas armadas de los Estados Unidos estén involucradas"....



Ultimos combates

Día 19 de abril de 1961. De todas formas Kennedy cede a las presiones de Dulles y Burke, y permite la escolta de los B-26 exiliados por los A4D del Essex. Los B-26 y A4D debían encontrarse sobre Bahía de Cochinos por la mañana. Pero en lugar de los A4D los que aparecen son 2 T-33 de la FAR cubana piloteados por Prendes y Carreras. Cada uno de los 2 B-26 estaba piloteado por un americano. Ambos cargados de bombas explotan en el aire por las ráfagas de las Browning M3 de los T-33. A uno le da tiempo de pedir auxilio a gritos “My Day, My day”. Los T-33 regresan sin novedad, mientras los A4D los buscan sin resultado. Al mismo tiempo un tercer B-26 piloteado por Leo Francis y Thomas Willard bombardea el Central Australia, siendo derribado por la artillería AAA. Otros dos B-26 oyen los gritos del combate y la muerte de sus compañeros, y razonablemente giran 180° hacia atrás sin llegar a la Bahía, y se salvan. Los cadáveres de los dos norteamericanos del B-26 estuvieron años en La Habana congelados en una morgue, en espera de ser repatriados, mientras USA no aceptaba recibirlos (la CIA no quería que se demostrara la implicación directa de ciudadanos USA en Bahía de Cochinos). Por gestiones humanitarias son devueltos a la hija de uno de ellos en 1977. La CIA los reconoce como su gente sólo en el año 2000.

La infantería cubana avanza sobre Playa Girón apoyada por los T-34-85 en tres direcciones, reduciendo la cabeza de playa. Castro ordena al jefe de los T-34: “No paren hasta mojar las esteras del tanque en el mar”. El jefe de la Brigada 2506 San Román, después de estar pidiendo infructuosamente la prometida ayuda y apoyo directo americano por radio, informa de que es su último mensaje y destruye la radio. A las 17.30 del día 19 de abril de 1961 cae el último punto de resistencia. Unos pocos exiliados logran huir mar abierto. Algunos son hallados días después muertos de sed en un bote en medio del mar. Varios tratan de huir infiltrándose tierra adentro, pero todos caen los días 10-21 de abril, buscados hasta con helicópteros Mil Mi-1 y Mi-4 por los montes y ciénagas.



Resultados

Las fuerzas exiliadas son derrotadas en 64 horas, perdiendo 1197 prisioneros y 114 muertos en combate. La fuerzas del gobierno, que tenían 19,000 hombres, pierden 176 muertos y 300 heridos.

Castro se vio enormemente fortalecido, la URSS lo apoyó abiertamente declarando que no permitiría una agresión directa. Kennedy sufrió su peor derrota política, teniendo que admitir públicamente su responsabilidad por televisión. JFK se dio cuenta del juego de Dulles, que confiado en que en Cuba todo sería como en Guatemala-1954, pensó en un paseo (los exiliados llevaban incluso varios miles de fusiles M1 Garands para dárselos a sus posibles partidarios), paseo éste que si fracasaba, Kennedy se vería obligado a salvar la situación con una intervención directa. Esta jugada fue la última del legendario Dulles, fue despedido por Kennedy (con medallas y honores, pero despedido). En general la planificación de la operación por la CIA fue defectuosa y prepotente, sin querer contar con la experiencia y consejos de los oficiales cubanos exiliados, y despreciando totalmente la capacidad del enemigo.

Los exiliados fueron juzgados y condenados a varios años de cárcel. Algunos con cuentas pendientes de la época de Batista, ejecutados. Regresan en 1962, intercambiados por leche y compotas de niños de USA. Al encontrarse con Kennedy los jefes de la Brigada 2506 y preguntarle por qué USA no los apoyó y dejó abandonados a su suerte, Kennedy les dijo, que estimó la declaración de Jrushov como una amenaza de invadir Berlín Occidental, si USA desembarcaba en Cuba. Kennedy le contó luego el dialógo a Eisenhower, que le respondió: “Eso es todo lo contrario a lo que totalmente sucedería. Los soviéticos siguen sus propios planes, y si ven que nosotros mostramos alguna debilidad, es entonces que arremeten con más fuerza...El fracaso de Bahía de Cochinos incitará a los soviéticos a hacer algo que en otras circunstancias no harían”.

Faltaban 18 meses para la Crisis de los Misiles.