El Inconmensurable Mago Feno (concurso de relatos)

Day 2,777, 05:30 Published in Spain USA by maximovale

No es que esa mañana hubiera terminado todo y la existencia quedara sin sentido. No era eso exactamente. Pero se le parecía. En realidad, era como si un tornado hubiese elevado mi casa por los aires y la hubiese llevado lejos, muy lejos, con todo su contenido, con sus habitantes y con sus cuadros que a duras penas se sostenían en las paredes.



De modo que cuando el viento se calmó aparecí en un mundo virtual, en un país diferente del que previamente desconocía por completo su existencia. ¿Pero qué era aquello? ¿Cómo era eso posible si soy una persona sensata y nada imaginativa, que todo esto pudiera estar pasando “realmente”?

Sí, ¿qué pasa? ¿es que todos debemos llegar a erepublik dándole a un link, mediante un referer? Pues no. Algunos llegamos porque nos trajo un tornado con casa y todo. Y hay precedentes de eso, de modo que no os extrañéis. Sigamos.

Al poco de llegar indagué qué era ese país y me contaron que estaba en una tierra desunida, en vías de despoblamiento, con una enorme emigración hacia el norte, dijeron, pero gozaba por aquel entonces de prestigio internacional y Spoland era mucho más que dos. Pero no era mi casa. Yo, como E.T. Solo quería una cosa, “mi casa”.




Pero nadie sabía cómo podía hacerlo. Hasta que un lugareño me dijo: “ve a eParaguay a visitar al Inconmensurable Mago Feno”.

-¿Mago Feno?- le pregunté.
-Sip, -me contestó-, él lo sabe todo, lo propone, lo sugiere, lo hace, él vende Mus y es grande en una MU grande.
-¿En una MU que es grande?-pregunté-¿o una Mu que es mu grande?
-¿Cómo?
-Nada. Es que soy andaluz. Sigue.
-Pues eso, que es mu grande.
-¿Él o la Mu?
-¡Basta!
-Sorry.
-Pues eso, que si quieres ayuda deberás hablar con él. Si ha sido ministro varias veces en varios sitios, y Presidente y además Dictador...
-¿Dictador?
-Si, es como un Avutardo, bueno Avutardo en lo suyo es MU grande, desde luego.
-¿También tiene Mus Avutardo?
-No, Avutardo no tiene Mu, tiene eEspaña,.. y a Avutardo mismo, y con eso va tela de bien despachado.
-¡Ah!, vale. ¿y cómo puedo encontrar al Inconmensurable Mago Feno?
-¡Qué pregunta es ésa? Si todo el mundo lo sabe. Pues siguiendo el camino...
-¿..de baldosas amarillas, por un casual?
-¿Pues si ya lo sabías por qué lo preguntas?
-¡ePaís, que diría Forges!





Le di las gracias al lugareño, un tal Legen017, muy simpático por cierto y bastante servicial, que siguió respondiéndome a todo tipo de preguntas sobre ese extraño lugar donde había aterrizado. Y me puse en marcha

Por el camino encontré en un campo de trigo a un espantapájaros llamado Poggo que pensaba que necesitaba un cerebro porque sólo espantaba a cuervos y zumbaba a malvados enemigos, de los muchos que picoteaban en los campos de erepublik. Quería ver al Inconmensurable Mago Feno para obtener por fin un equipo de pensamiento completo. De modo que fuimos dos en compañía.



Más adelante nos encontramos a una persona de hojalata, que había cambiado de cuenta por culpa de unas meigas malvadas y esa cuenta estaba vacía, una tal Ymyoli, ahora ya Ymyoli.bz en su nuevo traje de hojalata. Creía requerir un corazón que lo llenara y pensaba que el Inconmensurable Mago Feno se lo otorgaría. De modo que fuimos tres en compañía.




Camino arriba encontramos a un león triste y cariacontecido que pensaba ser un cobarde, un tal Garcil, diciendo que no pegaba a nadie, que nunca entraba en una batalla y que por tanto era un soldado león seguramente muy cobarde. Necesitaba urgentemente ver al Inconmensurable Mago Feno para que le convirtiera en un nuevo VvorVedetta o en un TugAvenger o algo... pero no quería ser un cobarde ni que pensaran que lo fuera. De modo que fuimos cuatro en compañía.





De modo que continuamos camino juntos, cantando alegremente aquello de “we want to see the Wizard, the wonderfunl wizard of Feno”

musiquita y paseín por el camino de baldosas amarillas

Bueno, pues ahora toca el desenlace del cuento, ¿no?
Pues no.
Porque no siempre las cosas suceden como suceden en los cuentos. Os cuento. Os cuento el cuento. Bueno, no es un cuento, porque me pasó realmente (no me digas a estas alturas que no te crees que ingresé en erepublik por vía de un tornado, o que Ymyoli fuera alguna vez de hojalata sin corazón o que el puñ---ro Feno haya sido un mago alguna vez? Pues si no lo crees, ¿qué haces leyendo?) sigamos, entonces.

Hétenos aquí que se nos une, ¡sorpresa! ¿cómo no lo habéis adivinado? ¿No notabais que faltaba alguien? Si alguno no ha echado en falta a alguien, entonces si que debe ir a ver al Mago Feno para que le ponga un corazón porque no lo ha tenido nunca. Y eso me descorazona.

¡El perro, hombre! Falta el perro.
Pero no iba conmigo, sino que se nos une uno vagabundo y perdido, o lo parecía, ya cerca de nuestro destino. A ver que os lo presente... ¡voilá! Aquí está:



De modo que trotando a nuestro lado, seguimos al hogar del Inconmensurable Mago Feno.

Llegamos.

-¿Mago Feno?

Nada. Silencio.

-Llámale con más respeto, hombre.

-Vale. INCOMENSURABLE MAGO FENO, ¿estás?

Silencio. Eco hueco.

Pasamos de la sorpresa y el estupor a la decepción y pronto al enfado. ¡No está! ¡Oío Feno!

¿Tanta molestia, tanta ilusión para nada?




¡Pues nos vamos ya, ea! ¡Vaya plan! ¡Qué decepción, qué timo!

Y saliendo de la sala, de repente nos habló el perro. ¿el perro? Sí, el perro. Hay antecedentes. ¿Conocéis a un tal Cervantes? Él ya indicó algo de eso en su “Coloquio de los perros” Y os recuerdo que este periódico se llama el Galgo Corredor, así que a callar, ¡ea!

El perro gritó cuando nos íbamos y dijo:

-¡Guau! ¡guau, guau, guaguau!

Perdón, que no he activado el traductor. Ahora.

-¡No os vayáis! ¡Yo soy Feno!
Perdonadme, pero me enteré que un extraño grupo venía a buscarme y quise conoceros tal como erais, de modo que simulé ser uno más caminando a vuestro lado. Y ya os conozco, y sé lo que buscáis. Lo que esperáis de mí. Y lo siento, pero no puedo otorgaros nada de lo que pedís. No porque no pueda, sino porque ya lo tenéis.
Veréis. Me explico:

No puedo darle a poggo un cerebro porque va bien sobrado, y ha dado buenas muestras de ellos organizando defensas desde ministerios y otros gabinetes, de modo que si alguien sabe algo en erepublik de política y gestión, máxime en defensa, ese eres tú, y eso es prueba más que sobrada de que tiene una cabeza bien amueblada. De modo que no puedo darte lo que ya tienes. Algo de eso a lo mejor me vendría bien a mí, je, je.

Me es imposible darle un corazón a ymyoli.bz porque si le diera uno, saldría perdiendo. Porque el corazón que ella tiene es mayor que cualquier otro que pueda encontrarse en este emundo y de los mejores de los del mundo que es virtual desde aquí pero real desde él mismo, osea, VR. Ella ha ayudado, ha colaborado, ha trabajado, ha apoyado y nunca se mete, fustiga, critica ni genera mal ambiente alguno. Si algún jugador acude a ella, es recibido siempre cordialmente. Es la cuenta quien estaba vacía, pero al entrar ella, llenó la cuenta con el mejor y mayor corazón de erepublik. Prueba de ello es que se presentó a CP y ganó porque todos la querían... Si alguien sabe de corazón, ésa eres tú y no hay más que hablar.

En cuanto a Garcil, no es cobarde porque no pegue. Es un holder. Como a muchos que se le catalogan de tales, no son cobardes quienes no pegan. Son futuro en un juego que no deja presente al que empieza. Y son bastante valientes para atreverse a serlo. Por no pegar cuando todos presionan, porque aguantar el chaparrón de los que no comparten el modo de juego (que cada uno escoge cómo jugar a esto), requiere bastante osadía y determinación. Y prueba de ello es que cuando salgan los Infantry Pack y mantenga su experiencia a raya, pegará, pegará, pegará, como si no hubiera mañana, porque no tiene problema alguno de falta de valentía. Como tampoco lo tiene sus compañeros que holdean y no pegan por no tener el IP. Por no haber llegado su momento.

De modo, compañeros, que todos vosotros sois los que hacéis inconmensurable este juego defectuoso, porque vosotros sois los Magos, los magos de vosotros mismos.

La compañía de las baldosas amarillas se quedó yobrekin.





Y eso es todo

¿Eso es todo?

Bueno, después de los créditos cuentiles, el guionista se planteó responder a eso de interferir en el cuento y hacer que el Mago Feno se transmutara en perro.
Bueno, créditos acabados, una nueva escena:

¿qué por qué Feno aparece como un perro?

Porque el perro, desde siempre, en muchos tiempos y culturas, ha simbolizado la lealtad.





De modo que si Feno es algo, no es mago sino perro, porque él es excelente amigo, buen compañero de MU, de andanzas, de irc -¡tiene hasta uno propio!- y siempre puedes contar con él. Si él es algo, es buen amigo.

Un buen eperro.

Gracias, Feno, por estos dos años por aquí, que lo hemos recorrido juntos.

Hala, ahora sí que se ha acabado el cuento.

Porfa, quien lo haya leído íntegro, que lo indique en los comentarios.