[ICCA] Relatos #5

Day 2,588, 17:28 Published in Cuba Cuba by Nikola TesIa



"Escribir bien no es algo que el auténtico escritor se propone. Le es tan inevitable como su cara y su conducta. "
Juan Carlos Onetti/b]


I CONCURSO DE RELATO CORTO CASA DE LAS AMÉRICAS

30 GOLDS Y MÁS DE 7000 CC EN PREMIOS




FINALIZADO EL PLAZO DE PRESENTACIÓN COMIENZA EL PERÍODO DE VALORACIÓN DE LOS RELATOS. EN EL CONCURSO HAN PARTICIPADO CATORCE ESCRITORES, AGRADECEMOS A TODOS SU PARTICIPACIÓN

A LO LARGO DE ESTA SEMANA PUBLICAREMOS DIARIAMENTE UN ARTÍCULO CON DOS LOS RELATOS PARTICIPANTES PARA QUE USTEDES PUEDAN OPINAR. ROGAMOS A LOS AUTORES NO REVELEN SU AUTORÍA EN LOS COMENTARIOS. EN CASO DE HACERLO SERÁN DESCALIFICADOS


#11

Relato de una familia refugiada


-¿Tienes los pañales?
-Si...
-¿Las medicinas de los abuelos?¿la ropa de invierno?¿las latas de conservas?¿DNIs?¿Todo?
-Si, mujer, ya tenemos todo
-¡Ay! ¡El album de fotos!
-Oh, dios, a este ritmo no saldremos nunca de casa....

La acalorada discusión entre los miembros paternos en la casa parecía no tener fín, mientras tanto los dos niños, ignorantes de la realidad, jugaban con su helicoptero y su muñeca, la abuela, sentada en silla de ruedas daba el biberon al bebe y el abuelo, cansado de no dormir, miraba la televisión viendo las noticias del frente.

De pronto, se apareció en la televisión un hombre corpulento vestido de militar gritó a pleno pulmón:
-Atención, comunicado importante, por favor, llamen a todos los miembros de la familia

A lo que el abuelo acatando ordenes, gritó:
-¡Venid, hijos, que hay un general importante va a decir algo!

Los padres dejaron todos los trastos y salieron disparados de la habitación al salón
El militar comenzó a hablar:
-El ejercito enemigo esta a 6km, al este de la ciudad y se dedicara a bombadearla y ocuparla en momento o otro, pedimos a la población que abandone sus casas y se dirigan con los medios posibles al campamento, a 10 km al oeste, allí se les proporcionara víveres y una vivienda provisional hasta que hayamos expulsado a los invasores; además.....

La madre interrumpiendo al militar, dijo al padre:
-Menos mal, que tu hermano es militar y nos tenía ya informados, venga, volvamos a preparar las maletas, cariño
Pero esa oracíon tranquilizadora fue sustituía por la preocupación de los chiquillos:
-Mama, ¿que es bombardear?; dijo el hijo
-¿No nos pasara nada?¿Y la casa estará bien?; decía la hija, mas mayor que su hermano
A lo que la madre contestó:
-No pasara nada, pero tenemos que dejar la casa durante este mes

El abuelo susurro a lo bajo, para que no lo oyeran los niños:
-Pues parece que la situación está muy tensa, igual la casa no aguante....
La niña, que lo escucho, preguntó:
-¿Qué, abuelo?
Y la abuela contestó con tono burlesco:
-Nada, hija, el abuelo, que ya desvaría

Los padres se dirigieron a la habitación a terminar de hacer las maletas, los críos se dispusieron al lado del abuelo a ver el resto de la declaración del general, que indicaba la situación del frente y hacía continuas menciones al patriotismo y a la defensa del país -todos los ciudadanos en disposición de un arma, les rogamos que se unan a la milicía que se forma en la plaza mayor-,
mientras tanto, el bebe ya ha terminado de beber la leche y se quedo dormido en el regazo de la abuela.
Pasó, mas o menos, una hora, oyeron disparos de la calle, estruendosos ruidos de armas y gritos de dolor, sonaba en la calle, parecía una lucha callejera entre la milicía y el ejercito enemigo

Inmediatamente, el bebe se echó a llorar, el abuelo se echo a la mesa del salón y la abuela con el bebe, inmovilizada en la silla se agazapaba sobre si misma para proteger al niño, los chavales echaron a correr por el pasillo llorando y gritando -¡Mama, mama!-, al llegar a la habitación de los padres, se los encontraron agachados debajo de la cama y el padre dijó: -¡Meteos aquí debajo!- A lo que los niños actuaron respecto a las ordenes del padre

Fue un combate de mas de 10 minutos, en el que no paraban de oírse disparos en la calle, acompañado de los lloros del bebe, que estaba con los abuelos debajo de la mesa del salón, tapados por el mantel, mientras la habitación se encontraban los padres con los niños agazapados y acurrucados a ellos

Tras varios minutos de cesar los disparos, aunque algunos se oían de fondo, el padre se acercó a la ventana bajo los gritos de la madre y los niños de que no lo hiciera, se asomó poco a poco con el objetivo de que no le vieran y contempló la escena: un reguero de sangre, cuerpos tirados por la calle detrás de rudimentarias barricadas de adoquines y viejos muebles

-Ya ha pasado; dijo el padre en alto
Y así dío la orden de salida para que se dejaran de esconder los miembros familiares debajo de las camas y mesas, en el salón; un abuelo que se llevaba las manos a la cabeza y una abuela que intentaba consolar al bebe, que no paraba de llorar; y en la habitación los críos sollozando cuando los padres se preparaban ya para partir, mientras el padre decía: -Niños, id al salón con los abuelos, por favor-. Ya en el salón, los abuelos se pusieron a tranquilizar a los chavales: -Tranquilos, ya ha pasado- decía la abuela con tono melancolico

Pasaron pocos minutos en el que la madre dió la voz de alarma: ¡Ya nos vamos!¡Id a la entradilla!
Los niños se fueron al punto acordado y el abuelo llevó a la abuela, que sostenía al bebe

El padre cargaba con una gran mochila y otra dos, mas pequeñas, a cada mano, la madre tan solo llevaba una a la espalda, pero era también de un gran tamaño, entonces todos reunidos, la madre dijo:
-¡Vale, niños cogred la mano a mama y no me solteis!Abuela, tu lleva al bebe y abuelo, tira de la abuela ¿vale?
El abuelo le respondió afirmativamente con la cabeza
El padre exclamo:
-¡Bien, en cuantó abra la puerta, saldremos todos corriendo al coche que está aparcado al otro lado de la calle y subiremos a él lo antes posible! ¿De acuerdo?
No hubo respuesta, pero se sobreentendío que así se haría

Pero salto la niña de pronto: ¡¿Y Kiko?!¡¿No cogemos a Kiko?!
Y la madre de un sobresalto respondió: ¡¡El perro!!
El abuelo dijo: ¿De verdad te has olvidado del perro?
Lo que la madre contestó: ¡Mira quien fue a hablar!¡Si no es por la niña, casi nos dejamos al perro!¡Un momento!

La madre se dirigió a todo correr al jardín de atras, allí vio al perro temblando de miedo en la caseta, ella le cogió y le dijo: ¡Ayy, lo siento, Kiko! Casi nos olvidamos de tí, hemos estado muy ocupados y nos hemos olvidado

La madre vino con el perro en brazo y se lo dío a la abuela y la dijó:
-Abuela, lleve al perro con el niño, que yo llevo a los chiquillos
Lo que la abuela contesto:
-Los agarraré como oro en paño
-Niños, cogerme la mano; dijo la madre y los niños así cumplieron

El padre volvío a abrir la puerta, acción antes interrumpida y una vez abierta dijó: ¡Corred!

La familia entera corrieron cual correcaminos hasta el coche, ante el cual ellos pararón para que el padre abriera con las puertas, pero ante esa corta espera, un sonido similar a un petardo se oyó, los adultos reaccionarón con miedo y los niños con expectación e incredulidad, y a los pocos segundos, una fuerte explosión voló una casa cercana, los niños rompieron a llorar, el perro a aullar, y la madre murmuro lentamente:
-¿Ha...habían salido... antes, los vecinos....?
A lo que el padre contesto:
-No... no lo sé.....¡Pero, rapido, meteros en el coche!

Y la familia, por el shock producido se metieron en el carro, el padre arrancó el motor mientras los niños lloraban

El padre aceleró todo lo que pudo, dirigiendose al lugar de evacuación, dejaban detras la casa a su suerte, casa en la que los niños nacieron, crecieron, donde vivieron los padres de jovenes y la que los abuelos compraron en cuanto tuvieron a su hija, tantos años de historia de la familia parecía esfumarse con la distancia

¿Continuara?


Escrito y redactado por:

Fulcanelli




#12

Una noche de Día de Muertos


La cosa estaba difícil, ya se veía venir, desolación acostumbrada penetrando mis entrañas, angustia y tristeza por días pasados, días perdidos. Mi esperanza, como siempre, refugiarme en los libros, en mi música y una guitarra maltrecha arrumbada junto a mi PC. Esa noche me desahogué leyendo a Galeano y sus venas abiertas, tocando a Silvio "si Dios quiere" y finalmente quedándome quieto escuchando un rock melancólico deseando que estuvieras aquí, arropándome y estrechando mis manos de Pink Floyd. Como te podrás imaginar, todo iba peor; sentía coraje, esperanza y nostalgia al mismo tiempo, pero sobre todo miedo, sí, miedo.

Miedo a vivir, miedo a morir, miedo por no igualar a los que vivieron tiempos catastróficos y se mantuvieron firmes, que pelearon hasta el fin, que prefirieron morir de pie que respirar una vida de rodillas. Miedo por atesorar un poco de fe en la humanidad, conociendo de antemano la decepción que provoca. Miedo por saber madre, hermano, amiga, amor, que jamás volveré a verte, no sentiré de nuevo tu abrazo, el cálido aliento de tu beso, tu sonrisa, tus palabras, tu música, tu conciencia, tu ser.

Así pues cavilaba estas funestas reflexiones mientras yacía mirando las estrellas hasta que por último desfallecí.

Desperté.

Me encontraba jugando al costado de mi vieja casa, con los antiguos amigos de la infancia. Desdichado juego cuando maltratábamos seres vivos, los privábamos de su libertad y su vida. Volteé para reírme de un mal chiste y tenía frente a mí a hermana, profesora del colegio católico al que acudía durante los medianos estudios; adiviné una sonrisa perfilada y dispuse un tiempo para tocar la guitarra y cantar junto a ella. Lo hacía mientras caminaba y charlaba con mi mejor amiga recordando viejas travesuras, ¡reímos tanto, cantamos tanto! y me besaban... Espera, ¿qué hacías ahí primera novia?, ¿cómo podía reír, cantar y besar al mismo tiempo?, ¿por qué te fuiste?, ¿por qué fui tras de ti?, ¿por qué bajé del coche y te esperé a la vera de la calle?, ¿por qué caminamos horas y volvimos a besarnos?, ¿por qué un momento me amas y al siguiente me desprecias?, ¿por qué jamás sentiré lo mismo?

Silencio.

No me gusta el silencio, nunca me ha gustado la sensación que transmite y maldigo su diálogo sordo, su grito inaudible. Estaba rodeado por él, me apresaba, me escupía en la cara y se reía de mí. Comencé a proferir vulgaridades imperceptibles, a sabiendas que me costaría una buena reprimenda por parte de mi madre, la cual nunca llegó.

De pronto, mejor amiga apareció en mi defensa gritando con el alma, silencio se dispersó, molesto. Yo sonreía cansado consecuencia de aquél infinito momento. Agradecido por la liberación de mi espíritu.

Repentinamente mi hermano se dibujó en las sombras. -Hola hermano -nunca olvidaré su dulce rostro y carácter tenaz. -¡Hermano! -ahora sobresaltado debido a su presencia, hermano siempre había sido mi roca y cuando se fue perdí una parte de voluntad. Su mirada denotaba lejanía, más no tristeza. Quise abrazarlo, decirle cuánto lo extrañaba, pero se esfumaba, quise perder sus pasos y mandar todo al diablo y ya no llorar. Lo intenté, su presencia se aferraba a tenerme preso, me obstiné como un necio y por más que lo intenté sólo logré recordarlo más.

"Al escuchar tu dulce voz madre, hermano, amiga, amor, renace mi alma, quiero creer que nunca más ya tú te irás. Oigo tu voz, madre, hermano, amiga, amor, que me dice: 'Te espero, te espero'. No puedo más soportar esta pena tan onda, al escuchar en mi soledad tu voz."

No quería, no necesitaba estar triste, llamé a hermana profesora del colegio católico, miré a mejor amiga y aseguré que el tiempo no es más que una invención imaginaria del hombre para trazar antes, ahora y después. -Yo soy dueño de mi existencia, yo puedo modificar el tiempo, yo puedo manipular la realidad, mis más profundos deseos y excentricidades, mi insaciable curiosidad y oscura depravación -mascullé vigilando la reacción en sus ojos. -No te creo, muéstrame -amiga incrédula.

Pronto el éxtasis dio paso a la incertidumbre y desembocó en un estado de conciencia total, sabía que si se lo ordenaba, hermana profesora haría lo que fuera y así sucedió. No podía contener demasiado poder y sensaciones indescriptibles, era delirio obsesivo, fascinación psicótica, trastorno obsceno... Me sentí dueño de alegrías, de lunas, de lluvias, de realidad. Dueño de todo, dueño nada.

Desperté, otra vez. Y lloré.


Tu voz.



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