¿Os acordáis?

Day 3,005, 19:13 Published in Spain Spain by anaximenes

He resucitado esta noche por segunda vez a eRepublik.
Cuando morí por última vez la guerra estaba recién inventada y los combates se dirimían con preguntas de un trivial fácil de memorizar (y de bot-ear).

Lo primero que he notado es que cada vez hay menos jugadores en nuestro ePais.
Lo demás sigue más o menos igual: Los políticos acumulan cargos y mandatos, ahora incluso dictaduras, las empresas siguen siendo menos rentables que especular con la moneda y los eperiódicos siguen sin tener demasiado sobre lo que eescribir.

Me alegra comprobar que Forocoches sigue teniendo su cuota de poder (me reconforta que algo no haya cambiado). Aunque sigo sin saber cuál es exáctamente su propósito, ya no parecen tan trolls como entonces.

Lo que más me sorprende es la obsesión con el apartado militar que parecen tener la mayor parte de los jugadores. Entiendo que este juego, como todo, es un negocio y que las ebarritas dan de comer a gente en el mundo real, pero creo que ese no era el espiritu original de eRepublik. Al menos no lo era cuando lo jugabamos en la Beta. Entonces eRepublik tenía más de experimento sociológico. En aquellos tiempos nos entreteniamos más repensando el juego que haciendo clicks sin parar. También es verdad que se comía y se trabajaba sólo una vez al día y no había mucho más que hacer.

Yo mismo desde este periódico intenté experimentar con la política (con escaso éxito, XD). Luego intenté que eRepublik se abriese a la poesía, la fotografía y cualquier otra manifestación artística amateur, ofreciéndome a publicar cualquier cosa que se me enviase (en aquel entonces comprar un periodico era caro). Intentaba usar el anonimato del juego para algo más que para lo que se suele utilizar (trollear).

Ahora, años después, lo releo y me rio yo solo. Eramos jóvenes y un poco idiotas, pero creo que teniamos más ilusión. Es una pena que eso se haya perdido. Algo de ese espíritu debería volver al juego. Deberíamos seguir repensándolo, expandiéndolo.

¿Qué opináis?