¿Oclocracia o Democracia?

Day 3,217, 02:34 Published in Spain Spain by Mr.Caine

Hace tiempo leí un libro titulado "Pan y circo", hubo un fragmento que me hizo pensar y reflexionar bastante. Ahora lo traigo a la comunidad erepublikana, qué mejor definición de oclocracia, y entendible, que la expuesta en el texto:

-Aristóteles distinguió entre democracia y oclocracia - respondió Critias-.
En la primera, el pueblo elige a aquellos que considera mejores para gobernarle, mientras que la segunda está regida por los caprichos de la muchedumbre: todos opinan sobre cualquier cosa y se creen sabios en cualquier materia.

La democracia se basa en una injusticia: la opinión de una persona sabia y honesta vale lo mismo que la de cualquier hijo de puta egoísta e ignorante. Y a partir de esa injusticia, se pretende construir un sistema justo, como si cualquier acto despiadado, decidido por mayoría, dejara de serlo.
Roma no está preparada para esa forma de gobierno -sentenció el médico-. Quizá ninguna sociedad lo esté.


¿Por qué puede ser de actualidad? Bueno, parece que las instituciones democráticas al fin y al cabo son usurpadas no por méritos, ni conocimientos, ni capacidades... Sino por lealtades partidistas, con un toque de ideología sí, pero que a pesar de ello siguen respondiendo a las oligarquías de los partidos políticos y sus intereses, destrozando el parlamentarismo con el mandato del partido y el voto parlamentario controlado y dirigido.

Bajo la farsa de la representación se argumenta el sistema. ¿Dónde queda la democracia, la deliberación y la participación sin represalia? ¿Dónde queda la imparcialidad y la interpretación de las leyes sin tergiversación o lectura sesgada? No hablemos ya de la seriedad...

Es un juego, dirán muchos/as, pero nada más lejos de sí, es un traslado de patrones que determinan nuestras conductas, comportamientos y acciones vr. Al fin y al cabo, nos reflejamos a partir de nuestra manera de jugar.

Ahora, jugadores reclaman más circo y más pan con la cabeza de Leogar, para entretenerse y divertirse a toda costa. Si a cambio deben interpretar las leyes como les dé la gana lo harán, de paso satisfarán intereses y demostrarán lealtades para medrar un poquito más y acercarse a las mieles del poder (juego de intereses).

No defiendo a nadie, es más la concesión de la ciudadanía al otro jugador la he visto mal, quizás sea por las rencillas y el pasado que he tenido con Corchuela. Independientemente, la Ley de nongratitudes me parece ridícula; como si un jugador dejase de hacer o deshacer, hablar, influir, colaborar... simplemente por estar nombrado non-grato y no disponer de la ciudadanía española.

Una vez más, los exaltados de la muchedumbre, procedan con su teatro para entretener. Los oclócratas estarán al acecho para obtener réditos.

Saludos.
Mr.Caine