Dudas

Day 2,798, 10:44 Published in Mexico United Arab Emirates by Terron de azucar

Me senté lentamente en la deslucida silla de mi despacho provocando un irritante chirrido de las maderas, miraba impasible la sucia mesa que la acompañaba, cuyos numerosos papeles se desbordaban y parecían pelearse por el sitio contra los numerosos libros apilados encima del susodicho escritorio. De hecho, había varios papeles desperdigados por las maderas del suelo del estudio, algunos con marcas de barro dejadas por las huellas de mis zapatos….Parecía el fruto de un acto vandálico y anárquico, todo estaba en el más absoluto desorden.



Descansé las piernas en esa silla y encontré entre aquel amasijo de papeles el portátil. Además agarre una hoja e hice una búsqueda intensiva sobre ese caos de algún bolígrafo o lapicero que estuviera desaparecido por aquella confusión de hojas, y nada más descubierto, me dispuse a trabajar en mi agobiante negocio: “MU 1754… nada nuevo… MU 2763…em… comandante muerto… MU 3219… vaya…borrada por Plato…”.



Esa rutina asfixiante, agotadora, tarea que desempeñaba cada día en esa vorágine a la que llamó despacho, cuya única luz proviene de dos altas ventanas que dejaban entrar el calor sofocante propio del Yucatán tropical, acompañado de un ejército de mosquitos que intentaban desesperadamente atravesar la cristalera para darse un festín conmigo. Al otro lado se podía observar un bien conservado jardín formado de lo que se conoce en España como especies exóticas, sin embargo, aquí en México puedes ver una de esas plantas cada dos pasos que des en un campo: Balches, ceibas, chakas, chiits, guarumos, kitanchés, kukas, makulis, mangles, pichs….



Después de revisar la centésima MU, mi revolucionaria orden diaria, me quedé observando el escritorio digno de esperpento, y, con los ojos entreabiertos debido al cansancio y en cierta manera, aburrimiento, vi un periódico español del día de hoy, -(¿cuando lo habré cogido? Nah, no importa)- pensé. Me dispuse a leerlo en silencio y tras haber observado el apartado nacional, medite: (siempre están con las mismas tonterías, las mismas discusiones sin fundamento, las mismas estupideces y rabietas variadas, los mismos retrasados que presumen de serlo, la misma indiferencia de la masa, la misma ineptitud de los mismos de siempre… en fín, al menos han expulsado a Serbia y a USA de sus tierras, pero…).



Leí el internacional y me enteré que Argentina estaba ocupando México con relativo éxito, de hecho, estaban atacando entonces el Yucatán dónde yo residía y quede dubitativo por unos momentos: -(¿Haré bien permaneciendo aquí?)-.



De repente oí llamar a la puerta, corrí raudo y veloz por el pasillo del segundo piso y baje las escaleras a toda prisa, pero lamentablemente, en el descansillo tropecé de la manera más inimaginablemente torpe, ya que a punto estuve de desnucarme en mi propia casa o de morir infartado debido al terror mismo de la muerte. A los segundos de recomponerme de tal experiencia, recordé el motivo por el que descendía cuál toro bravo por las escalinatas y me ande hacia la puerta, aún con el susto en el cuerpo.



La abrí con el pensamiento de pedir disculpas al paciente invitado, pero nadie estaba esperando, tan solo había una humareda que brotaba del suelo, me agaché confuso y averigüé que era una bolsa quemándose junto a una nota que ponía: “Vete a tu casa, catalán de mierd@” -(Joder, ¿en qué idioma tengo que decir que no soy catalán? Maldita medusa, en que lío me ha metido con sus malditas especulaciones…)- medite mientras apagaba con mis zapatos la bolsa en llamas….


(demasiado tiempo sin un gif absurdo, perdón, no lo puedo evitar) xD

Una vez sofocado el fuego, suspiré y cerré violentamente la puerta, me dirigí al salón de la planta baja con el objetivos de tranquilizarme, agarré un disco al azar de mi colección… y-(¿Los Planetas de Holst?¿Me calmara esta música?)-, puse el nombrado disco en mi antiguo fonógrafo, coloque la aguja en el sitio correspondiente y me senté en el sofá de al lado mientras empezaba a sonar los tambores y la tuba… poco después me arrepentí de mi decisión, pues olvide que la obra empieza con el movimiento de “Marte, el Portador de la Guerra” y que sepan todos los lectores que no existe otra música con más tensión en el mundo conocido -(¿calmarme esto? Mis huevos)- discurrí enfadado.



Aún así, y a pesar de la inconveniente música, decidí descansar todo mi cuerpo en ese asiento y dejar vía libre a mi mente. Empece a recordar todos los recientes acontecimientos pasados, uno de ellos era el de mi epadre, Fenoglioteam, actualmente desaparecido en un pueblo remoto de las Vascongadas -(este sujeto que merece ser coronado como el rey de los tacaños y las ratas, debe estar vagueando allí y no vende ninguna MU, el muy… como le coja... ¿cómo cree que voy a ganarme la vida?). La ira se apoderó de mi alma y empecé a maldecir a ciertos sujetos que bien, se entrometían en mi vida, o peor, la amargaban y a lastimarme de todas las desgracias que hace poco me han ocurrido en mi evida y VR.



A base de odiar indiscriminadamente, se inició “Venus, la Portadora de la Paz” y decidí sosegarme, me quedé sentado tranquilamente, desprendiéndome de todos los sentimientos que me estaban atormentando hace apenas unos segundos y medite: -(Igual yo tenía parte de culpa, a veces soy muy cafetero… también es que no me hago valer)- y decidí reflexionar sobre todos mis actos y no dudé en culparme de muchos de mis males. Me declaré autor de mis desgracias con una dolorosa pero cierta resignación.



Sonó “Mercurio, el Mensajero Alado” y apacigüe mis pensamientos, me levanté del sofá y caminé hacia la ventana. Me quedé observando el jardín y a mis perros que disfrutaban estando tumbados en el césped, tomando el sol, todo mientras estaba absorto en una especia de silencio extrañamente perturbado por la sencillez de la música.



Se inició “Júpiter, el Portador de la Alegría”, el mejor movimiento de la obra, sin embargo, solo me dio ganas de llorar, inspirado por la belleza y armonía de dicho movimiento, pero principalmente imbuido de un pensamiento que me estaba atormentando anteriormente: -(¿Haré bien estando aquí, o en España…. o en cualquier lugar?)-. Aún así, tenía un ligera sensación de esperanza de que si valía algo, al menos, para alguien.



Empezó a sonar “Saturno, el Portador de la Vejez” y yo también empecé a recapacitar sobre las diferentes personas de España, centrándome en los viejunos que la habían construido: -(¿Por qué la abandonaron? ¿Por qué dejarla así? ¿Por qué irse? ¿Valía la pena? ¿Es eso irreversible?)- No me dí cuenta entonces de que yo también había emigrado, pero no con el mismo éxito como el de mis antiguos conciudadanos.



Sonó “Urano, el Mago” y me plantee soluciones de cómo salvarme de mi decadencia moral: -(¿Podría regresar? ¿Volver?)-. Pero en el fondo, sabía que era mala idea, muy mala idea ¿Qué hacer?. Me quedé el resto del movimiento en silencio… sin idea alguna de cómo solucionar todos mis problemas



Por último, sonó “Neptuno, el Místico”, pero yo seguía en una fase de letargo, de hibernación de mi mente, pero en cuando escuche el coro de los niños, no sé el porque, como si de una revelación se tratará, abrí un periódico viejo de hace algunos días tirado en una mesa cercana y leí un anuncio que decía: “Necesitamos gente para hacer de Toledo capital”.



No lo dudé, iba a dirigirme allí, sí o sí, pero no sabía si permanecería en España o volvería a México, solo la incertidumbre rondaba mi cabeza. No sabía que hacer...


Dudas
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