Vida Delirante eRepublikana

Day 2,020, 11:50 Published in Spain Spain by corchuela


Estoy delante de mi ordenador, la pantalla está rodeada de humo dejando entrever una eSociedad paralela a la sociedad donde habito; esa eSociedad tiene muchas similitudes con la Sociedad, quizás más divertida, pero más cobarde y más cínica, quizás motivada por ese denso humo que no te deja ver las caras, los ojos y la boca de esos eCiudadanos.


Espero pacientemente, una vez metidas mis señas de identidad, a que me aparezca el nuevo mundo, pero este se resiste a abrirme sus puertas como pollo sin cabeza.

Me desespero, quiero entrar para ver que se cuece en ePolítica para poder imponer mis ideas, puesto que en lo militar ya he hecho todo lo que tenía que hacer con mis 25 cliks del día; el pollo empieza a parecerse como un gusano asqueroso, tal vez motivado por el estado de marijuanismo en el que me hayo.


Ese pollo sin cabeza, me hace reflexionar para que mierdas me quiero meter en epolítica, que hago yo metiéndome en un mercado donde está todo el pescado putrefacto vendido: IF y Trolls contra Pcee, pacto al estilo Tinel contra FPE, intento de despedazar el eCongreso por gente que lo defendían no hace poco tiempo que parecen que están aliados con ciertos personajes de los medios a los que antes demostraban no poder verlos,… tu más, tu más… que asquito, que repugnancia.

Además, que cojones, que si me presentara a eCongresista sería para la legalización de la Marijuana, y para la ley de expropiación, porque lo demás y los demás me la coméis a tres tiempos, y si no hay tiempo suficiente, pues os ponéis en grupo.

Pero tengo ganas de escribir, de soltar tripas, y debo reinventarme; antes tenía algo en que luchar en mi ePeriódico, algo que nos unió por una causa común, y ese fue el toveo que sufrió el partido. Muchos hemos seguido unidos, y salimos fortalecidos, pero a su vez muchas ratas saltaron del barco, y volvieron erigiéndose el estandarte de la fortaleza del partido con sus tantos millones que habían metido por eEspaña, invadiéndome ese pesimismo del ccc “98” ccc.

No queriendo salir por las ramas, pues estas son las que estoy usando ahora, me apetece escribir sobre conceptos usados en nuestra esociedad y a su vez compartir vivencias extrañas y delirantes que me produce el arte noble del calado.


Sobre economía, tengo mis huertitos y tal, y además la cultura hay que cuidarla, por lo que si me faltara, ya me subvencionaréis entre todos los jew empalmados.


El concepto que voy a tratar es el “pasado”. Es bueno e incluso un deber, conocer el pasado, pero este no debe ser óbice para ser lanzado contra la comunidad, para demostrar que se es más chulo, más inteligente e incluso para descalificar, porque entonces estamos ante un ser mezquino e ignorante, puesto este juego no es de tener altos conocimientos en el mismo, si no de tener paciencia en el tiempo.

Siempre es bueno saber cuándo se concluye una etapa en la eVida. Si insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del presente. Lo importante es poner punto final a los momentos de la eVida que se han terminado.

De verdad, ¿Qué sentido tiene pensar que el pasado siempre será mejor que lo que viene? Ninguno. Con esa mentalidad, difícil será tu progreso en eRepublik y sólo eVivirás atado a recuerdos, y pondrás obstáculos a los noobs para su desarrollo. Sí, es probable que de vez en cuando no venga nada mal recordar las cosas que hemos hecho bien y las que hemos hecho mal, pero para aprender, no para echar en cara o para dar lecciones. Pero sólo como una herramienta a futuro. Aprender de los aciertos y errores es la única forma de mirar el pasado con una actitud positiva, para plantear un futuro lleno de esperanzas y positividad.


¿Merece la pena pasaros mucho tiempo de vuestro presente pensando en los por qué?, lo qué sucedió o no sucedió y que solo son recuerdos. Vivir así produce un gran desgaste en vuestra eVida y no solo os afecta a vosotros, sino a todos los que te rodean. Aunque realmente pienso, que esos tertulianos, lo que pretenden es amargar y desgastar a los demás, dentro de su amargamiento.

A esos tertulianos que dan la chapa, decirles que no sean pesados pues el pasado ya pasó. No esperen que nadie les devuelva nada, no esperen que nadie reconozca sus esfuerzos (me hace gracia esos que dicen todo lo que han metido por eEspaña; es tu deber, y los que ahora son noob, en dos años estarán al nivel que tú tienes en los años que estuviste). Debéis liberaros del resentimiento, de las ataduras que traen los recuerdos del pasado. Si no lo hacéis lo único que conseguiréis es no disfrutar del presente y por lo tanto condicionará negativamente vuestro futuro.


No debéis guiaros por el resentimiento del presente, el pasado solo nos debe servir como experiencia, para realizar los cambios necesarios que nos ayuden a superar los inconvenientes que aparecerán en nuestra eVida. Hay que dar vuelta la página y vivir con lo que tenemos hoy en nuestras manos, recordad que a hay un futuro preparado para vosotros y que depende solo de vosotros alcanzarlo o quedaros distraídos en las cosas del pasado, que dicho sea de paso, no puedes cambiar. Si andáis por la eVida dejando las puertas abiertas, cuando deberían estar cerradas, nunca podréis desprenderos del pasado ni vivir el presente plenamente.

Cerrad la puerta para siempre, pero no por orgullo, o soberbia, sino, porque vosotros ya no encajáis allí en ese lugar, en esa economía, en ese tipo de eGuerra, en aquel ePeriodismo. Esas cosas ya no forman parte de vuestra eVida. Vosotros ya no sois los mismo que fuisteis hace dos años, hace tres años, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver. Cerrad la puerta, pasad la página, cerrad el círculo. Ni vosotros seréis los mismos, ni el entorno al que estáis pensando regresar será el mismo que dejastéis atrás. Porque en la vida nada es estático, todo cambia.

Haceros un favor, por vuestra salud mental y amor a vosotros mismos, y desprenderos de lo que ya no forma parte de vuestras eVida. Recordad que en eR nada ni nadie son indispensables. Ni un eJugador, ni un lugar, ni un cargo, ni un trabajo. Por lo tanto es vuestra responsabilidad personal aprender a desprenderos y ser libres.

Y si ya estáis enfermos de necesidad, presentaros al eCongreso e internaros, el cual se está viendo últimamente como la casa de las “frustras”-ciones pasadas; allí podéis contar todas las batallas de abuelo cebolleta, escupir vuestra bilis y, finalmente, desarrollaros como ciudadanos adultos amargados.


Viejunos, econgresistas ¡¡A tres tiempos!!.

Dejando el lado conceptos, querría compartir con vosotros situaciones que me pasan en la vida, pueden ser reales o no, puede que esté en este momento despierto o dormido pensando que estoy despierto; pero todas estas situaciones son reales, pues están en mi subconsciente, por lo tanto existen.

Es el lector el que debe de aseverar, si existen o existieron, si son alucinaciones o son casos reales, pero el lector debe antes que nada, hacerse esta pregunta para saber juzgar mi subconsciente “¿estoy realmente despierto, o simplemente lo pienso?”.

Pues lo que hoy os voy a contar, es la vida de un buen amigo que se hizo emigrante. Un día volvió con la carta de despido de la fábrica alemana donde había trabajado durante 6 años, en el bolsillo.


Esta vez, los suyos, amigos y parientes, no le hicieron el mismo recibimiento que otras veces. Le preguntaron en el Bar La Gramola, sarcásticamente, por el reloj de oro y el coche.

- El reloj de oro lo tuve que vender. El coche era alquilado.- respondió con la mirada perdida.

- ¿Y no tienes ahorro?, ¿No te han indemnizado?.- Pregunto el dueño del bar desde detrás de la barra. El único de ese entorno que lo trataba piadosamente.

- Lo invertí todo en mi piso de la ciudad. Lo malo es que mi cuñado lo alquiló a un precio superior al que correspondía, ya que era de renta limitada. El inquilino me denunció y se negó a pagar.
Finalmente mi amigo tiene la suerte de trabajar en el Bar La Gramola, en el mismo puesto que ocupaba antes de irse, la cocina. Trabaja doce horas diarias, incluidos los domingos. Se ha quedado con el apodo “el alemán”, y el entre dientes suele decir:
“¡Qué más quisiera yo!”.