Inventos Argentinos 1 (o no tanto)

Day 3,566, 06:37 Published in Argentina Argentina by Alejandro Martin Sanchez
Este Articulo no pertenece al plan del ministerio de bienestar, no me moleste en ni siquiera leer una letra del articulo de que era lo que había que hacer, así que no se ni que hay que hacer para participar.

En fin, comencemos.
Este es el primer articulo de una serie de articulos, referidos a los Inventos argentinos.

Pocos lo saben, pero la invencion de la mundialmente famosisima "birome", le pertenece a un Hungaro, Ladislao Biro, quien con muchísima paciencia, realizo una pequeñisima pelotita de acero, y la introdujo en un dispositivo lleno de tinta, que finalmente, se convirtio en la reconocida birome.

(separador de bajo presupuesto)


Cuando Ladislao tuvo la idea de crear el bolígrafo, ya había inventado un modelo de pluma fuente, una máquina para lavar ropa, un sistema de cambios automático en los automóviles y un vehículo electromagnético. Siendo periodista, estaba molesto por los trastornos que le ocasionaba su pluma fuente (que era para diestros, y el era zurdo); cuando esta se le atascaba en medio de un reportaje. Entonces, junto con su hermano Georg, quien era químico, logró una tinta que era muy útil para la escritura a mano, pero que no podía utilizarse con la pluma pues se trababa al escribir.

Pero Ladislao obtuvo la idea de cómo resolver este último inconveniente observando a unos niños mientras jugaban en la calle con bolitas que al atravesar un charco salían trazando una línea de agua en el piso seco: ahí se dio cuenta de que en vez de utilizar una pluma metálica en la punta, debía utilizar una bolita.

La dificultad de trasladar ese mecanismo a un instrumento de escritura residía en la imposibilidad para desarrollar esferas de un tamaño suficientemente pequeño. Ladislao Biro patentó un prototipo en Hungría y Francia, en 1938, pero no lo llegó a comercializar.1​ Ese mismo año, Agustín Pedro Justo, quien pocos meses antes había dejado de ser Presidente de la Nación Argentina, lo invitó a radicarse en su país cuando de casualidad lo conoció en momentos en que Biro estaba en Yugoslavia, haciendo notas para un periódico húngaro. Agustín Justo lo vio escribiendo con un prototipo del bolígrafo y maravillado por esa forma de escribir se puso a charlar con él. Biro le habló de la dificultad para conseguir una visa y Justo, que no le había dicho quien era, le dio una tarjeta con su nombre



El resto es Historia...

Ladislao se vino a Argentina, escapando de la segunda guerra, y en un garage con 40 operarios, comenzó la fabulosa fabricación de su invento, que ha generado miles y millones de dolares de beneficios tanto para el país, como para el resto del mundo.

Falleció en Buenos Aires, el 24 de Octubre de 1985, a los 86 años de edad, dejando un legado para toda la humanidad con sus inventos.