Leonela

Day 2,742, 18:09 Published in Venezuela Colombia by Camut

En 1983 salió al aire un culebrón brutal.

Fue tan brutal que para la época, de los doscientos y pico de capítulos que duraba una telenovela, la tuvieron que recortar a ciento treinta y tres (133).



Ha sido uno de los mejores culebrones de la televisión venezolana, créanme, yo la ví (una cédula cae desde el techo y cae hecha pedazos en el suelo)

Una vez más, mis artículos parecen que carecen de sentido, pero sigan conmigo por un momento. Necesito establecer un símil y eso requiere que me sigan por un par de ideas.

Resulta que Pedro Luis, un tipo modesto, sin muchos recursos, se echa unos palos y sale una noche al son de Gualberto Ibarreto (yo siempre de pequeño preguntaba que dónde esta Barreto, que siempre aparecía Gualberto. La gente se reía y me dejaban hablando solo pensando que les estaba mamando gallo)salió por la playa, curdo hasta los teque teques y se encontró con Leonela Ferrari (el apellido...), una chama de clase alta que por casualidad estaba pasando por ahí. Sin dudarlo, Pedro Luis se la pasó por las armas (quien no entienda mi sentido figurado por favor lea un manual de frases venezolanas)y desencadenando una serie de eventos que llevaría a Pedro Luis a la cárcel por 12 años y a Leonela a romper la relación con su prometido por haber sido violada por un borracho. No conforme, Leonela salió preñada y al nacer la criatura, la da en adopción.

Aunque no lo crean, al final, el violador, la violada y la criatura terminan juntos y felices.

¿Por qué acabo de hacerlos leer durante cinco minutos sobre una novela que seguro vieron sus mamás, sus tías y sus abuelitas? (y más de un papá encaletado)

A veces en la vida, y en la eVida también (porque es solo una extensión) habrán situaciones que no podemos controlar, ni individual, ni colectivamente. El control de las situaciones individuales son más sencillas de sobrellevar y solucionar, pero las colectivas... hermanos, las colectivas...

Estas requieren de liderazgo y mucho poder de comunicación, y sobre todo, mucha inteligencia. De no tenerse alguno de estos componentes, desembocan en situaciones de histeria colectiva en las que se dicen y se hacen cosas que luego, individualmente son eternamente causa de arrepentimiento.

Quiero decirles, que en momentos de confusión, nunca es bueno lanzarse a sacar conclusiones y mucho menos cuestionar al liderazgo. Eso se hace después, cuando se tienen los pelos del burro en la mano. Nunca a los 5 minutos, nunca de manera reciente. Hay que tener todo en contexto.

Hubo una violación, si, y también unas cuantas cosas mas. También de esa violación nació un hijo bastardo que nadie quiere voluntariamente, pero es lo que hay. ¿De quién es la culpa? ¿Del violado? ¿Del violador? ¿Importa? ¿Se acuerdan que al final, existe la posibilidad que todos queden juntos y felices?

La gente que vive mas feliz y aprovecha de mejor manera sus recursos son aquellas que aprenden a hacer limonadas. Hay que entender eso. Lo que pasa es que para llegar ahí hay que pensar y respirar muchas veces.

¿Soy muy críptico? Quizás, pero los que lean esto y lo entiendan, sabrán que les digo algo genuino. Y recuerden, a veces para llegar al sitio deseado hay que pasar por muchos sitios feos, pero al final vale la pena.

Vamos por buen camino, aún.