La devaluación de las ideas

Day 2,933, 14:44 Published in Uruguay Uruguay by Rodrigo Zeballos

Gracias a la gran repercusión que tuvo mi artículo anterior me he visto motivado a escribir uno nuevo. Esta vez me limitaré a no pegarle a nadie y simplemente me daré a la complicada tarea de tratar de hacer un análisis de la sociedad actual.

Pero primero comencemos con una pregunta simple: ¿Cuántos de ustedes conocen SPORE?



Este conocido juego de Electronics Arts es un tipo de SIMS en versión especies. Podría decirse que si los SIMS son casi un experimento de la psicología humana SPORE es una especie de SIMS de las especies, con todo lo que eso implica.

Si con los SIMS podemos crear un ser humano y jugar a tener una vida, con SPORE podemos estar inmersos en la naturaleza deshumanizada y crear una especie desde que es un pequeño y feo bicho del mar hasta que se convierte en una civilización avanzada en búsqueda de conquistar el espacio, pasando entre medio por las distintas etapas: la lucha contra las demás especie, la adquisición del habla, del lenguaje y del pensamiento, la conquista del Mundo y el sometimiento del más débil.

Muchos se estarán preguntando a qué viene todo esto. Déjenme decirles que no trabajo para EA ni me han contratado para convencerlos de probar ese maravilloso juego. Tampoco pretendo convertir este periódico en un tipo de blog de crítica de juegos, simplemente les recomendaré que jueguen SPORE pues no saben de lo que se pierden!

Esta introducción simplemente me sirve para hacer la siguiente declaración, salvando claro las obvias diferencias: si los SIMS son un experimento psicológico de la especie humana y SPORE es una especie de juego ultra realista del desarrollo de las especies que se encarga de acabar por completo con el mito del creacionismo, enfocado pues en la coherencia de la teoría de la evolución de las especies de Charles Darwin, eRepublik puede ser catalogado entonces como un experimento –malo– de la sociedad y de las personas en relación con la política. Especialmente en este pequeño país.



(En la foto de arriba Constanza Moreira y José "Pepe" Mujica)

Reflexionemos. Yo no se cómo todo empezó, ni estuve presente durante toda la historia de eRepublik, pero creo reconocer las diferentes etapas que un país atraviesa en este tipo de juegos:

A) La población comienza a aparecer y junto a ella las primeras colonizaciones del terreno político. Los primeros jugadores se hacen un lugar en el país y comienzan a crear divisiones/partidos; generalmente se empieza con un solo partido en donde todos convergen y trabajar en equipo.

Ya lo dijo Jean-Jacques Rousseau (Juan Jacobo para los amigos), todo empezó cuando al primer hombre se le ocurrió cercar un terreno y decir “esto es mio”. Para Juan Jacobo la propiedad fue el elemento que corrompió al hombre primera y principalmente. Y el hombre, ingenuo, se dejó corromper.

Yo, en cambio, tengo una visión un poco más retorcida de las cosas; quizás, como dió a entender Hobbes, el hombre es malo por naturaleza. Sin embargo él mismo se encargó de aclarar después que esto no era tan asi, que no se podía culpar al hombre por sus pulsiones internas inconscientes, pero yo hoy lo rectifico casi 4 siglos después.



B- La población crece y se fracciona. Esto es lo que pasa siempre y sin excepción en estos juegos. Un partido único y primerizo se divide en base a sus diferencias y pelean por el poder. Este fraccionamiento con el tiempo crece y se van creando nuevos partidos.

Lo verdaderamente interesante resulta preguntarse qué tan comparable es lo que sucede en este juego con las cosas que suceden en los países reales. Ya hemos visto como la filosofía de la real life resulta completamente aplicable a este tipo de juegos aunque ni siquiera hemos tomado por ejemplo la filosofía contemporánea.

A medida que escribo estas lineas se me viene a la mente otro gran concepto que resume en pocas palabras la naturaleza del ser humano, y para sorprendernos aún más esta frase fue escrita por un filósofo que nació en el año 384 antes de Cristo: Aristóteles, quien llegó a concluir que el hombre es en su naturaleza «un animal político» (zoon politikón).



C) El poder logra distorsionar los primeros intereses. A medida que el tiempo pasa, las primeras divisiones se van diluyendo. Los primeros partidos que se dividieron según pensamiento e ideología, existiendo por ejemplo divisiones entre socialistas, liberales, demócratas y comunistas, posteriormente derechas e izquierdas, se deforma y se retuerce en obsesión/desesperación por la obtención de poder y dinero, generalmente ligados entre ellos. Es que si de una gran familia se tratara, el poder y el dinero serían los padres de todos lo demás. Y ya lo dijo Mafalda, “el problema de las familias modernas es que todos quieren ser el padre”.

Ya no importa si liberales o socialistas, si demócratas o comunistas, si los buenos o los malos, todo se reduce a «ellos y nosotros». Y es justamente de esta forma que la ideología pasa a ser un mero accesorio para los partidos, del mismo modo que el hecho de pertenecer a la izquierda, a la derecha o a las posiciones más centradas del ámbito político deja de ser una cosa importante.

La tradición y el fanatismo dan paso a una nueva realidad en donde la lucha por los principios y las convicciones se ven relegadas y dejadas a un lado. Los intereses y las posibilidades de alcanzar el poder, el amiguismo político y la herencia del árbol genealógico influyen en la decisión de las personas de pertenecer a cual o tal partido en esta nueva era del «ellos o nosotros».

Surgen nuevas ideologías y sistemas políticos como el sentimiento de nacionalismo y el sistema populismo, basados en realzar los sentimientos de las personas y apelando a remover sentimientos de identidad y pertenencia por sobre el pensamiento lógico y racional que caracterizaba antes a la política en principio. Basado en el «ellos o nosotros» se logra dividir a las sociedades poniendo en contra a la población contra si misma en donde quienes están por encima de ellas sacan ventaja de las brechas generadas.



D) La ética política, el pensamiento y la cuestión se ven apartados. En esta nueva lucha por el poder el hecho de actuar éticamente deja de ser algo importante y «el fin justifica los medios». La duda ya no es tomada como método pese al lamento cartesiano, sino que se trata de suprimir el cuestionamiento de las cosas lo máximo posible, viviendo la población en una posición de comodidad incómoda al mejor estilo orwelliano (1984), en sociedades bombardeadas por eventos de menor importancia, sociedades inmersas en una vorágine de nimiedades dignas del mejor mundo huxleyano; un mundo tristemente feliz; de personas sedadas no con «soma» sino con televisión y farándula; en donde las cortinas de humo como el fútbol y la peor politiquería distraen la atención del público político hacia cosas de menor importancia. Se generan sociedades dispersas y en sumisa represión.

Yo considero que es en esta etapa en donde nos encontramos actualmente. Ya no hablo solo de este juego sino de vida real. Y es que tanto se parece eRepublik a la vida real que hasta este tipo de análisis son proyectables de un lado a otro y viceversa.

Ya a nadie le importa nada y todos actúan de manera frívola en búsqueda de la obtención del poder. En eRepublik, en donde las sociedades están politizadas al máximo, los efectos de esta etapa causan estragos mucho mayores en el sistema político virtual que además pueden ser apreciados con mayor facilidad en comparación al Mundo Real.

Está claro que hay pequeñas islas de personas que todavía con un aire a romanticismo insisten en luchar por sus convicciones, pero éstos son los menos. En la democracia moderna son aquellos que no votan por interés sino que votan por convicción, son aquellos que analizan y reparan en ideas, intenciones y propuestas. Una verdadera especie en extinción.

Si pudiéramos suprimir la ética científica del Mundo Real y hacer una mini-sociedad política observable en donde pudiéramos agregar o suprimir distintas variables y factores para encontrar leyes universales del comportamiento político, tendríamos un mundo muy similar al que tenemos en este tipo de juegos; un lugar en donde todos forman parte de la política, en donde todos compran, todos producen y todos venden y en donde las distintas etapas pueden ser apreciadas en un lapso de tiempo muy corto en comparación con los lapsos de tiempo de la vida real.

Mientras en el Uruguay real vivimos en una especie de engranaje rutinario, en el eUruguay que es virtual ya no queda nadie y el módulo político ha sido destruido. La realidad de Uruguay indica que en el e-país solo un grupo político prevalece y el resto observa de manera pasiva.

Es acá en donde entran en juego los SIMS y el SPORE. Si quisiéramos analizar el comportamiento humano sin tener que preocuparnos por la ética podríamos utilizar a los SIMS como base, pero seguramente no nos serviría de nada pues éstos pequeños robots en la pantalla no están dotados de humanidad; del mismo modo que las criaturas del SPORE dependen de nosotros para evolucionar y adaptarse. Sin embargo, hay algo que eRepublik tiene distinto a cualquiera de estos juegos: las personas son reales. La experimentación es factible en este punto.



E) Lo verdaderamente interesante surge cuando nos damos a la difícil tarea de imaginar qué sigue después de la etapa D. Hay algunos que dicen que cada vez nos acercamos más a una sociedad orwelliana, como les describía anteriormente. Muchos otros dicen que nos acercamos en cambio a una sociedad huxleyana, mientras que otros lo ven como una mezcla de ambas que resulta sin dudas la posición más interesante. Están también los optimistas que piensan que vamos a mejorar para bien. Entre ellos podríamos incluir –por qué no?–, a Karl Marx.

Quizás las sociedades actuales evolucionen hacia una etapa mejor en donde las diferencias entre personas no existan y el problema señalado por mi amigo Rousseau sea resuelto. Quizás encontremos el estadío definitivo de las sociedades políticas en donde nadie sea ni tenga más que nadie.

Quizás, muy por el contrario, aprendamos a convivir con esas diferencias, de un modo más equitativo.

Yo no voy a pretender hacer futurología respecto a esto pues ni me compete ni sería acorde a lo que se plantea en este artículo. Simplemente este es mi análisis de la historia del juego y de la realidad que nos toca presenciar.



¿Qué piensan ustedes de nuestra actual situación?
¿Hacia donde vamos y qué nos depara el futuro?
¿Es comparable la realidad de este juego con la realidad de nuestro país en la vida real?

Por otra parte me alegra ver que el módulo periodístico muestra señales de vida nuevamente!

Saludos y gracias por leer!