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Hace tiempo que llevaba pensando escribir mi primer artículo pero siempre lo iba dejando para más adelante, como cualquier hijo de vecino.

Tal vez lo que me haya empujado finalmente haya sido el artículo que acabo de leer de un personaje llamado "mata.rojos". Con tan solo leer el título de dicho artículo mis pelos se erizaron, pero ese fue tan solo el principio. En ese instante pensé, sería un error juzgar el artículo habiendo leído únicamente su título y procedí a la lectura exhaustiva del mismo. Tras el primer párrafo mis temores paracecían haber desaparecido. Lejos de ser cierto, en el segundo párrafo, cuando aparecen los burdos comentarios despectivos hacia el Parido Comunista y en general hacia la ideología comunista, ya no es temor sino desprecio e incomprensión los sentimientos que se despiertan en mi ser, en resumidas cuentas me revolví por dentro, para qué engañaros.

Desde mi más honesto punto de vista, las críticas que se vierten sobre el comunismo no tienen ni pies de cabaza, no se fundamentan en ningún momento sobre argumentos coherentes, sino más bien en un terror irracional, un miedo sin sentido. Ante tales mordaces críticas, que nacen con total seguridad de un desconocimiento pleno de la ideología comunista y de la propaganda de los grandes medios de comunicación controlados por el gran capital financiero, me opongo radicalmente. Que quede claro que respeto todas las opiniones y el método más sencillo para arreglar las discrepancias es el de el diálogo y el consenso pero tales comentarios no hacen más que desprestigiar y dar una imagen errónea sobre el comunismo.

Los rencores y los insultos no nos vana llevar a ninguna parte, y si queremos ser una gran nación primero tenemos que aprender a respetar los pensamientos de todos los individuos, de esta forma podremos trabajar codo con codo para mejorar esta sociedad que de la otra forma sería prácticamente imposible. Para que este sueño se haga realidad es necesario que la gente pueda acceder a la información y al conocimiento sin ningún tipo de restricciones. A partir de ahí podremos poner las bases de una nueva sociedad basada en el diálogo y el consenso.

Tal vez me haya extendido mucho en este artículo pero quería zanjar las cosas y dejarlo todo muy bien clarito para evitar posibles malentendidos. Seguramente no habré conseguido tal objetivo y la gente comenzará a lanzarse a mi cuello.

Un saludo, y espero volver a escribir un nuevo artículo en no mucho tiempo