[RELATO] El Bug.

Day 2,674, 08:03 Published in Cuba Cuba by Hummungus
I

-¿Sabes lo que empezó a gritarme la muy cerda?
-¿El qué?
-Que soy un maldito asesino, que estoy matando a nuestro bebé.
-¿Y te suelta eso así como si nada?
-Si. Tenías que ver como me gritaba. ¡Perra histérica! ¡Le habría soltado un sopapo de no haber llevado a nuestro bebé dentro de ella!
-¡Juas! ¡Y dices que te montó el pollo porque le sacaste las tripas al pescado!¿Y si pisas una cucaracha también te sale el niño muerto? ¿Y si duermes con la boca abierta y te tragas una araña?
-Pues no sé... Por lo que me ha estado contando ella eso es algo que puede llegar a suceder perfectamente.
-¡Bah! ¡Estupideces! No dejes de ir de pesca con los muchachos. Lo que tienes que hacer es decirle que los peces los has pillado de la piscifactoría de río arriba.
-¡Joder tío! Da lo mismo que sean salvajes o de granja... Si me ha explicado que los pollos tienen alma, seguramente los peces no serán para menos. ¿A ti qué te parece?
-No te preocupes por esas idioteces. Ya verás como se le pasan esas ideas. Lo que tienes que hacer es rezar a nuestro Señor Jesucristo.
-¡Todo esto es por esos libros que ha estado sacando de la biblioteca! En mi vida jamás he leído uno y bastante bien me ha ido. ¿No te enseñé el otro día la caravana nueva?
-¡Si es lo que dice el reverendo! ¡Teniendo la Biblia sobran los demás libros! ¡Que si la tinta es negra es porque se destila casi siempre con los hollines que dejan las almas de los condenados!
-Un día tendré unas palabras con ese bibliotecario. ¿Sabes que el muy maricón se depila como una zorra? Le han visto comprando esa cera... ya sabes.
-¡No jodas! ¡Tampoco se pasa por la iglesia! ¡Así le revienten el culo y le saquen de las tripas todos los demonios del infierno! Pero también te digo una cosa: me parece a mí que la culpa es tuya.
-¿Culpa mía que ese tipo sea marica? ¿Qué cojones quieres decir con eso? Responde rápido si no quieres que te rompa la cabeza.
-¡Eh! ¡Eh! ¡Tranquilo! ¡Calma! La culpa es tuya por querer saberlo todo. Si un nombre aparece en la Biblia ya te vale para el bebé ¿Para que coño necesitabas conocer el significado de algo que sale en las Sagradas Escrituras? Si en Vietnam me hubiese entretenido haciéndome preguntas algún amarillo me habría metido el napalm por el culo. ¡Nada de preguntas!
-¡Vete a la mierda viejo saco de mierda! Lo que yo me pregunte es asunto mío y ahora no estamos en la puta selva.
-¡Eso da igual! ¡Bien que la cagaste! ¡Bleh! Pero ya verás como cuando nazca el bebé los biberones y los pañales van a ponerle a Cindy los pies en el suelo.
-¡Bah! ¡Olvídalo y bébete ya esa cerveza! Llevo las cañas en la ranchera. ¿Vamos al río y echamos el anzuelo a ver si sacamos algo?
-¡Pedazo de bestia! ¿No me decías que tu parienta ya había salido de cuentas?
-¡Ja! No creo que el bebé nazca esta noche ¡Nadie querría venir al mundo para ver la cara horrible de mi suegra! ¡Ya podría haberse quedado esa bruja en su casa!
-¡Que le jodan a tu suegra! A ver si me la presentas otro día pero hoy no... ¡Vámonos al río! ¡Venga que estamos tardando! ¡Joe pásanos unas docenas de cerveza que nos largamos de tu antro apestoso! ¡Apúntalas en mi cuenta!


II

-¡Mierda tío! Tenemos las cañas... pero nos falta el cebo.
-No te preocupes. Podemos pasar por donde los desagües de la vaquería de los Johnson por donde echan la mierda al río y coger unas lombrices. Allí las hay a patadas y con un puñado nos bastará. Tampoco vamos a estar pescando toda la noche.
-Bien pensado. Pero tenemos un problema.
-¿Que problema?
-La vaquería cerró hace unos meses.
-¡Juas! ¿Y eso es un problema? Apuesto a que por allí todavía quedan capas y capas de mierda y muchas más lombrices que las que salen por tu jodido culo. Ya verás.
-¡Si tú lo dices! ¡Maldita sea! No sabía que fueras todo un experto en mierdas.
-A ver... Algo sé de lombrices para cebo. ¡Juas! Ni te imaginas de donde las sacábamos cuando pescábamos en el puto Mekong. Esos si que eran gajes de la guerra.
-¡Anda ya! ¡Puto fantasma! Todo el pueblo lo sabe... ¡Lo más que hiciste en Vietnam fue empinar el codo y pillar la gonorrea! Anda... ábreme otra cerveza, hay demasiada niebla esta noche para soltar las dos manos del volante.
-¡Juas! ¿Cúando ha sido la niebla un problema? ¡Toma! ¡Salud! ¡Si yo te contara! ¡Te ibas a cagar encima!


III

-¿No te lo dije viejo? Aquí no hay una mierda. La última crecida debió llevársela toda río abajo o tal vez la limpiaron los nuevos dueños de la vaquería. Dicen en el pueblo que el establo lo han reformado totalmente y que ahora lo dedican a cosas de internet. Sin mierda no hay lombrices ¿Que hacemos ahora?
-¡Cállate! ¿Es que el diablo te robó la nariz o qué? ¿No la hueles? ¿O hay que restregártela en la cara? ¡El rastro viene de allá arriba! ¡Junto a la casa de los Johnson! ¡Juas! Por el olor diría que vamos a pillar lombrices de primera.
-¡Joder viejo! ¡Menudo olfato! ¿Estás seguro que viene de ahí? ¿No te habrás equivocado?
-¡No seas marica! ¿Quieres pescar esta noche o prefieres irte a tu jodida nueva caravana a aspirar los pedos de tu suegra? ¡Esos señoritos de ciudad deben haber guardado estiércol para sembrar petunias y esas cosas de maricas! ¡Ahí está lo que buscamos! Puedo olerlo a millas, igual que en Vietnam.
-¿Me estás diciendo que suba esta cuesta y allane una propiedad privada por un montón de mierda? ¿No ves que las luces están encendidas allá arriba? ¿Y si salen y nos pegan un tiro?
-¡Cállate! ¿No he dicho que te calles? No se darán cuenta ¿No ves la hora que es? Seguro que ahí adentro están durmiendo la mona. Cogemos las lombrices y nos damos el piro. Eso es todo.
-Lo que tú digas. ¿Me pasas otra lata de cerveza? Espera viejo... espera... Antes de subir quiero ver lo que pone en ese letrero.
-¿Es que no sabes leer? Hasta yo que estoy medio ciego puedo leer el cartel. Pone “eRepublik Servers”. No sé que mierdas significa eso. ¿No te suena un poco sospechoso?
-Sólo sé que no son de por aquí. Seguro que son de esos negros sabelotodo... o judíos de esos que mandan en Washington junto a sus amigos comunistas.
-O mariconas... o liberales... como el jodido bibliotecario que le calienta los cascos a tu Cindy ¡Quitémosles las lombrices!
-¡No te pases viejo! ¡Que te meto un gancho y me quedo fresco!


IV

-Por aquí tampoco hay nada pero ahora si que me llega ese olor... ¡Joder! ¡Puaj! ¡Que peste! Creo que voy a vomit... Argh agg
-¡No hagas tanto ruido! ¡Eres una puta nenaza! En Vietnam habrías sido uno de esos mequetrefes que se echaban en la cara vicks vaporub para no oler el hedor a muerte. ¿Es que no tienes huevos? ¿Eres una señorita?
-Argh agg puaj... Pues ahora que lo dices. Para mi que esto no es bosta de vaca, esta peste es de animales muertos pudriéndose y viene... viene del viejo establo. Mira la puerta... la puerta... la puerta está abierta.
-¿A qué estamos esperando? Vamos a echar un vistazo. Lo mismo da sacar las lombrices de vacas muertas que de su mierda. En Vietnam flotaban cadáveres río abajo y no...
-¡Cállate maldito viejo! ¿No oyes algo? Viene también de allí, suena como un chapoteo y gruñidos.
-Entonces la peste viene de algo que está vivo ¿Que clase de criatura puede ser tan maloliente? Esto no me está gustando. Dejemos la pesca para otra noche y volvamos a casa.
-¡Ni hablar viejo! Si tengo que aguantar un numerito de Cindy cuando llegue a la caravana, al menos quiero saber que cojones hay allí adentro.
-Créeme, aquí pasa algo que no es normal. Ni siquiera los amarillos que me tuvieron prisionero en Vietnam...
-Escucha viejo ¡No es momento de contar batallitas! Si no quieres seguirme, ahí te quedas. ¡Tanta batalla pero al final eres una maricona!
-¡Mierda! ¡Te he dicho que no hagas ruido! ¿Acaso quieres que esos jodidos comunistas se despierten?
-Piénsalo bien viejo. Si aquí hay algo raro quizá podamos sacar provecho. ¿No crees que el sheriff nos dejará en paz una temporada si le llevamos un buen chivatazo?
-Uummm... Ya que lo dices. Y de paso limpiamos de mierda nuestro país.
-Mira viejo... De repente se me ocurre que esto puede ser uno de esos laboratorios clandestinos. Huelen a rayos por los residuos químicos, lo sé porque algo he visto por la tele.
-Si es así como dices no pienso quedarme de brazos cruzados. Pero olvídate del sheriff, tenemos que darnos prisa y pillar por sorpresa al enemigo. América es lo primero. No fui a una guerra para perder el país en manos de estos mierdas negros y homosexuales que pervierten y drogan a nuestros jóvenes.
-¿Qué mosca te ha picado ahora viejo? ¿A qué te refieres?
-Me refiero a que he visto que en la ranchera llevas varios galones de gasolina ¿Tengo que decirte más? Quememos toda esta jodida mierda como se hacía en los viejos tiempos y luego nos vamos a casa con la misión cumplida. Así actúan los buenos americanos ¿O quieres que todas las medallas se las ponga ese gordo chupatintas? Eso si es que el muy cabrón hace algo.
-Tienes razón... Aquí hay gato encerrado. Es muy raro que el sheriff en vez de hacer algo se dedique a incordiarnos a nosotros que somos verdaderos americanos. Seguro que se ha vendido a esos mierdas.
-Entonces ¿A qué estamos esperando?


V

-Buenas, le llamo del Hummungus Today. Perdone que le moleste. Antes de marcar su número he intentado hablar con el sheriff y otras personas del pueblo pero todos los teléfonos comunican.
-Bien... Espere un momento... Si... ¿En qué puedo ayudarle corazón?
-Ejem... Como puede imaginar, le llamo por los sucesos de hace dos noches en la vieja granja de los Johnson.
-Si... la granja ardió hasta los cimientos. Menos mal que los Johnson ya no vivían allí. Habían vendido su propiedad hace meses a unos señores de fuera del país.
-¿Entonces fue un crimen xenófobo?
-¿Xenofo... qué? Habla usted muy raro ¿Qué me quiere decir?
-Que si los autores del incendio intentaban matar a los nuevos propietarios de la granja por ser extranjeros.
-¡Que va! Allí no vivía nadie que se sepa. Tiene usted mucha imaginación cariño. ¿De donde dice que llama? ¿Está casado? ¿Que edad tiene?
-Ejem... le llamo del Hummungus Today... ¿Entonces que sentido tiene que incendiaran la granja de los Johnson?
-Ay no lo sé mi cielo... si lo supiera se lo diría... tiene una voz muy varonil... muy sexy ¿Le puedo llamar otro día?
-Ejem coff coff... Al menos sabrán quienes fueron los pirómanos.
-¿Los piroma... qué? Ay... ¡Dice usted palabras tan raras! ¿Está libre mañana?
-Ejem... Me refiero a los que quemaron la granja.
-¿Seguro que no está libre? A esos dos perdedores si los conozco. Fueron el viejo Cousin y un bala perdida del parque de caravanas al que llaman Sid Riverlady. Aquella noche salieron muy borrachos del garito de Joe. Yo no estaba allí ¿Sabe? Es lo que dicen en el pueblo... ¿No quiere tomar algo conmigo?
-Uff... ¿Y no han dicho por qué lo hicieron? Cuénteme algo más se lo ruego.
-Me cae usted muy bien ¿Sabe? Lo más que repiten esos dos fracasados es la palabra “bug”.
-¿Bug?
-Bug o bicho ¿No es lo mismo?
-No lo entiendo, la verdad.
-Pues aquí tampoco conseguimos entenderlo si le soy sincera. ¡Ay cielo! ¿Sabe una cosa? ¡Me lo comería a bocados!
-¿Le pasa algo señorita?
-A mí no me pasa nada bombón... pero el viejo Cousin y a Sid Riverlady no han salido muy bien parados del incendio.
-¿Es que sufrieron quemaduras?
-¡Que va! ¡La que echa humo soy yo!
-Vaya al grano por favor, tengo que escribir la crónica antes del cierre y ya es un poco tarde.
-Se lo diré más claro, los dos se quedaron turuletas.
-¿Quiere decir que se volvieron locos?
-Así es... Hay que suministrarles potentes medicamentos para que dejen de gritar “¡El bug! ¡El bug!” y sus caras, ya de por si feas, ahora dan espanto... por no hablar de sus alaridos y sus historias de un insecto gigante y pestilente lleno de cables saliendo del establo en llamas... ¿De verdad que no quiere quedar conmigo para tomar una copa?
-¿Entonces según me cuenta tienen que drogarles en prisión para calmarlos?
-¡Ay cariño! ¿Quien ha dicho nada de cárcel? Sus delirios son tan horribles que el alcaide los ha rechazado para evitar que los otros presos se amotinen. ¡Los han internado en el psiquiátrico que tenemos en el condado!
-¿De verdad?
-Es tal y como se lo cuento.
-¿Y no podría pasarme el número del psiquiátrico? Eso que gritan de “El Bug” me intriga bastante para ser sincero.
-No es necesario.
-¿Como dice?
-No hace falta que le diga ese número porque es el mismo número al que está llamando ahora.
-¿Y usted es...?
-Espere que le paso con un celador. Pero no lo olvide... ¡Me debe una copa y un buen revolcón! ¡Llámeme!