Yo, la peor de todas.

Day 820, 14:23 Published in Argentina Argentina by sofiabio
"Cuando un sueño se termina y uno empieza a despertar, necesita irse lejos, para volver a empezar."
Los Rancheros



Las muchachas tomaban provecho de la quietud del mediodía, para reunirse bajo el toldo del patio trasero, y distenderse de las rutinas conversando sobre trivialidades.Bebían agua fresca que una de ellas remontó a cuestas para compartir, hecho que no solía suceder con la frecuencia deseada.La tarde amenazaba soleada y calurosa, pero una suave brisa refrescaba las piernas desnudas que las jóvenes, abusando de la intimidad, descubrieron arropando sus largas faldas sobre las rodillas.

-Deja ya, María!!!! Que esa posición aquí no te sienta- sentenció una de ellas soltando la carcajada de sus compañeras.

-¡Ay sí!, Si la dejan se autonombra reina y señora del lugar.-sumándose burlonamente al reclamo, otra de las presentes.

-Mira que el lugar de favorita te lo has ganado con tu belleza física y no con esas ideas revolucionarias que se te han metido, aquí da lo mismo que seas muda, ¿quién va a escuchar una palabra de tu boca? ¡Despierta mujer! ¡Despierta!- vuelve a tomar voz la primera.

-¡Vamos niña soñadora! Sabes que te queremos bien, sabemos de tus dotes, pero sé sensata como y porque hayas llegado a este lugar no te diferencia de nosotras, el final ha de ser el mismo para todas, las niñas podrán reírse a tus costas y bendita seas por eso que puedes traerle alegría a este río de amargura, pero yo a mis años me veo en la obligación de evitarte ilusiones que te lleven a caer desde lo alto, bonita, el golpe puede ser más duro así.-Replicó dulcemente, al tiempo que acariciaba una de sus mejillas, la que parecía ser a simple vista la mayor de todas.

María, sentada casi de espaldas a las demás, miraba a la lejanía jugando con un pliegue de su falda, apenas si levantó su mano para posarla sobre quien le propinó la caricia en muestra de reciprocidad, siempre absorta en sus pensamientos, con la marca de una melancolía que se le encendía como fuego en la mirada, la exótica mezcla de belleza y convicción que emanaba su sola presencia, la separaba por mucho del resto de sus colegas y le había sido de instrumento para el respeto de sus pares, su inmensa nobleza hacía de ella lo demás.

-¡Hay María!.....!María!..... A ti que te sabes contenta con las novedades.... ¿has escuchado ya el rumor que corre por el pueblo?- Se le salía el alma del pecho mientras decía esto.

-Juana, mi querida Juanita......tantos son los rumores en el pueblo, si precisamente nosotras hiciéremos caso a todos.......- Sin crédito alguno a las palabras escuchadas.

-No María este no es un rumor cualquiera, ¡me extraña que tu no estés al tanto!.

-Y dime ¿cómo podría yo estar en tema de la sobrada hipócrita vanidad que el pueblo chismea en el mercado?, a ver, dímelo de una vez, no te vayas con vueltas y al grano que hoy no estoy de buenas por si no acusasteis ya con eso.

-No mujer, si vas hablarme en tal tono, nada tengo que decirte, deja que cuando pases de esta hosquedad que te traes hoy, será otro día.

-Pero juana!, desembucha ya y no te quedes en susceptibilidades que ya me conoces, no he querido incomodarte con mi mal genio, sabes que te aprecio, no tienes tu culpa de mis molestias, anda no seas tonta.

-María!, ¿María donde estás querida?, Apróntate ya y a ver si todas ponen entusiasmo a trabajar que esto no es una reunión social, señoritas.-Se oyó acercándose al lugar su tan poco respetada propietaria.

-Uffffff!!!! Que fastidio esta malformada mole de pocas pulgas que tenemos que tolerar...

-Calla Juana, que si te escucha te veo sin salario por tiempo largo mujer!, si, si, estoy pronta mi señora ¿dime tu?.

-Tienes a Calixto esperándote en el cubículo principal, y a ver si te pones a sonrojar esas mejillas al sol que me van a regatear por tu palidez, deja esos pajaritos que te traes y ocúpate de tus cosas que no te tengo aquí para aguantarte melindorsa ¿queda claro?, y vete ya, que me pones esos ojos de carnero y falta que me convenzas todavía.-Le soltó el rostro que le tenía sostenido por la barbilla y la dejó ir.

María se alejó acomodándose las vestiduras, y arreglando su larga cabellera levantada por un lado.Tenía unos rizos perfectos, cayendo como cascadas, desprolijamente sueltos y provocadores a lo largo de un rostro que ni lo ángeles soñarían con tener.La mole, como le decían, la observaba alejarse con una dejo de orgullo y ternura en los ojos.Sus compañeras en tanto, levantaban la sesión a regañadientes y haciéndose gestos por las espaldas, se mofaban de la señora del lugar.

Todas sabían bien del aprecio particular que Esta tenía por María y, lejos de celarle porque más la apreciaban para eso, no alcanzaba tal gesto de la doña para caerles en total gracia.Algo de afecto le tenían, por los años que llevaban a su lado, pero a decir verdad, tan poco era el respeto por la osca mole, que pergeniaban mil maniobras para sacarle de sus casillas.Casi la mayoría con gran éxito, lo cual les hacía más llevadera la situación a todas, juegos inocentes en el ámbito en que tal virtud parecía brillar por su ausencia, por lo menos a los ojos de las gentes.

La tarde se sucedió como tantas, y como tantas el caer de la noche les tuvo en ardua labor, hasta entradas las horas en que nadie decente osa deambular por las calles como para solicitar servicio, por supuesto, de tanto en tanto la tarea se registra fuera de los márgenes de la decencia popular, el lugar no es un templo para que sólo concurran seres plenos de moral, precisamente, pero estos casos saben ser los menos y hoy no era uno de ellos.

Fuera de fajina, las muchachas vuelven a la rutina de repartirse los quehaceres de la cena, a estas horas todas juntas formaban una gran familia, cuestionable quizá, desde cierto aspecto que cala hondo los huesos de la hipocresía generalizada de la época, pero unida y resistente como pocas podrán verse.

Solas en el mundo, se tienen las unas a las otras, sin más mascara que la realidad que les ha tocado vivir, sin más opción que compartir un destino al que se debe poner el pecho o desistir, olvidándose para eso de respirar el aire del nuevo día, cuanta verdad suele haber en los lugares donde la mentira ya no tiene sustento, cuanto amor nace de las profundidades de la miseria.Amor y sinceridad, las dos únicas leyes que las rige.

Prisioneras de su condición, las cadenas que las atan por su popularidad, las libera al mismo tiempo de su restringida condición de ser mujer, y a la hora de cenar la libertad está en su máxima expresión y conversan de temas que le valdría más de un azote a cualquier miembro femenino de la digna sociedad.

-María se te ha visto distante y silenciosa hoy, empieza con tus habladurías que nos gusta oírte.

-Si María, háblanos de tus ideas, que aunque imposibles nos hace bien oírte soñar en voz alta, tal vez así se nos despierte el ensueño a todas.

-¿Para que quieren que les hable?, ¿Para divertirse después a mi costa?, Yo les digo lo que todas ustedes deberían haber visto por sus propios ojos y luego me toman de payaso que les alivie el yugo, son ustedes mismas quienes se contentan con la carga que les pesa sobre las espaldas, si el burro se empaca y la carga no se mueve ¿para qué cargarle?, pero ustedes van felices como bueyes ,a ponerles el lomo,...... no , a mí déjenme tranquila que hablarles de nada va a servir...

-Pero que día tienes, nunca te hemos tomado en broma, si reímos, claro, pero la gracia no es tuya, todo lo contrario, mira afuera, asómate y mira cuanta ridiculez hay allí, de eso reímos ¿qué haríamos entonces de no reir?.-Sofía , la mayor siempre sabía poner el paño frío sobre la frente de María, sobre todo en esos días en que el humor le fallaba, su mal genio sabía ser frecuente.

-Mira.-prosiguió Sofía-Si te ha tocado nacer mujer y quieres respeto tienes dos alternativas, o te casas como Dios manda o té quedas con tu soltería sosteniendo la frente bien alta hasta el último de tus días, y nosotras no somos ni las unas ni las otras, riamos entonces, pues amargas lágrimas ya hemos derramado y nada cambiará por eso.

-¿Respeto?, ¿Cómo Dios manda?, Y donde ha dicho Dios semejante cosa ¿he?,...¿Porqué una mujer vendida al mejor postor merece más respeto que yo?,... ¿Es que acaso no paga ella por el precio que se ha depositado en su padre, con los mismos servicios que yo retribuyo la paga?, ...¿Qué?,... ¿El hecho de hacerlo una y otra vez,con el mismo hombre y por un mísero plato de comida, marca la diferencia entre ella y yo?¿Entregar su cuerpo a uno a gritos, y su corazón a otro en silencio, le hace más digna?, pues si es así, claro que la marca,... no cabe duda que no he de parecerme ni un ápice a ella, yo,... en primer lugar no lavo sus trapos por un mismo precio, yo no le sirvo como esclava a toda hora, yo no deseo otro hombre que no es mío y callo, porque yo no deseo ningún hombre, yo no se de propios y ajenos, todos son iguales para mi y a ninguno vendo ni mi exclusiva, ni mi vida, y menos aún mi dignidad,... yo elegí ser libre, libre de esas mujeres, libre de esos hombres y lo soy, mal que les pese a ellos, lo soy, yo no quiero saber nada de esos hombres ¿para que querría uno así?,... para mí son todos iguales, todos, y a ninguno me vendo, que les quede claro ...y que se guarden su respeto donde más les plazca, que mira lo que vale el respeto que les guardan a sus mujeres, mañana los veréis pasando esa puerta cayendo a nuestros pies ...mientras sus mujeres en el mercado nos proclaman a viva voz ,“ mujeres indignas”, ... tenéis razón,... reíd,... reíd muy fuerte, que todos les oigan reír........yo me voy a dormir que no he tenido un buen día y mañana vendrán, los veréis pasar por esa puerta...


Mujer - Los rancheros:

http://www.youtube.com/watch?v=YsJOKox0Z00