Una ley paraguas

Day 3,043, 10:59 Published in Spain Spain by anaximenes

Hay gente que cree que en eRepublik no hay meteorología. Están equivocados. Lo que pasa es que aquí todo es un poco diferente a la VR. Aquí no existen nubes, ni tampoco asoma el sol, aunque tenemos a Warm, que nos ilumina con su luz. Sin embargo, a veces hay tormentas, tormentas terribles que te invitan a quedarte en casa y no salir, a huir y emigrar a otros juegos. Tormentas de esas que se extienden por todos los foros, los periódicos y el gobierno.

Estos últimos días hemos asistido a una tormenta como pocas. Hay quien la considera una cidclogénesis explosiva y quien la ve más como un huracán generado en las profundidades del mar. No importa, al menos a mí no me importa. Lo preocupante es que esa tormenta nos empapa a todos y apaga cualquier fuego tenue, que pudiera calentarnos o animarnos a salir de casa.

Tormentas como esta alimentan a los profetas de la Justicia Independiente, hinchan a los detractores del outgame y congelan el café de los políticos vocacionales. Tormentas así lo cubren todo de un color oscuro y desagradable. Por eso deberíamos reflexionar sobre si no sería bueno prevenir estas situaciones. Si no sería sano contar con una ley paraguas que nos proteja de estas tormentas.

Mi propuesta es la siguiente: Todos los congresistas harán un depósito de una cantidad elevada de oro al comenzar la legislatura, si se portan bien y no insultan a nadie, al final de la legislatura, por votación unánime de todos los demás, recuperarán su dinero. Si no, el dinero se lo queda el Estado. Así al menos nos compensan por los destrozos de la tormenta.

Es probable que la actitud infantil habitual en el Congreso tenga como resultado que se nieguen la recuperación del depósito unos a otros, pero eso es bueno. Beneficia al Estado, desanima a cierto tipo de persona a presentarse a las elecciones y, sobre todo, hace a los congresistas conscientes de que, cuando desatan esas tormentas, perdemos todos. Ellos su dinero, los novatos las ganas de jugar y nosotros nuestro tiempo.

A ver si así entienden que respetarse unos a otros no es una opción, es una obligación que contraen cuando toman posesión del cargo.

¿Será suficiente para que no haya más tormentas? Probablemente no, pero al menos la tormenta no saldrá gratis, al menos habremos hecho algo para prevenirla. Con un paraguas no evitaremos que llueva, pero nos mojaremos menos.

¿Qué opináis?