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07:30 AM

El sudor perlaba todo mi cuerpo, mientras una gota se deslizaba por mi cuello hacia mi torso desnudo, casi haciéndome perder la concentración. Pero yo seguía con rítmicos movimientos, casi al borde de la extenuación. Entonces ella me gritó con todas sus fuerzas:

- MÁS! MÁS!, más rápido, más fuerte!

Lo que provocó en mi un renovado esfuerzo por satisfacerla, para dar el máximo de mí.

Y ella:

- MÁS! MÁS!

Hasta que al fin, reuniendo hasta el último ápice de mis fuerzas lo conseguí. Aunque debo confesar que me costó. Entonces, ella me miró con mirada pícara y con su media sonrisa característica. Inmediatamente pude adivinar sus intenciones.

- Otra vez, Thargad. Quiero más.

- NOOO! Lana, no puedo más, por favor, ten piedad de mí!!.

- Otra serie más de abdominales y podrás irte a la ducha. La fama cuesta, y aquí es donde vais a empezar a pagar… con sudor!!. No quieres ser un soldadito bueno y servir a tu patria? Pues tienes que estar fuertote. Y para mañana te tengo preparada una sorpresa.

- Ah, sí?, cuál?

- Mañana, Napoleón!.

08:00 AM
Tras una ducha reconfortante me fui a la mesa para tomarme mi merecido desayuno. Había que recuperar el punto de wellness perdido con Lana, y además me esperaba una dura jornada de trabajo, Así que me decidí por desayunar fuerte: un bol lleno de cereales Q3llogs Special K, enriquecidos con omega 3. Eso sí, con leche desnatada y sacarina porque hay que conservar la línea.
Cuando estaba terminando mi desayuno, llamaron a la puerta de mi chabola Q1. Era un mensajero de DHL que me traía un paquete envuelto en papel de regalo. De quién podía ser? Hoy no es mi cumpleaños, pensé. Tras firmar el recibo y darle 0.01 ESP de propina al mensajero, vi que el regalo llevaba una tarjetita. Lo que me temía, era de mi jefe, Loker Seviet, el jefe de la compañía en la que trabajo, quien por lo visto me enviaba un regalo Q1. Últimamente me había llegado ciertos comentarios, quejas e incluso amenazas de despido debido a mi escaso rendimiento en el trabajo. Con ese regalo seguro que mi jefe pretende subirme mi wellness para que rinda más. Es un explotador, como todos los jefes, pero en el fondo lo quiero. Peor es lo que le pasa a la pobre Lantanique con su e-jefe.

CONTINUARÁ...

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