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-¿Hola?.. ¡Hola!...- El 2clicker, ya caído, aun no había recobrado la vista, sin embargo se había dado cuenta de que repente algo había cambiado. -¿Qué diablos pasa?, me siento más… ¿Ligero?.
Poco a poco comenzaba a recuperar la visión, pero eran pequeños destellos, lejanos, y al mismo tiempo, un estruendoso ruido, algo que no había escuchado nunca, parecía envolverlo con más fuerza a cada segundo. De repente, alguien le golpeo por detrás en el hombro.


-Estúpido, ¿Qué coño haces?, nos están dando duro. ¡O mueves tu puto culo a la línea del frente, o te muevo yo a ostias!.
-¿Có… cómo?- El golpe parecía haberlo sacado del trance. Se encontraba frente a una persona uniformada, al igual que él para su sorpresa; su rango, una estrella dentro de un círculo con dos ramas de laurel, no lo reconocía, pero por la forma de gritarle debía de ser alto. Tampoco sabía dónde se encontraba; de repente se veía en campo abierto con gente corriendo y vociferando de un lado para otro. Estaba totalmente confuso.
-¡Que te muevas joder!, ahí hay un maldito portugués que está pegando fuerte por Serbia, y Castilla La Mancha debe ser liberada.-
-¿Castilla La Mancha?¿Y que..., que hacemos aquí?.
-Joder, lo que me faltaba, otro maldito novato; así nos va. Coge tu arma sube a aquella colina, y liquida cuanto se acerque desde el lado contrario, hay que conseguir avanzar.
. Ni se había percatado, pero llevaba un arma colgada al hombro. Era un arma enorme, diferente a cuantas había visto hasta el momento; sin embargo pese a su tamaño se dio cuenta de que era extrañamente ligera, es más, le habría costado decir que pesara un solo gramo. La acercó un poco más a sus ojos. . Sin embargo también se dio cuenta de que había una pequeña inscripción en la culata.
-"Solo apunta y dispara. Disfrútala".
-¡Qué mierda balbuceas!, ¿Vas borracho o qué?.- Al parecer aquél desconocido no veía nada raro en el arma.
-N..no..
-¡Pues haz ya lo que te digo joder, o juro por Dios que te mato yo mismo!.


Totalmente aturdido, el nuevo soldado prefirió no tentar mas a la suerte y hacer lo que se le ordenó. Subió a una pequeña colina; estaba repleta de árboles quebrados, y en el suelo se encontraban por doquier agujeros provocados por el impacto de los obuses. En lo alto vio un gran cráter bordeado cubierto por el tronco de un árbol caído y algunos arbustos, y pensó que sería un buen lugar para apostarse; en el peor de los casos, ya tendría cavada la tumba. Antes de llegar a lo más alto, ya se había convertido en un blanco fácil debido a la carencia de vegetación, y una serie de disparos que impactaban y hacían saltar las astillas de un árbol próximo, le hicieron tirarse contra el cráter en cuanto lo tuvo al alcance.
-¡Eh, quien coño eres!. -Al parecer el lugar era lo suficientemente bueno como para que ya estuviera ocupado. Antes siquiera de ver donde había caído, tenía un arma apuntándole.
-¡Vengo a defender la línea española, no dispares!. - No sabía quien era aquel tipo, y por tanto, si las palabras que escogió eran las adecuadas. Podría ser fácilmente un serbio que había conseguido cruzar sus líneas, o aquél portugués del que había oído hablar.
-Sigue entrando así a los sitios y no durarás. ¿Cómo te llamas?.
-FalkonESP
-Me suenas un poco, pero no creo que haya sido de verte por aquí.- Una nueva ráfaga de tiros les pasó por encima, dejando nuevas muescas en el tronco que se encontraba sobre el cráter. El 2clicker notó algo, y asustado se tocó la parte superior del casco; sin embargo no fueron más que astillas. -Agáchate más joder. Bien, te comento. Por ahora la cosa no anda mal, Publio 2.0 les ha estado jodiendo bastante hasta que se ha quedado sin fuerzas, y eso nos ha dado un respiro; sin embargo ahora quieren retomar posiciones, VasquinhoL, y toallero de mierda, esta descargando a base de bien. Por cierto, pásame un cargador, que estoy en las últimas.
- -la verdad es que el 2clicker no sabía que decir. -Yo estoy igual, llevo medio cargador y uno de repuesto.
Su compañero de agujero se sacó un cigarro del bolsillo y se lo encendió.
-Habrá que fijar bien los blancos pues.


Había llegado el momento, y si no daba la talla habrían testigos, al menos por el momento. El 2clicker intentó acallar un poco esa vocecilla que le preguntaba continuamente que hacía allí, y que estaba haciendo; una vocecilla que parecía querer taladrarle la cabeza. Asomó la punta del rifle a través de los arbustos, y echó un ojo por la mirilla…, podía verlo todo con total claridad.


¡Bang!. Un muerto… dos…. tres…; parecía muy fácil. Y ahí estaban ambos. Uno pendiente de su mirilla, callado, y con su mente a kilómetros de distancia; el otro intercalando grandes carcajadas con insultos a diestro y siniestro, como si quisiera utilizarlos como medio de solventar su escasez de munición. No podría decir cuando tiempo había transcurrido, cuando de repente, el 2clicker simplemente no pudo más; estaba totalmente exhausto.
-¿Te falta munición?.
-Ehmm… -no sabía que contestar a eso; siquiera sabría decir cuántos disparos realizó-, si. Ni una bala.
-Hay a quien le gusta guardarse la última, para no darle el gusto a nadie. De todos modos -le dio un golpecito en el hombro, y le señaló hacia el frente-, mira, están huyendo como putas-. El compañero de trinchera se puso en alto, dejando asomar la parte superior al pecho, solamente para seguir con su batería de insultos hacia los soldados enemigos, sus familias y sus ascendientes. No volvió a agacharse hasta que se oyeron cerca el silbido de unas balas. -Jaja, maricones. Por cierto, lo has hecho jodidamente bien; la verdad es que me has sorprendido porque cuando te vi caer en la trinchera ya pensaba que me tocaría compartir agujero con un cadáver.
Ambos se disponían ya a salir, cuando de repente escucharon pisadas.


-¿Aliados?- preguntó el 2clicker.
-No entiendo lo que dicen, pero por la dirección que llevan, diría que son un grupo de avanzada enemigo que consiguió cruzar líneas y ahora se retira junto al resto-. Se trataba de un grupo de 4 hombres, uno de los cuales con un vendaje en la pierna y apoyado en dos de sus compañeros. -Agáchate, les dejaremos pasar, aquí ya ha terminado todo.
Las pisadas eran cada vez mas fuertes. Se podían escuchar los quejidos del herido, al tiempo que sus compañeros parecían recriminarle algo en voz baja, posiblemente pidiéndole que aguantara el dolor y que hiciera el menor ruido posible.
Entonces algo le pasó al 2clicker por la cabeza, algo que probablemente sabía que estaría mal. Estuvo pensando en ello durante unos segundos, que para él se hicieron eternos, pero cuando la pareja quedó a la espalda de la avanzadilla enemiga en retirada, sin mediar palabra se levantó, lanzó una granada contra ellos, y los eliminó.


-¿Qué haces joder?. Esto está ganado, y ellos en retirada y con un herido; ¿Acaso no te gustaría que te gustaría que te dieran a ti esa oportunidad?.
Sabía que se había equivocado, pero prefirió no extender el tema. Se aseguraron de que todos estaban muertos, salieron del hoyo con cuidado, y volvieron con el resto sin cruzar palabra. Se separaron algo antes de llegar al centro de mando, y el 2clikcer, con la mente un poco perdida se sentó en un árbol, apoyándose entre sus ramas. Unos minutos después, se le acercó aquel militar desconocido con el que se topó al inicio.


-Soldado -le dio un golpe en la rodilla con la punta de su bota llena de barro-, ¿Cómo te llamabas?.
-FalkonESP.
-Has peleado como un condenado ahí arriba, y me dijeron lo que hiciste con ese grupillo de cobardes asquerosos. En mi opinión esto es una guerra total en la que o matas, o debes morir- las palabras de aquel hombre le eran cada vez más familiares-; los clementes son un lastre que debilita nuestras líneas. Toma, esto es para ti.
Le tiró un pedazo de metal entre las manos. Se trataba de una medalla por su participación en la batalla, una medalla dorada pero que le supo a hierro oxidado. El 2clicker se quedó un rato mirándola aunque con la mirada algo perdida, hasta que de repente se dio cuenta.
-Espero que la hayas disfrutado; por cierto, cuando quieras puedes darme las gracias.
El 2clicker alzó la vista rápidamente, pero ya no había nadie. Aquel que lo había incitado a caer, quería asegurarse de que se mantenía por el nuevo camino marcado. Y de repente el 2clicker se sintió completamente solo, con una medalla en las manos que le recordaría lo mal que actuó aquella noche.


El resto de la semana pasó sin pena ni gloria, yendo y viniendo de una a batalla a otra; no sabía si quería convertirse en un libertador, en un mercenario reconocido, o simplemente esconderse hasta que todo pasara. No sabía muy bien quienes eran sus enemigos o sus aliados, técnicas de batalla, la importancia que tenía luchar en unas con respecto a otras…, desconocía totalmente ese mundo, y le tocó apañárselas como pudo con experimentación forzosa, y sobretodo intentando sacar el máximo de información posible a todos aquellos con los que se topaba. Después de tanto tiempo, se había dado cuenta de que era un completo novato.
Y mientras una medalla guardada en el bolsillo de su camisa, la cual parecía arder como el fuego del infierno y quedársele grabada en el pecho para recordarle siempre su vergüenza.