Mi primera BH.

Day 2,550, 09:01 Published in Spain Spain by Barriga Verde

Eran otros tiempos, cuando ser mil eurista era sinónimo de fracaso, y en las calles se hacían botellonas de Ballantimes mientras el Vat 69 habitaba de forma perenne en las estanterías del supermercado del barrio, cuando de forma casual, mientras trasteaba por internet buscando información sobre una canción que había escuchado en un programa de radio me topé con un juego que decía ser un simulador social, llamado Erepublik.

Raro me resultó que el primer día superara en esta nueva red social mi récord de amigos de facebook, 24, contando familiares claro. Rápidamente también me encontré con una gran cantidad de acrónimos, perdón siglas; averigüé no sin gran decepción que el MoFA no era el amiguete payasete que siempre se tiene, que hace bromas muchas veces pesadas, sino todo un señor ministro, que TP no significaba para todos los públicos sino “True patriot”, que es una medalla que se gana cuando ves la bandera de tu país y te pones palote, no se vale tomar viagra para simular ese sentimiento; más otros muchos más palabros que hacía difícil entender a un castizo del lugar.

“El MoFA dijo al MoD que el CP quería abrir RW como TW y que las BH y y las RH serían fáciles” podría decirte un oriundo de eEspaña sin pestañear si preguntabas por la razón de atacar a unos u a otros, quedándote muy muy claro, que para ser un experto militar en este juego, primero había que ser un auténtico genio de la lengua.




Pasaba el tiempo demasiado despacio como para aceptar que un mes en ER son 4 años de la vida real, cuando empezaron a decirme que para poder pagarme la mejora de los “training” podría utilizar las BH, y enseguida recordé que en mi infancía, 16, 17 años, yo había tenido una BH que seguramente aún estaba guardada en la cochera, junto con el fuerte de playmobil que los reyes me echaron con 15 añitos, edad en la que yo ya sospechaba que eran los padres pero no lo decía para que me siguieran trayendo cosas, y los pini pon de mi hermana con los que juro que nunca, nunca, nunca he jugado, aunque tenían una granja muy chula.




Ganando 5 de fuerza al día entrenando con todo lo que tenía, tomé la determinación de llamar a mis padres al pueblo para que miraran si la BH estaba bien como para utilizarla del piso a la universidad y si era así, traérmela el próximo fin de semana que bajara a verles.

Ring Ring (los teléfonos de los padres siempre suenan a clásico)

Mama:Digaaaa
Yo: Mamaaa
Mama: ¿Quién eres?
Yo: ¿Pero no lo ves en el móvil que soy yo?
Mama: Es que no me he puesto las gafas quien eres.
Yo: Soy yo tu hijo ¿quién te va a llamar mama si no yo?
Mama: Qué quieres que es la hora de la novela y me la voy perder.
Yo: Mama dile a papa que busque mi bh en la cochera y que si no esta bien que la arregle que quiero hacer ejercicio de camino a la univesidad.
Mama: ¿Ejercicio tú?
Yo: Si mama que ahora tengo amigos nuevos en un sitio llamado erepublik y todos van al gimnasio.



Mi madre conocía mi eterno problema para hacer amigos y se alegró aunque le estuviera jodiendo la novela.

Mama: ¡Qué alegría hijo! yo se lo digo a papa no te preocupes, la semana que viene te llevamos la BH
Yo: Adios Mama un abrazo y a ver si no me echas mas tupper con morcilla picante que luego no hay quien aguante los gases en la Uni.
Mama: Adios ranita mía abrigate mucho.
Yo: Mama coño que soy un hombre deja de llamarme ranita.


Una semana más tarde, y habiendo logrado quitarle las ruedecitas pequeñas a la BH sin permiso de mi madre eso sí, que aún no se fiaba de si me caería, recorría yo alegramente el camino hacia la Universidad, Mi primera BH seguía en todo su esplendor.