Historia de dos hermanos.

Day 1,183, 19:36 Published in Spain Cuba by Miguel Bakunin

Hoy me siento inspirado y os voy a contar una historia sobre dos hermanos.


El mayor de estos dos hermanos era grande y fuerte, además de serio, coherente y trabajador. Todas las personas del barrio lo conocían y lo respetaba por sus ganas de ayudar a los demás y porque era distinto al resto de gente.
Por otro lado estaba el menor de los hermanos. Este heredó de su hermano mayor las ganas de ayudar a quien lo necesita y el trabajo diario, pero tenía una personalidad distinta, mientras que el mayor era serio y rara vez mostraba sus sentimientos a los demás, el pequeño era travieso, extrovertido y le gustaba armar jaleo y divertirse.
El hermano mayor siempre decía:

-Hermano deberías comportarte como yo, si no, nunca serás respetado.
-¿Por qué?- Contestaba el menor -No todo debe ser trabajo y seriedad, la vida también es diversión.
-Así jamás llegaras a ser lo que yo soy.- Terminaba diciendo el mayor.

El tiempo pasaba y el hermano menor seguía creciendo, divirtiendose y aprendiendo de la gente nueva que se mudaba al barrio. El mayor por otro lado sabiendo que ya era grande, fuerte y tenía buena fama siguió haciendo las cosas como siempre, porque para él, ser coherente significaba no cambiar nunca.

Cuando el hermano menor había crecido lo suficiente, empezó a trabajar con el mayor, y pese a que trabajaba tanto como él, seguía armando follón y divirtiendose. El hermano mayor, que era el encargado de la empresa, no le gustaba que se trabajase de ese modo y decía al menor:

-Sé serio y trabaja de la misma forma que yo, o dejaré el trabajo y me iré a otra empresa.
-Es mi forma de ser, no intentes cambiarme. ¿Qué más dará si además de trabajar me lo paso bien? Al fín y al cabo hacemos lo mismo, y lo hacemos juntos.

Pasaban los años y cambiaba el barrio cada vez más. El barrio ya no era un lugar donde la gente solo trabajaba y cuando terminaba sus labores se iba a dormir, ahora, la gente del barrio era más joven y le gustaba salir a divertirse. Todo estaba cambiando y mientras el hermano menor disfrutaba más que nunca con los nuevos vecinos, el mayor ya no salía de casa e intentaba vivir como antes se hacía, ni siquiera iba a trabajar para no mezclarse con gente a la que consideraba demasiado distinta a él.

-¿Por qué no sales hermano?- Preguntaba el menor- Aunque no quieras venir a tomar algo, por lo menos ven al trabajo.
-¿Trabajo?- Contestaba el mayor.- Yo he hecho más que nadie por esa empresa, por eso soy el encargado. Id empezando vosotros y cuando termineis me pasaré a ver como lo habeis hecho.

El hermano menor siguió trabajando con sus compañeros en la empresa y cuando acabaron el trabajo avisaron al mayor para que lo viera.

-No me gusta- Dijo el mayor- No lo habeis hecho como yo quería.
-Si hubieras venido a trabajar sabríamos como querías que lo hiciesemos. ¿Mis compañeros y yo hemos trabajado para nada?
-Lo siento, así no se hacen las cosas.

El hermano menor estaba harto de tener que depender de su hermano para todo y de tener que esperar su aprobación siempre. Por su parte el mayor se sentía avergonzado de su hermano y no le gustaba que le replicara en todo. Ambos eran muy orgullosos y ninguno de los dos quería ya seguir siendo familia de su propio hermano, pero por el bién de su barrio seguían juntos y trabajando en la misma empresa.

Llegó un día en que el hermano mayor enfermó gravemente por no salir nunca de su casa ni cambiar su estilo de vida. Todo el barrio temía seriamente por su vida, aunque el hermano mayor se negaba a verlo y seguía encerrado en si mismo. El hermano menor viendo el estado de su hermano y pensando en que si este moría el barrio y la mepresa perderían una persona necesaria, pensó:

-Espero que antes de que mi hermano muera yo sea lo suficientemente grande y fuerte como para ocupar su lugar.

Pero el hermano mayor no mejoraba de su enfermedad y moría cada vez más rápido, por lo que el hermano menor intentó ocupar su puesto de encargado en la empresa antes de que cualquier persona de fuera de la familia lo hiciera. El hermano menor quería ocupar ese puesto porque si no era uno de los dos quien estubiera ahí, el barrio se iba a resentir mucho.

A pesar de la buena intención del menor, solo consiguió que su hermano se enfadara más con él:
-¿Crees que puedes ocupar mi puesto? ¡¡Digais lo que digais la gente del barrio no estoy enfermo ni me muero!!
-Te guste o no, te estas muriendo y si no soy yo el que ocupa tu lugar, vendrá otro y lo hará, y nunca cambiaremos este barrio.
-Se acabó. Cierro la empresa, y a partir de hoy dejamos de ser hermanos.




A partir de ese día todo cambió. Nunca volvieron a llamarse hermanos ni a trabajar juntos. Quizás sea lo mejor para la familia, aunque no lo sea para el barrio.