Evaluación Erepublik - Parte 1

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Resumen de Erepublik en la actualidad:

LUNES




MARTES

MIÉRCOLES



JUEVES

VIERNES



SÁBADO

DOMINGO



LUNES




...


Y así una y otra vez en un bucle infinito. Exactamente en eso se ha convertido Erepublik. Una sucesión continua de misiones que vienen de la mano de ofertas de oro y barritas. Unas misiones que han pasado a ser una mera excusa para el consumo, gasto, consumo y nuevo gasto de oro y barras sin ningún tipo de originalidad ni beneficios. Las misiones son repetitivas, los premios cada vez menores y tan consecutivas que, a menos que gastes dinero, es imposible competir en todas ellas.

La mayoría de los jugadores sólo podemos competir una vez o ninguna y las tres siguientes, llegar a coger lo que buenamente podamos y fuera. ¿Qué sentido tiene montar una competición en la que el 90% no puede competir? Los euros.

La mayoría de los juegos por los que he pasado tenían su parte de pago. No obstante, era un añadido. La gente podía jugar en todas sus fases y únicamente, quien pagaba, tenía un objeto más avanzado, más energía o algún extra. En Erepublik no es así. Si no pagas, no juegas. Un jugador que entre hoy, tiene que subir los Trainings, cientos de oros. Tiene que montar empresas, cientos de oros. Tiene que comprar barras si quiere pintar algo en una batalla, cientos de oros. Si no, la única opción es pegar dos minutos un daño pequeño e irte hasta dentro de 12 horas. Yo mismo, para potenciar la parte militar, que era la que me hacía gracia, invierto todo el oro que gano en barras. No tengo ni una empresa y ni siquiera he subido al máximo todos los Trainings. Gracias a eso, puedo pegar tanqueadas cuando he acumulado como para comprar 20-30 barras. A cambio, no produzco ni un pan.

Ojo, no estoy en contra de gastar dinero en el juego. Algunos pertenecemos a una época en la que para echar una partidita, había que bajar a la máquina del bar con un puñado de monedas. Nuestro mayor logro era pasar el Golden Axe con una de cinco duros. No digo dejarte cien euros, pero un pack de 9,90, que te permita comprar una empresa, que disfrutarás ya durante años y pegar un par de veces de media hora, ¿por qué no? Es cierto que con eso te vas de cena, también que te lo gastas en tres paquetes de tabaco y al tercer día tienes que bajar a comprar igual.

Mi queja es que sin ese gasto, no eres jugador. Eres un pintamonas. Y aquí surge la pregunta, ¿no es un juego?

El empecinamiento de AB y compañía en generar beneficios cada vez mayores, ha transformado un juego en una máquina tragaperras. Eche su monedita si quiere seguir jugando. Hasta el punto de causar una desbandada de jugadores en los últimos tiempos que ha dejado un verdadero erial.

He aquí mi visión al respecto:


¿JUGABILIDAD?




Una de las cosas que más llama la atención de Erepublik, aparte de obligar al pago para poder disfrutar del juego, es que obliga a los ciudadanos a no jugar y a marcharse fuera del mismo.

El primer caso, el holdeo. Un ciudadano que quiera pintar algo, tiene que forzarse a no jugar. Tiene que pasar meses sin pegar, sólo entrenando, subiendo fuerza, ahorrando oro. Al final, entra a u juego para no jugarlo, sino para tener posibilidad de hacerlo algún día. Hipoteca su presente para tener un futuro. Además de carecer de toda lógica, repercute en el resto. Organizados por países, una nación se enfrenta al resto con la mitad de sus ciudadanos sin tomar parte en la contienda, la economía o el mercado.

El segundo caso, más increíble aún, es el del Outgame. En la mayoría de juegos, el Outgame es un añadido, un foro para comentar, dar trucos, intercambiar. En este juego el Outgame es la mejor parte del mismo. Hay más vida de Erepublik en Google Docs que en el mismo Erepublik. Un juego que obliga a la gente a jugar fuera de él.

¿Cómo repercute esto en los nuevos jugadores?


LA CORTA ESPERANZA DE VIDA DE LOS NOVATOS



Un nuevo jugador, de los que pinchan en el enlace que un perfil femenino con una foto de una morena tetona ha dejado en Marca o en YouTube, llega hasta aquí y rápidamente se ve inmerso en una vorágine de sucesos. Se hace ciudadano, elige una milicia, pega, monta una empresa, elige un partido político, entrena, hace diez misiones, va al mercado... En diez minutos pasa por todo el juego.

En ese instante, comienzan las dudas. Tiene 20 oros. Quiere seguir pegando, pero necesita armas. Tiene que vender oro para comprarlas. A pesar de que hay una gran variedad, o compra Q7 o hace un daño ridículo. Pero, también se da cuenta de que necesita fuerza para pegar. Y para eso tiene que subir los trainings, que cuestan oro. El módulo económico, ni lo toca, porque ya ha visto en el feed que todo el mundo le recomienda que suba los campos de entrenamiento.

Le han dicho que se apunte al Outgame, pero no entiende nada, sabe que alguien habla de no sé qué de una pulpología, que algo de un lulz, pero de todos modos él ha entrado para jugar a un juego de guerra, no para apuntarse a un foro.

Al final ha subido un Training. Ahora le apetece seguir pegando, pero no recarga energía hasta dentro de 12 horas. Acaba de llegar y tiene que dejar de jugar. Tiene que comprar armas, pero de dónde saca el oro. Sólo le dan por medallas y para eso tiene que pegar o entrenar y trabajar durante días. Observa que los demás pegan y pegan bien, mientras él ha hecho 1200 de daño, el que marca el ritmo lleva 1kk. Y cuando pregunta en el feed qué tiene que hacer para llegar a eso, le dicen que dejar de jugar. Que se tire seis meses entrando sólo a entrenar y ya, si eso, podrá jugar a algo.

A los veinte minutos de haber entrado, el nuevo jugador se marcha para no volver, muriendo su cuenta al poco tiempo y con la sensación de haber sido estafado al registrarse en un gran juego de estrategia militar.

¿Puede este juego ofrecer alguna opción real de diversión?


Mis teorías, en la segunda parte.


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