eRepublikator parte 10

Day 1,108, 15:49 Published in Spain Spain by galizalivre

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eRepublikator Parte décima

Quedé en manos de Xavierrr, Rey98 y Krai1, ellos me llevaron como si fuéramos de marcha al local de Mojo, nos perdimos entre la gente en un concierto, una vez allí me dejaron con Manu1962 que me presentó a Borra en la sala de las coolpics y él me llevó a su local, me dejó charlando con Superi viendo videos de la Internacional Coolpiquera y este me llevó ante galaico que me esperaba fuera. Entramos en unos cines y el propio Mojo jojo23 apareció con su camiseta de conejo ante mis ojos, el me llevó ante Guela dentro del club Cosmopolitan que me dejó en manos de sevillafc que miraba tranquilo un desfile de lencería femenina, este me llevó al museo de viñetas de Fision boy que me acercó hasta Beznev, que me llevó al edificio de Nel donde me coló jose_ma294 y me hizo salir por detrás donde me esperaba Coquer que me pasó por CyD, DjLois por forocoches, Amnarod por EJ, Raulcv me acercó hasta Askatasuna, con el avancé unas manzanas por edificios de desafiliados y me despidió dejándome en manos de Vasilli Saizer que me pasó a Agila, este a Albus Dumbledore, El Mitico,Tarabinculado, Rompo todo e non pago nada, bosqe, Rodi Sikni, sevillafc, Carberniqui, Ichigochan, Mormeg, Vashellsing…, tantos que se me van los nombres, era un mareo, cada uno avanzaba su tramo acercándome no sabía a dónde, pero pronto vi que era a unas naves industriales abandonadas que tenían las letras Escuelas estatales. Allí dentro Tito011 me dejó con qablo, galiza y Borra, este último me contó lo que pretendían.

-No podemos estar seguros de nada pues hemos descubierto muchos bugs y estos nuevos cambios nos traen de cabeza, es la guerra continua. Te llevaremos a una tienda, es la de luisigla, es la contigua a la de la fuente. He intentado entrar en su sistema varias veces pero no he podido avanzar más y tenía miedo de delatarme. Es un lenguaje que no conozco, como mínimo hay más que ceros y unos y eso me tiene descolocado, me da que solo tu podrás hacer algo.

Me desearon suerte, el propio luisigla y ripy86 me acompañaron a la tienda, era un lugar normal, casi igual al que había tenido y seguramente igual al que me había correspondido esta vez. Les pedí que salieran, necesitaba concentrarme en lo que tenía entre manos. Saik me había dado el nombre de la fuente, pero debía ser muy precavido, entré en la pantalla, los ceros y unos me enseñaron lo que podían y con un gusanillo entre a ver que había, solo entrar y salir y si, aquello ya era mi mundo, lo que conocía, allí sí que sabía funcionar. Tenía claro que penetrar directamente en su sistema era no solo una temeridad, sino imposible, con lo que podía hacer era dejarme ver, si veía que alguien usaba su sistema, alguna alarma les saltaría, iba a poner un anzuelo con mi antiguo yo como víctima, al menos la tienda seguiría existiendo y a ver qué pasaba. Dejé un reloj accionado bien seguro, así que tenía un rato y esperaba que fuese suficiente, llamé a mis anfitriones y les pedí que me llevaran a aquel lugar donde había pasado los primeros días y no estaba lejos.

La tienda de al lado era de un tal Blakot y no puso impedimento en dejarnos pasar, los otros estaban nerviosos y no sabían que debían hacer y me lo preguntaron, aunque pronto dejaron de hablar.

Fuera se escuchaba un revuelo tremendo y salimos aceleradamente a ver qué pasaba, la tienda de la lado ya no estaba, había volado por los aires y algunos habían capturado a unos cuantos sin rostro que habían sido los responsables, pero en este mundo no existía la justicia, hacía poco que la había prohibido y nada se podría hacer contra ellos. Sus cuerpos eran binarios pero sin rostro, eran un ejército a las órdenes de una fuerza mayor que no había salido de su escondrijo, tenía que pensar otra cosa para conseguirlo, pero al menos ya sabía a qué me enfrentaba...

Allí ya no había más que hacer, algunos de los muchos que me habían ayudado en las últimas horas se acercaron a ver la desgracia del desastre, aquello no era una expulsión, era violencia pura y dura como nunca se había visto. Aquel lugar donde las guerras era dar cliks para subir un muro no estaba acostumbrado a aquello y la noticia sacudió los cimientos de aquel nuevo emundo, aquella era la prueba que necesitaban algunos para confiar definitivamente en mi, pero más que nunca debía dejar pasar un tiempo para que nadie fuese capaz de delatarme, por ese día ya había sido suficiente, el día crítico se acercaba pero estaba mucho más cerca.

Decidí ir a buscar trabajo, algo que había dejado un poco de lado, por lo menos así volvía a una cierta normalidad y era algo que necesitaba aunque solamente fuese por un momento. Entré en la primera empresa que vi, aunque me sorprendí por el salario cuando recordé que para algo era ya nivel 21, pero de los de antes no de esos que lo eran en un par de días. Monté las piezas de artillería que necesitaba para cumplir la jornada y nada más salir me despidieron, mi vitalidad parecía ser baja y algo más que bajó después de entrenar. Al terminar recogí mi recompensa y entré en una panadería a comprar para recuperar salud. Allí me encontré con un tal robederrimo que me comentó de ir a luchar, que no lo había hecho todavía y no le apetecía hacerlo solo. No tenía nada mejor que hacer así que me compré un poco más de comida de lo normal acompañada de algún arma, gastando la pequeña fortuna heredada en mi cuenta que el difunto no debió querer gastarse.

La sala de guerras era un lugar oscuro, te ponían delante de una pantalla y clicabas a ver cuántos puntos dabas y se sumaban al total, evidentemente los míos fueron ridículos, pero al menos había acumulado la experiencia de luchar. Salí medio fastidiado de vida, pero ya lo arreglaría al día siguiente, mi acompañante debía quedar todavía dentro, pero no tenía ganas de esperar. Entonces la chica que había visto ya tantas veces volvió a pasar como una holandesa errante ante mis ojos, por un instante decidí no seguirla, pero unas milésimas de segundo después decidí hacerlo, había algo en ella que me llamaba la atención y aunque no sabía muy bien cómo explicarlo, tenía la necesidad de ver otra vez que era lo que hacía y por eso seguí sus pasos... Fue en aquel momento cuando recordé una de las canciones más maravillosas que existen y nadie conocía..."O que sucede non pasa e o que pasa e non sucede, seduce o reflexo que non precisa palabras... A amizade e azar, subindo a rúa atopar o mar de melancolía"


Continuará...
Parte 11