En defensa de la Palabra.

Day 1,938, 11:51 Published in Spain Spain by Stalinsito


Este artículo es la réplica a un artículo que pasó por el TOP5 de artículos hace cosa de quince días. Este artículo, cuyo título era ¡No más malévolos sofistas erepublikanos! fue redactado por el ciudadano Mr.Caine.

Con permiso del lector, y sin pretender en ningún momento sesgar la opinión que Mr.Caine aporta, me voy a permitir citar algunas frases para que quienes no hubiesen leído a Mr.Caine puedan hacerse una idea de a qué pretendo responder con este artículo.

- "Para estos/as sofistas inmorales, el dominio de la palabra es su principal arma [...] para engañar, para tergiversar la realidad [...]"
- "La palabra, desvirtuada y ponzoñosa, empleada estratégicamente confunde a todos/as los/as desinformados/as [...] y les puede dejar sumidos en la ignorancia."
- "El lenguaje (instrumento de dominación por los impíos) que han ido empleando, emplean y lo seguirán empleando estos/as sofistas en sus “informaciones” desvincula toda realidad e impone falsedades [...]"
- "Para estos/as sofistas, la verdad y la realidad es tan relativa en cuanto se acerque o aleje a sus propósitos."

Como verá el lector, me he tomado la libertad de señalar en negrita palabras que considero palabras realmente claves en el discurso de Mr.Caine. Antes de continuar leyendo, todo el que no entienda radicalmente estas palabras, debería tomar un diccionario, leer su significado y realizar un importante progreso de asimilación hasta comprender estas palabras hasta sus últimas consecuencias.


No estoy, ciertamente, aquí para enseñar a nadie Historia de la Filosofía. Pero la palabra introducida por Mr.Caine es, sin duda, interesante.
Los sofistas son los primeros pedagogos de la democracia. Y no de una democracia cualquiera sino de una democracia directa y participativa, la democracia ateniense, la primera gran democracia institucionalizada del mundo occidental.
En general, pues resulta una verdadera falacia homogeneizar así a tantísimos autores, podemos decir que los sofistas dejan de un lado la explicación de la naturaleza, del ser de las cosas y se centran, por primera vez en la historia, en el ser humano. Para los sofistas, el verdadero saber es el saber práctico, como es la moral o la retórica, que debe ayudar a los hombres a desenvolverse en la sociedad democrática.

En una democracia directa, donde no se vota por disciplina de partido y los ciudadanos, presuponemos, exigen información y documentación para ejercer su voto. Aquí, pues, debete entrar en juego la defensa de ideas y propuestas. Para defender una idea es necesaria la comunicación, y nuestro principal vehículo comunicativo es la Palabra.


¿Qué significa Palabra?

El valor de las palabras, al contrario de lo que opina Mr.Caine y en contra de uno de los pilares de mi propia concepción del mundo, es absoluto. El significado de cada una de las palabras es sólo uno. Incluso existen palabras, ciertamente preciosas -y no precisamente por bellas- palabras, que curiosamente nos ofrecen varias acepciones, o formas de entenderse y que le dan a nuestra Palabra una riqueza inaudita, misteriosa, bella. Incluso así, el significado que el hablante le da a esa palabra es uno, absoluto e inmutable.

Mr.Caine peca de superficial cuando atribuye la falsedad, la mentira o la tergiversación a la Palabra.
La Palabra nunca es utilizada fraudulentamente. Incluso el mayor de los hipócritas es capaz de decir palabras bellas y cometer actos deleznables.

Incluso Hitler habría sido capaz de recitar a Rubén Darío, y no habría dejado el poema de ser bello.

Realmente, en mi opinión, Mr.Caine ha tenido serios problemas para distinguir Palabra, enunciado, mensaje y emisor. Estos cuatro elementos no son un Uno.
"Zanahoria" no es "Hoy he comido zanahorias", como no es el Señor Conejo.

El interés del autor de ¡No más malévolos sofistas erepublikanos! por utilizar su artículo para señalar a un grupo de escritores hace prematuros sus juicios e incongruentes sus aseveraciones.

De aquí damos paso a la realidad, a la verdad. Ciertamente, soy relativista en grado superlativo sobre el grado de conocimientos de realidad o verdad al que podemos acceder. Nuestra realidad se haya eternamente condicionada por nuestros pensamientos, por nuestros deseos, incluso por ideas que nunca hemos pensado conscientemente.


Algo así es la Verdad. ¿Tú cómo la ves?

La Verdad es ajena al Yo, la realidad es intrínseca a nosotros mismos. La realidad es la Verdad asimilada a nuestros pensamientos. Así, pues, la realidad es diferente para cada individuo, y la Verdad es incognoscible para todos. Juzgar la Verdad como cierta o falsa es de una superficialidad pasmosa.

En resumen, ni la palabra es utilizable para el mal o el bien puesto que es concepto absoluto, ni tenemos capacidad para juzgar un mal o bien absolutos y universales.


Establecido pues que, como viene a decir Mr.Caine, "se intenta hacer al receptor del mensaje un mero militante de las ideas que se transmiten" convendría "cortar por lo sano" en expresiones como "instrumento de dominación por los impíos".
¿La Palabra como dominación? Me temo que incluso a mí esta aseveración me deja sin palabras. Me escandaliza. Este odio a la Palabra me resulta increíble, inhumano.
Más me escandaliza, si cabe, el adjetivo utilizado: "impíos". Impío es aquel que carece de piedad religiosa. Me lleva a deducir que Mr.Caine tiene un verdadero Dogma alrededor de la Palabra, Dogma que quien no sigue no es ya impío, sino manipulador, tergiversador, poco más que un vulgar criminal. Y estoy seguro que esta afirmación le hará, a Mr.Caine, decir que utilizo mis palabras contra él. Se equivocará de nuevo al buscar otra intención en mis palabras que no sea la defensa de mi concepto y concepción del lenguaje.

Ciertamente, no es el único juicio alarmante con que se expresa Mr.Caine, quiero creer que por el ímpetu de la escritura y no por verdadera convicción.


A menudo, nuestra idea de Verdad absoluta dista mucho de ser razonable. Ello nos lleva a emitir juicios de valor cuya respuesta nos parece una verdadera ofensa.


A modo de resumen, o de valoración, más bien.

Mr.Caine incurre en el error de de dar a la Palabra un significado relativo y parcial, incurre, también, en el error de hablar de una Verdad absoluta y universal.

Que la Palabra es absoluta lo demuestra el funcionamiento de la comunicación. De depender la Palabra de factores ajenos a ella cada vez que utilizásemos una Palabra su significado sería distinto.
Del mismo modo, la Verdad es ajena a nosotros mismos, y en el momento en la que percibimos la amoldamos a nuestras ideas y a nuestra concepción del mundo, formando así nuestra realidad, personal y única.


Me permito recuperar un poema cantado, de Jose Antonio Labordeta.

Palabras.

Palabras para cantar.
Palabras para reír.
Palabras para llorar.
Palabras para vivir.
Palabras para gritar.
Palabras para morir.

Nos envuelven en sílabas y voces
desde el instante mismo en que nacemos
y, a través de los días y los días,
los oídos se llenan de palabras, palabras y palabras.

Palabras para cantar.
Palabras para reír.
Palabras para llorar.
Palabras para vivir.
Palabras para gritar.
Palabras para morir.

Yo te bautizo,
justicia e injusticia.
Comunismo en la China, oposiciones.
Mi buena tía Fina
me quería ingeniero del Estado.

Palabras para cantar.
Palabras para reír.
Palabras para llorar.
Palabras para vivir.
Palabras para gritar.
Palabras para morir.

Hijo mío, hijo mío:
por qué has pecado.
Alianzas para matar.
Cañones para el progreso.
Amén, amén, amén.
Descanse en paz.

Palabras para cantar.
Palabras para reír.
Palabras para llorar.
Palabras para vivir.
Palabras para gritar.
Palabras para morir.


Besis,
Vihesito, Dalai Llama - Filósofo en mis ratos libres.