El secreto.

Day 2,549, 08:02 Published in Spain Spain by Frozen Stauros


Cada vez que te veo, rehuyo tu mirada, me duele cada vez que posas tu azules ojos en mi.

Me veo obligado a pensar en Stauros, esa espada que colgada de la pared tengo, para evitar que me hagas más daño aún, y que puedas penetrar en mis pensamientos...

Seguramente sea una tontería, que solamente te fijes en mi porque llevo el pelo alborotado, porque soy el único pasajero en esta línea del metro con un libro en al mano, o escribiendo en una libreta.

Pero tengo miedo. Tengo miedo de que descubras mi secreto, el secreto que aquí escribo, encerrado entre hojas de papel.



Llego a casa, la casa que recientemente describió un viejo amigo, Liwe, en su relato de ¿ficción?

Stauros sigue en su pared, la biblioteca sigue como siempre, ajena a los problemas del día a día… Entre los libros, uno quiere salir, uno de tantos que dejé a medias… No debería ser yo mismo, que me dejé en el quinto capítulo, a punto de seguir subiendo hacia la oficina de Don Snake… Pero esa es otra historia.

Mi estudio. Lugar de tantos relatos, cuentos, libros, historias, penurias, lloros, alegrías… Lugar donde mi esencia se encierra. El lugar donde reposa mi secreto. La llave está donde siempre, detrás del cuadro del arco, el arco capaz de destrozar cabezas y de atar cuerdas. El arco que tanto papel como Stauros tiene en mis historias, pero que ha preferido esperar en la retaguardia.

La caja fuerte, justo debajo de la silla, marcada con un pequeño témpano de hielo grabado en piedra. Y dentro, una simple hoja de papel. El origen de mi poder. El verdadero origen de mi poder.
Somos dos, eres tú.
. . .


Lo encontré hace años entre la montaña de apuntes para historias sin terminar. En el momento reconocí que no era mi escritura, pero parecía salida de mis entrañas.
La cogí con dos dedos, y la saqué arrastrando a su paso otras hojas de ideas rechazadas, como ese robot o ese ese gato mojado que podían ser personajes… Tal vez algún día protagonicen algún escrito…

La anotación despedía una energía muy relajante que me llevó directo al escritorio, donde cogí un lápiz, una hoja de papel en blanco, y salió esa Diosa que hoy protagoniza casi todas las historias...

Detrás de esa nota, un pequeño témpano de hielo marcado a tinta negra en una esquina… Otra señal.



Tú, que me miras cada día en el metro, tal vez seas una lectora, y te veas reflejada en Edrielle, o en la asesina Mnemósine.

Y hoy, después de tantos días mirándonos, te me acercas y me susurras Somos dos, eres tú, mientras dejas caer en mi regazo un trozo de papel igual al de mi Secreto, con el mismo témpano de hielo y una sola línea.

Caída del sol, Ice Bar

Una cita con la conocedora de mi secreto. Espero que no sea la última…




pabs11, profeta de la Diosa Nevera, ladrón de frases