Crónica de Reclamación en Toda la ePifanía y Más Abajo

Day 1,874, 09:44 Published in Spain Spain by Espaugyl



Ya no tan queridos Reyes Magos:

Presumía en el eMundo que según Su Santidad eráis paisanos y amigos, pero veo que con amigos como Vuesencias mejor embadurnarme de sensual maquillaje, rellenarme la pechera con calcetines poco sudados y ponerme una falda de buena apertura muslil para pasearme por las narices, o pico, de cierto grajo, que es bien sabido que ve una falda o una Org de buen ver y se ciega. Digo esto porque ya nada puede ser peor, y no lo entiendo.

He hecho continuas campañas de concienciación contra el barbudo pederasta borracho de rojo, he presumido de paisanaje de Sus Majestades y he tirado piedras contra cualquier sospechoso de proselitismo papanoeliano… con alguna equivocación sin importancia, pero los Cardenales deberían evitar salir de rojo a la calle en Navidad cuando voy por mi decimocuarto whisky y hay abundante munición pétrea a mi alcance.

Es por esto que solicito la Hoja de Reclamaciones pertinente para que al menos me expliquéis por escrito el motivo de castigarme con otro mes de dictadura córvida. No he sido bueno, lo sé, pero tampoco tenéis declarado al sin papeles morenito, (Baltasar creo que se llama, el que siempre os lleva los regalos), y nadie os denuncia ni os castiga por ello.

Desatentamente,

Espaugyl
Corresponsal de Guerra
La Desinformación y la Subjetividad son mis Divisas.




Los Reyes Magos y el sinvergüenza de rojo que vive en el Polo en una de sus habituales juergas subacuáticas secretas para no ser vistos juntos… al final ninguno de estos es de fiar


Tras escribir esta carta os cuento. Hoy es mi eCumpleaños, sí, llevo ya un par de años por estos lares, he visto de todo cuando he estado sobrio, y cuando no lo he estado he visto de todo pero doble o triple, que el enfoque en esas circunstancias no es lo mío. Pero lo que no me esperaba es que Sus Majestades de Occidente (sí, de Andalucía, que lo dice Su Santidad y va a misa… nunca mejor dicho) me decepcionaran como lo han hecho en esta bonita fecha para la ilusión de los que tenemos el espíritu joven y el hígado de acero inoxidable, y que encima coincide con mi eCumpleaños.

Muy mala persona he tenido que ser para ser castigado con el triunfo de la mentira sobre la verdad, del mal sobre el bien, de la piorrea sobre la higiene dental, de la falsa infalibilidad sobre el derecho a opinar y del sinquerer queriendo de tener una Org sin darse cuenta frente a la pregonada y manida honradez. Por supuesto que me refiero a uno de los ePresidentes más cafeteros en la intimidad pero que mejor sabe disimularlo (salvo cuando lo echan de un canal militar por dejar un bot siempre y negarlo), me refiero a uno de los ePresidentes que más han confundido sus intereses personales en demasiados ámbitos con los de eEspaña, un ePresidente encantador de serpientes que ha vuelto a salir como tal porque sabe arcanos secretos propios del pajarraco que es, o ha sacrificado a algún novato de tiernas carnes en el ara de los eDioses de la ceguera colectiva o de la ceguera multi o de la ceguera de la confusión de falsos partidos.

Lo cierto es que los Reyes Magos se van a enterar. Y lo primero es lo de la Hoja de Reclamaciones, que sé que tiene menos efecto que reclamarle a un teleoperador que te ha dejado en espera mientras corre la factura, o reclamarle a un vendedor de humo telefónico que me deje en paz a la puta hora de la siesta, pero el derecho al pataleo no me lo quita nadie.



Sé que reclamarle a los Reyes Magos es un brindis al sol, pero la palabra brindis ya me anima a hacerlo, que aún me queda algo de hígado en este último día navideño


Armado con mi justo cabreo, mi solicitud de la Hoja de Reclamaciones Real y varias botellas de whisky para el camino, me dirigí al lugar que me decían que se había convertido en el cuartel general de Sus Majestades durante la eEpifanía del eSeñor (sí, me gusta llamar a los días por su nombre, qué pasa). Pero en verdad poco whisky llevaba para lo que me encontré.

Por de pronto era una iglesia el lugar indicado, pero no una iglesia cualquiera, era la Santa Iglesia de Infalibilidad Córvida, un proyecto que daba mucho miedo sobrio y más tal como yo iba, y encima era de cierto grajo endiosado que llevaba el camino de todo lo que emprende, el efecto eMidas inverso (sustitúyase oro por el resultado apagado y fétido de deglutir al contrario). La construcción estaba sin acabar y ya había sido abandonada por parte del equipo de ingenieros y arquitectos según iban conociendo los preceptos y mandamientos de la Iglesia:

1º No discutirás nunca a tu eDios Ornitológico y odiarás a Espaugyl
2º Tu trabajo será el mío y no se sabrá de tu labor
3º Jamás eDios encarnado en Córvido miente y si dices lo contrario mientes y serás considerado enemigo de eEspaña como Espaugyl
4º La honradez es mi sello pero a veces se me olvida devolver cosas que no son mías durante 10 días (eso no es robar, es mala memoria, hasta las mentes divinas tienen lapsus para hacerse cercano a los mortales).
5º Si eres eCiudadana o eCiudadano de culo prieto soy tu eDios, si me rechazas serás perseguido cual pagana desagradecida o como un Espaugyl cualquiera.
6º El eDios Grajo nunca se equivoca abriendo batallas, o anunciando estrategias al enemigo o retirándose o tirando mierda, y si lo hace es por culpa de los demás, ergo no se equivoca y hay mucha envidia por parte de gente que jamás llegará a nada.
7º Nunca me contradigo, es que los mortales no sois lo suficientemente inteligentes para entenderme, pero si me das tiempo diré lo contrario… o no.
8º, 9º y 10º Quedan pendientes de lo que me vayan descubriendo o para insultar a Espaugyl.




Inacabada Iglesia de la Santa Infalibilidad Córvida. Obsérvese como hay más arena que cemento por desaparición de una Org de construcción, pero es culpa de terceros envidiosos, una Org se le olvida a cualquiera devolverla y la ética impide denunciar al ladrón que la devolvió en primer lugar, eso lo sabe todo el mundo, es de cajón


Nada más entrar en tan tétrico lugar y leer los mandamientos que en las paredes estaban escritos tomé una decisión por mi eVida. Me escondí tras una columna, arranqué unas cortinas y a mordiscos la corté para hacerme una bonita minifalda grunge, usé los pantalones como relleno para mis inexistentes pechos, me soné la nariz en las manos y utilicé el resultado como ocurrente gel fijador para darle forma más femenina a mi heterosexual y grasiento pelo, me di dos pellizcos retorcidos en los pómulos a modo de colorete y usé las cenizas de un periódico a medio quemar (INat creo que ponía) para darme un toque de sombra de ojos. Me miré en los cristales rotos de una vidriera y me satisfizo el resultado, de hecho tuve que esperar unos minutos a que mi sexapil decidiese dejar de tener vida propia y pudiese alisarme la minifalda.

Ahora sí que me podía enfrentar al eDios Grajo sin ser reconocido si me lo encontraba, de hecho ahora tenía ventaja para huir si atraía su atención, pero rezaba para no tener que hacerlo, no tener que oler su cariado aliento ni tener que esquivar sus ósculos cual experto herpetólogo, que no siéndolo igual tendría que lavarme la boca con lejía durante semanas.

Mi misión era pedirle la Hoja de Reclamaciones a Sus Majestades, era entrar y salir, era sólo cuestión de encontrarlos, meterles la bronca en forma escrita con la carta que llevaba entre mis pechos y correr con la Hoja de Reclamaciones para rellenarla en lugar menos tétrico y más seguro. Pero no fue posible, no iba a servir de nada, todo es una mierda.

Cuando ya vi en una capilla lateral a Sus Majestades de Occidente me detuve en seco. Vi a un oscuro pajarraco presidencial riendo con ellos mientras les daba, como si fuese un pago, unas Orgs que se acababa de encontrar o le acababan de devolver unos arrepentidos y honrados ladrones.


-Gracias por la ePresidencia. Si alguien dice algo, si os descubren con las Orgs encima, decid tan sólo que alguien os las metió en el bolsillo inadvertidamente, que no las habéis robado, las devolvéis y aquí no ha pasado nada. Pero cambiadles el nombre y borradles el periódico, que así es más difícil de identificar.


Desde El Bar, asqueado por mi eCumpleaños y pensando que quizás sea posible quitarme el mal sabor de boca horizontalizándome con alguna alumna de shorts o corto uniforme colegial, o con Lantanique si anda mal de puntería y falta de objetos arrojadizos con aristas, se despide este Corresponsal esperando que su aspecto no suponga impedimento para sus deseos en pro de arreglar el día.


Espaugyl