Costumbres sorprendentes de distintos pueblos del mundo‏

Day 2,470, 06:08 Published in Chile Chile by GABRIEL.A.V.R
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En China se considera de mala educación regalar un ramo de flores a la dueña de la casa que visitamos. Se cree que de este modo los invitados hacen hincapié en que la vivienda es tan fea que tienen que traer algo consigo para decorarla. Además, si se presenta la ocasión de regalar flores a una mujer, será mejor que le demos flores artificiales, ya que son 'eternas' y no se marchitan, a diferencia de las naturales.


En la India, los miembros de una misma familia no se dan las gracias. Se cree que los familiares no tienen que agradecerse nada el uno al otro.


En Grecia, estando de visita en una casa no se recomienda alabar nada de su interior, como un florero o un cuadro, ya que el anfitrión se verá obligado a regalárnoslo.


Si nos invitan a una comida casera estando de visita en Corea del Sur no debemos tratar de contener las lágrimas que provocan los platos demasiado picantes, porque podemos granjearnos la reputación de ser personas groseras que desprecian la hospitalidad. Las lágrimas se consideran el mejor elogio a la cocinera o al anfitrión.


En Dinamarca a las personas que siguen solteras a los 25 años les arrojan canela. Si continúan solteras a los 30 años, les tirarán pimienta.


En varios países asiáticos, al invitado le ofrecen una taza de té incompleta, sirviéndole cada vez más cuando la bebida se acaba. De este modo se muestra el aprecio por el visitante y el deseo de los dueños de la casa por conversar con él. Y si quieren dar a entender a su huésped que ha llegado la hora de despedirse, le sirven una taza de té llena hasta el borde.


En Kenia, un hombre recién casado después de la ceremonia debe ponerse el vestuario femenino y ocuparse durante un mes de las tareas domésticas que habitualmente realizan las mujeres. De este modo, los maridos aprenden para el resto de su vida que ser mujer no es fácil y respetan más a sus esposas.


En Finlandia existe la costumbre de no decir cumplidos en público, ya que no se consideran sinceros.


En Noruega, los pasajeros del transporte público no deben levantarse de sus asientos para cederlos a las personas de edad avanzada. Se cree que un gesto así enfatiza la superioridad física de los individuos más jóvenes.