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[Para tí, que eres nuevo] Política eRepublikana I.

Bueno, acabas de llegar a eRepublik. Has trabajado, entrenado, y seguramente ya habrás subido algunos niveles peleando en batallas. Todo muy bonito, pero también es muy posible que hayas llegado al foro general, leído algo... y te hayas quedado un poco fuera de juego.

Sin duda, el módulo político fuera del juego impone sin saber de dónde vienen tooodos esos partidos políticos, que relevancia tienen en el juego sus propuestas o que puedes hacer tú para sacarle jugo al juego participando como militante. Tranquilo, que eso mismo lo hemos sentido todos, y para eso creamos este tipo de guías.

Lo primero, por lógica, debería ser explicar que significa ser de derechas o de izquierdas (o liberal o totalitario) en el juego. Sin embargo, para mi fue mucho más útil plantearme inicialmente otra pregunta:



¿Cómo me quiero tomar la política en eRepublik?

Lo que respondas, sin duda, te orientará mucho mejor que entrar de lleno en la política social y económica de los partidos, ya que no funcionan exactamente igual que en la Vida Real. O mejor dicho, sus consecuencias no son las mismas.

Por supuesto, el cómo tomarse la política es algo lleno de matices y que varía con cada jugador: todos son distintos tonos de gris. Así que para simplificar, trataremos el blanco y el negro, y tú decides que porcentaje de cada uno es el tuyo.



Hay dos corrientes extremas que representan la actividad política:

Momio.
El que se lo toma en serio, en el sentido de que le da verdadera importancia dentro del juego. Implica que tratarás los asuntos políticos como algo relevante dentro del juego, tratándolos con seriedad. Suele asociarse a una actitud "friki", de adoptar el rol de un político ficticio, o, si te dan mucha grima esos términos, de hacer roleplay, que es algo mucho más aceptado (no son pocas las empresas que lo aplican en sus entrevistas laborales).

Lulzeras.
El que se lo toma a cachondeo, en el sentido de que entiende que la política no va a afectar al juego si no es tomando decisiones que provoquen la risa, el desconcierto o incluso el caos.
Suele asociarse a una actitud despreocupada hacia el juego, e incluso irrespetuosa hacia el resto de jugadores.

Una vez que decidas en qué grado de gris vas a participar en el juego político, podrás decidir con mejor criterio cuál es tu partido ideal.
Y no sólo porque haya partidos plenamente momios o lulzeras, que haberlos, “hay los” (aunque la mayoría aceptan casi todos los grises). Sino porque es perfectamente posible que tu "gris" concuerde con las propuestas de un partido, aunque tu ideario político real no se corresponda.




Resumiendo: una buena forma de elegir y no equivocarse, es elegir asegurándote que tu diversión (como te tomarás la política) esté garantizada en el partido que elijas. Porque, como veremos en próximos artículos, por la propia configuración del juego, hay menos diferencias reales entre partidos acerca de la política pura y dura de las que pudiera parecer. En cambio, al respecto de cómo se toma esa política, las diferencias pueden llegar a ser abismales.