[Kaizen/ Mejora Constante] Te puede cambiar la vida.

Day 2,002, 05:06 Published in Peru Peru by Mc.Kaizen



Es mi primer post es de las mejores lecturas que he tenido y se las comparto espero les guste.


Kaizen – Mejora constante.
La guerra había devastado Japón. La situación no era prometedora: millones de desocupados, viviendas e industrias destruidas y una inflación galopante. Las pérdidas materiales rondaban la cuarta parte de su riqueza nacional.
Sin embargo, en apenas tres décadas, la maltrecha isla pasó de país derrotado y arruinado a convertirse en la segunda potencia económica mundial. A este fenómeno se le conoció como el milagro japonés.
¿Qué lo hizo posible? ¿Qué secreto esconde ese pueblo obstinado y soñador?
La mejor respuesta quizás sea una palabra: kaisen o, como lo bauticé en su día, el principio de mejora constante. Sin él, nunca habría recorrido el fascinante camino que me ha llevado hasta ti. Sin él, tú no estarías leyendo este artículo.
Su origen hay que buscarlo durante la estancia en el Japón de la postguerra de W. Edwards Deming y otros especialistas como él en métodos de trabajo y control estadístico de los procesos. Entre otros logros, Deming formó a cientos de ingenieros, directivos, estudiantes y vio sus conferencias copiadas, editadas e impresas en japonés.
El cóctel de conocimientos y visiones generó una nueva forma de entender el progreso que llevó a la economía y la industria de este país a una auténtica revolución. Podemos, pues, afirmar que el principio de mejora constante nace de la fusión de los respectivos puntos fuertes de dos culturas muy distintas:
1. La metodología analítica occidental, basada en la racionalidad más estricta.
2. La milenaria filosofía de superación japonesa, deudora de la inteligencia emocional propia de oriente.
Pero ¿en qué consiste la estrategia kaizen de mejora constante?
¡Hoy mejor que ayer, mañana mejor que hoy! es el lema de este principio milenario. En otras palabras: las cosas siempre se pueden —y deben— hacer mejor. Por lo tanto, ni un solo día debería pasar sin llevar a cabo una cierta mejora.

Y su aplicación es bien sencilla.
Toma, por ejemplo, cualquier aspecto de tu vida o persona.
Hazlo útil y eficaz. Una vez logrado esto, te preguntas: ¿cómo puedo mejorarlo?
Las respuestas que surjan las llevas a la práctica hasta que logres optimizar dicho aspecto y, una vez hecho esto, pregúntate cómo podrías perfeccionarlo aún más.

Te pondré un ejemplo.
Pon que quieres dominar un idioma, alcanzar la maestría de un deporte, mejorar tus hábitos alimenticios o ser más competente en tu ámbito profesional. Mi pregunta es: ¿crees que durante un año podrías mejorar un simple 1% al día?
Durante un año, es todo lo que te pido. Sólo un 1% cada día. Encuentra la forma de encontrar aquello que puede hacerte mejor un 1% al día y, al cabo de un año, te encontrarás con una sorpresa.
Serás un 3.778% más competente.
En ciertos ámbitos, alcanzarás un punto en el que llegar a ese 1% de mejora te irá costando más y más. Llegará, incluso, un momento en el que serás incapaz de obtener dicho 1% de mejora. Te verás obligado bien a reducir el porcentaje de progreso, bien a aumentar el intervalo necesario para obtenerlo. La buena noticia es que, para cuando esto ocurra, estarás mucho más cerca de tu potencial y probablemente serás la releche. Además de que, por supuesto, aún podrás continuar aplicando el principio de mejora constante en otras áreas de tu vida (y en ésa con otra pauta de crecimiento).
En otras áreas más sinérgicas, como la del dinero por ejemplo, ni siquiera tiene por qué haber un tope. Así es, a fin de cuentas, como algunos banqueros e inversores se forran.
Simple, ¿verdad?
¿Entonces? ¿Dónde está el problema? ¿Por qué no aplica todo el mundo el principio de mejora constante?

Personalmente, no he conocido mejor enfoque para generar toneladas de cambio positivo y duradero en mi propia vida. Aun así, debo confesarte que a menudo lo he descuidado, cuando no dejado totalmente de lado.
Y, a poco que mires a tu alrededor, te percatarás de que se trata de un principio bastante desatendido por la gente en general. ¿Por qué?
La causa hay que buscarla en la mentalidad cortoplacista que nos incita, una y otra vez, a subestimarlo de un modo tan insultante como comprensible.
Insultante porque es, con toda probabilidad, el principio que más puede ayudarte a progresar en prácticamente cualquier aspecto de tu vida. Comprensible porque, cuando estás optimizando algo constantemente, los cambios son apenas perceptibles.

Pero insisto: el poder del principio es casi monstruoso, pues se basa en producir cambios acumulativos. Esto es, cada mejora se edifica sobre TODAS aquellas realizadas con anterioridad. ¿El resultado? A corto plazo, casi imperceptible. A largo, evolución que hará del producto —o sea, de ti— algo irreconocible.
¿Mi consejo? No caigas en la trampa de subestimarlo. Incorpora a tu vida, desde ya, la filosofía kaizen.
Funcionó con Japón. ¿Por qué no lo iba a hacer contigo?

Mario Luna.








POSTRESITO.



Por Favor. Suscrivanse.

Espero que le haiga gustado.