Recuperar la esencia asamblearia

Day 3,160, 07:13 Published in Spain Spain by Ramon Warmames
Democracia vs eficiencia: nota histórica

Permitan a este abuelo hacer un breve comentario ehistórico sobre el izquierdismo eRepublikano eEspañol. Hace unos meses, un artículo -en respuesta a otro de Vihesito- de uno de esos pocos militantes eIzquierdistas históricos que despiertan la admiración de casi todos y el desprecio de casi ninguno, galizalivre, daba pie a una interesante reflexión sobre qué es la izquierda en eRepublik. En dicho debate se reflexionó largo y tendido sobre este asunto y las posibilidades que ofrece eRepublik al respecto en el ámbito económico y militar, pero poco se habló de que implica esta ideología a nivel de organización interna.

Y es que, ya sea en un juego o en la vida real, en toda organización termina planteándose la disyuntiva entre la efectividad del fuerte liderazgo y la justicia de la democracia directa.

En eRepublik hemos tenido abundantes ejemplos que se inclinaron por lo primero, más cuando se convertían en partidos hegemónicos con aspiraciones de gobierno, formándose inevitablemente pequeñas cúpulas de poder que, con mayor o menor apariencia de democracia, marcaban cada paso de la organización y establecían los mecanismos por los que se podía salir o entrar de ese sanedrín.

Apostar por el "asamblearismo", sin embargo, ha sido menos habitual y más variado. No puedo hablar de IF, porque no estaba activo. Sí del Bloque Obrero, que lo aplicó hasta la extenuación, dando pie al origen de mofas y chanzas respecto a sus míticas largas y pesadas votaciones. También el Frente Anarkohólico de una forma mucho más clara y efectiva, probablemente por sus propias características ácratas.


Bloque Rojo: apostar por la Asamblea

Cuando un servidor y Vihesito empezamos a tantear la opción de crear un nuevo partido de izquierdas con aspiraciones hegemónicas, la organización interna fue, como no podía ser de otra manera, uno de los primeros temas a discutir. Aunque todo habría de ser ratificado posteriormente, nuestro común origen -aunque en épocas muy distintas- en el BO nos animaron a decantarnos por la democracia participativa y por un modelo BResidencial de "primus inter pares".

A lo largo de los primeros meses las limitaciones del modelo iban surgiendo poco a poco: falta de dinamismo, votaciones en las que aparecían afiliados inactivos llamados por grupos de whatsapp o directamente no afiliados, etc. Sin embargo, eramos muchos los que, pese a esos inconvenientes, nos sentíamos orgullosos de una forma de organizarse inclusiva, totalmente democrática y que respondía a las exigencias de todos.

En este punto hay que resaltar la espectacular labor de Vihesito: auténtico creador del partido y quien lo ha llevado a su posición hegemónica ejerciendo de guía y escuchando a todos.

No obstante, un modelo así implica que todas las voces son fundamentales y que las opiniones contradictorias no son críticas sino manifestaciones de un continuo debate interno cuyo único ansia es el de mejorar la vida de la organización. Algunos no lo entendieron así, y empezaron a exponer su disconformidad con que sus decisiones fueran cuestionadas. Como sucede en todo partido que crece tan espectacularmente, muchos intentan imponer sus ideas al partido, lo que desemboca en frustraciones inevitables.

Y en ese ambiente de democracia interna con disparidad de juicio que algunos consideraban disidencias, el crecimiento del Bloque Rojo había sido tan brutal que el partido estaba capacitado para asumir responsabilidades de gobierno.



Recuperar la esencia

Con esta atmósfera, la vida interna del Bloque no ha sido fácil en las últimas semanas. Deserciones, insultos e inactividad ha sido la tónica de los peores días de nuestra trayectoria. Las frustraciones antes comentadas han supuesto el abandono de algunos compañeros, desencantados con lo que era en realidad el partido.

Y en este punto debemos tener consideración con aquellos que han mantenido o mantienen responsabilidades de gobierno, pues sabemos que la presión es importante y que depende del sujeto llevarla mejor o peor. Pero a su vez, no deprimirnos porque el partido se haya auto-purgado. La marcha de quienes no compartían nuestros principios es perjudicial a corto plazo pero puede ser una bendición a largo plazo.

El futuro pasa por la crítica conjunta y ver en que hemos fallado y qué podemos mejorar. Toda crisis abre una nueva oportunidad y no podemos dejarla pasar. La salida de Vihesito, por las razones que sean, nos brinda la ocasión de suplir su hiperliderazgo por estructuras de trabajo más repartidas, que permitan una mayor inclusión del resto de compañeros. Nuestra no presencia en el gobierno nos permite regenerarnos y preparar una candidatura propia con capacidad de ganar y de dar un golpe de timón distinto a eEspaña.

Van a ser tiempos difíciles, en los que habrá tensión y nuestros enemigos intentarán poner piedras en el camino. Pero ni debemos perder de vista el horizonte ni podemos afrontar alejarnos de nuestra esencia democrática. El Bloque Rojo no debe imitar las estructuras autoritarias de los otros grandes partidos de izquierdas del panorama de eEspaña, pues solo desde la diferencia podremos seguir creciendo y dirigirnos a un futuro esperanzador: el porvenir solo puede pasar por más democracia, más asamblea y más debate interno; los compañeros izquierdistas que no estén de acuerdo con ello y apuesten por el -igualmente respetable- ferreo centralismo democrático tienen otras alternativas más adecuadas.

Nadie dijo que construir hegemonía fuera a ser sencillo, pero con el compromiso de todos lo conseguiremos.

Warm