Mitos de los Símbolos Patrios Chilenos. Parte 2

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La bandera de la Transición (1817) "El Pabellón Olvidado"


Usualmente, se enseña que las banderas chilenas han sido sólo tres: la de la Patria Vieja, la de Transición y la actual. Sin embargo, existe una cuarta bandera, previa a la definitiva de la República, cuyo uso marginal y efímero ha llevado a muchos autores a desconocer su existencia o minimizar su valor como símbolo patrio e histórico.

En orden consecutivo, partimos con la Bandera de la Patria Vieja, concebida en 1811 por don José Miguel Carrera; luego la Bandera de la Transición del 26 de mayo de 1817, diseñada aparentemente por don Juan Gregorio Las Heras. Otras fuentes señalan la fecha de creación el 18 de octubre de ese año. Dudamos de este dato, pues su presentación oficial tuvo lugar el día de la Virgen del Carmen, Patrona del Ejército, el 16 de julio, y volvió a realizarse una solemne exhibición en el Aniversario de la Declaración de Independencia, el 18 de septiembre siguiente, ocasión en la que se lo enarboló al lado del pabellón argentino. Sólo en un último acto se la vio flamear el dos y tres de octubre, en las solemnes exequias de los caídos en Rancagua.

Cabe indicar, no obstante, que hubo un período de relativa confusión en el uso de los emblemas, algo propio del momento por el que pasaba la República, en pleno proceso de configuración política y de ordenamiento administrativo. Esto explica lo efímero de los símbolos patrios en esos momentos. Una gran cantidad de versiones poco fieles al modelo original circulaban en Santiago y Valparaíso, de modo que O'Higgins debió corroborar los colores en una providencia del 3 de septiembre de 1817. Según Soublette, el Libertador dejó manifiesta allí la inspiración de los colores en la Francia revolucionaria.

En el estudio de los mitos históricos sobre estos emblemas patrios, cabe preguntarse si es verdad que la bandera de la Transición debió ser cambiada por su parecido a otras banderas, un comentario frecuente entre los historiadores. Efectivamente, la segunda bandera de la historia de Chile, compuesta por tres franjas horizontales (azul, blanca y roja, de arriba hacia abajo) debió ser modificada en 1817 por la que hemos visto, luego de protestas formuladas a Chile por Francia y Holanda, dado que el parecido de este emblema con las banderas de estas naciones europeas estaba generando confusiones y errores. Además, la bandera de la Transición no alcanzó a ser oficializada.

El dogma de los historiadores dice que desde esta bandera de la Transición se pasó inmediatamente a la actual bandera jurada de 1818. Se da por hecho esta situación porque, según Diego Barros Arana, la bandera definitiva y actualmente en uso fue creada el 18 de octubre de 1817, sólo quince días después de la última presentación que tuvo la bandera de la Transición en las exequias de los héroes de Rancagua. Pero descubrimientos de las últimas décadas, han arrojado una nueva luz sobre lo que realmente sucedió en los hechos.

A continuación de la bandera de la Transición y ante la necesidad de cambiarlo por su exacta semejanza con la de los Países Bajos, apareció un emblema misterioso rara vez mencionado por la historiografía oficial chilena: la bandera de tres bandas horizontales (de arriba a abajo: blanco, azul y rojo) y de estrella solitaria; la primera en Chile con esta característica.

El diseño de esta bandera aparece en un decreto, y habría nacido de la urgencia de sustituir el pabellón de la Transición por razones que comentamos abajo. Su diseño será un aporte a la bandera final de la República, actualmente en uso. Esta bandera ha sido estudiada por el Coronel (R) Manuel Reyno Gutiérrez en el "Anuario de la Academia de Historia Militar: Año X, Nº 4" (1987-198😎.

Se especula sobre si este emblema haya alcanzado a ser utilizado parcialmente en los inicios Expedición Libertadora del Perú, ya que aun cuando el actual emblema patrio estaba perfectamente creado en 1817-1818. No contamos con alguna confirmación al respecto, lamentablemente.


Las banderas históricas chilenas. Según el Coronel Manuel Reyno Gutiérrez, serían cuatro y no tres, como se sostiene comúnmente. La tercera bandera de este grupo, de izquierda a derecha, es la que frecuentemente ha sido olvidada por la historia oficial.

El huemul y el cóndor del escudo. ¿Por qué hay versiones con caballos o guanacos?



El Huemul y el Cóndor son la confirmación del sentido real de la frase "Por la Razón o la Fuerza". Ambos animales le dan al Escudo Nacional un fuerte vínculo con la naturaleza y la fauna local de connotación andina.

El Huemul representa la Razón, la inocencia, la sensibilidad y nobleza de este animal, al contrario de lo que alega otro mito, sobre la inexistencia de un animal nativo de gran tamaño que permitiera plasmar la majestuosidad en el emblema optándose, ante la carencia, por poner a este herbívoro. El Cóndor, por el otro lado, representa la Fuerza, la energía y el espíritu guerrero, pues en la época se creía que esta ave tenía hábitos de rapiña y cacería, como queda plasmado en algunos de los dibujos del naturalista Claudio Gay. El que aparezcan con la corona naval a los lados de la representación del heraldo y de los penachos presidenciales, indica que los autores tenían la intención de ofrecerlos como el predominio y el reinado de los principios que ambas criaturas representan.

Ya hemos visto que el actual escudo nacional incluye un huemul y así fue establecido cuando se lo creó, en 1834. Sin embargo, como han existido períodos de ajuste y posicionamiento para todos los símbolos patrios, hubo versiones donde aparecían otros animales en lugar del huemul, en parte por la falta de conocimiento sobre la anatomía del ciervo, en parte por la familiaridad que había con otras criaturas y en parte también por la popularidad que alcanzaron algunos usos más que otros. Basta ver representaciones de época para advertir que el caballo estaba reemplazando al huemul en muchas versiones locales y hasta épocas muy recientes, algo comprensible, además, si consideramos que el dibujo original de Wood se extravió unos años después de ser presentado.

Entre otras muestras de procedencia nacional, sucede lo mismo con el caballo reemplazando al huemul. Por ejemplo:

-Sellos oficiales de 1839 a los tiempos de la Guerra del Pacífico.
-Escudo del salón interior del Teatro Municipal de Santiago
-El monumento de la Plaza de Coinco.
-El conjunto conmemorativo de Plaza Sotomayor de Valparaíso.
-En las ediciones de la Imprenta Nacional producidas en plena Guerra del Pacífico.
-En el Carruaje Presidencial que se usa en nuestros días.

En otras versiones, incluso en 1835, aparece un guanaco o llama en lugar del huemul. Y en un documento relacionado con títulos obtenidos por el General Baquedano, conservados en el Museo del Carmen del Templo Votivo de Maipú, aparece un sello con un león en lugar del herbívoro huemul.

Parece ser que estas libertades en la representación del animal quedaron atrás después de 1888, cuando el gobierno de Balmaceda formalizó algunos aspectos del Escudo Nacional.

A la normalidad de uso del caballo, lejos de la teoría del error, se debe recordar que en la época no se creía demasiada diferencia entre ambos animales: el Abate Juan Ignacio Molina lo habría descrito erradamente, en 1782, como un pariente del caballo salvaje y otros naturalistas lo consideraban algo que iba entre el caballo y el camello, como lo sería para ellos un camélido americano. De allí su nombre científico: Hippocamelus bisulcus.

Como muchas de las representaciones del escudo nacional que muestran caballos en lugar de huemules, provenían del extranjero, ha proliferado por toda la comidilla urbana una serie de leyendas según las cuales tal error se debía para casos puntuales, al desconocimiento de los autores "gringos" sobre el aspecto de este representante de la fauna chilena, confundiéndolo con un equino. Este mito lo encontramos en los siguientes ejemplos:

Las portadas de libros como "History of Chile" de A. U. Hancock (Chicago, 1893), aunque hemos visto que similar representación se daba en documentación oficial y en impresos chilenos de la época.

Hay una estampilla chilena de 1904 encargada por la Oficina de Telégrafos del Estado a la británica Bradbury, Wilkinson and Co., cuando la empresa de Impresos Barcelona de Santiago se vio superada por la demanda postal, antes de que la emisión de sellos quedara encargada exclusivamente a la Casa de la Moneda. Según la leyenda, los ingleses no reconocieron la figura del huemul y colocaron el caballo, error que ha hecho a la pieza doblemente cotizada entre coleccionistas.

Lo mismo para el escudo de bronce encargado por Pascual Binimelis en 1853 a una fundición británica (de Glasgow, en Escocia, según unos, y de Liverpool Inglaterra, según otros) que está instalado en la estatua de la diosa Ceres de la Plaza de Armas de Concepción desde 1856.

También habría ocurrido algo similar al norte del país, con el monumento a Juan Godoy de Copiapó encargado en 1851 también a los Ingleses, quienes, además, lo vistieron como pirquinero escocés (hasta con falda), cuando el famoso descubridor de las riquezas del Norte Chico era en realidad un arriero.

El mismo equino está en emblema del carruaje presidencial chileno tirado por caballos, que se mandó a hacer a la Million-Guiet de París en 1890, esta vez porque los franceses "no conocían" en huemul.

Tampoco habrían reconocido al huemul otros franceses, como los escultores Dennis Pierre Puech y Diógenes Maillart, al colocar el caballo en el Monumento a los Héroes de Iquique inaugurado en la Plaza Sotomayor de Valparaíso, en 1886.

Como hemos visto, sin embargo, el caballo formaba parte de las representaciones corrientes del escudo patrio y muy probablemente todas estas historias no sean más que leyendas, considerando que en la documentación oficial chilena aparecía con frecuencia el caballo en lugar del huemul.


Escudos de Chile producidos en el extranjero con caballos en lugar de huemules. De izquierda a derecha: Imagen de la portada del libro "History of Chile" de A. U. Hancock (Chicago, 1893); estampilla de 1904 encargada a la Bradbury, Wilkinson and Co. de Inglaterra por la oficina de Telégrafos del Estado; Escudo de bronce fundido en Liverpool e instalado en la Plaza de Armas de Concepción en 1856. La existencia de muchas versiones de fuentes extranjeras del escudo mostrando un caballo en lugar del huemul, ha llevado al error de creer que se debe a confusiones de parte de los creadores.


Escudo Patrio con la antigua versión del caballo en lugar del huemul. La imagen corresponde al sello de página inicial de la obra "La Cuestión de Límites entre Chile y la República Argentina", de Miguel Luis Amunátegui, impreso en 1879 en la Imprenta Nacional de calle Bandera 29, Santiago.

La Primera Bandera Nacional (1812-1814). ¿Por qué es un símbolo del nacionalismo?



La primera bandera nacional, conocida como la de la Patria Vieja y formada por tres franjas horizontales (de arriba a abajo: azul, blanco y amarillo), fue creada durante la Presidencia del General José Miguel Carrera como un distintivo para los patriotas que luchaban por consolidar la independencia. Se dice que la pieza original fue bordada por la hermana de don José Miguel, doña Javiera Carrera.

Fue usada por primera vez el 4 de julio de 1812, durante la cena rendida por la ciudad de Santiago en homenaje al cónsul de los Estados Unidos y amigo personal de Carrera, Mr. Joel Robert Poinsett, en el aniversario de la independencia de ese país, que hemos descrito más arriba. Su carácter oficial se estableció el 30 de septiembre siguiente, también junto a escudo, aunque todavía no era emitido un decreto al respecto.

Algunos círculos opositores a Carrera han intentado deslizar la idea de que este pabellón no llegó a tener ni la fuerza ni la penetración que los emblemas posteriores, más asociados a los símbolos de la Logia Lautarina. Sin embargo, es un hecho que este emblema fue usado como estandarte en las batallas de Yerbas Buenas, de San Carlos y de El Roble, en abril, mayo y octubre de 1813, respectivamente. De hecho, al constatarse que esta bandera había sido adoptada de manera obligatoria por decreto del 15 de junio de 1813, para impedir el uso de cualquier emblema español dentro del territorio, cae por tierra el mito de la superficialidad que, supuestamente, habría tenido el símbolo.

Según Fray Camilo Henríquez, los tres colores de la bandera, que también aparecen en la primera escarapela nacional, representaban los tres valores del flamante Estado:

Amarillo: la Majestad

Blanco: la Ley

Azul: la Fuerza.

Aunque otras interpretaciones aseguran que la inspiración de Carrera fue la siguiente:

El cielo azul.

La nieve blanca de los Andes.

Los campos dorados de trigo.

Con el nefasto Tratado de Lircay, que retrocedió la situación de Chile al mismo estado que en el total dominio español, el nuevo Director Supremo y declarado enemigo de Carrera, Coronel Francisco de la Lastra, ordenó abolir la bandera carrerina y el izamiento de la española, alcanzando a ser utilizada el 1 y 2 de octubre de 1814 en la batalla de Rancagua, según algunos lo interpretan de los versos de Vera y Pintado escritos para las exequias rendidas a los caídos, en 1817, conmemoración de la que hablaremos más abajo:

"La sangre de los héroes de Rancagua,
Dignamente vengada por la fuerza,
La triste palidez del amarillo,
En rojo animador el color trueca".

Tras el desastre, fue llevada con los patriotas que cruzaron la cordillera hasta Mendoza eludiendo a los realistas. La Batalla de los Papeles (11 de octubre de 1814), cuando Carrera protegió la retaguardia de la caravana chilena conducida por O'Higgins cerca de los Andes, sería su último lucimiento en combate. Tras marginarse injustamente a Carrera del proyecto libertador, por decisión de San Martín y de O'Higgins, Chile se quedó sin bandera hasta 1817. En su lugar, los patriotas usarían la llamada "bandera de los Andes" hasta la batalla de Chacabuco, que volveremos a ver más abajo.

Desde su creación y su incidencia en la vida nacional, esta bandera de la Patria Vieja quedó convertida en un símbolo de la emancipación chilena y de la parte de hispanidad que había en este tránsito de la identidad nacional, a pesar de la revolución contra la Península. El General Carrera, a su vez, simboliza el inicio del proceso independentista y el forjamiento de un modelo republicano nuevo para Chile, concepto nacionalista que volverá aparecer después con el ministro Diego Portales y su concepción del Estado en forma.

Por esta razón, la tricolor carrerina siguió constituyendo un símbolo muy utilizado por el nacionalismo chileno, hasta nuestros días. Era, además, el emblema principal del Movimiento Nacional Socialista de Chile, utilizado por tal hasta la Masacre del Seguro Obrero, episodio luego del cual se cambió el pabellón del movimiento político por uno rojo de 59 estrellas blancas, una por cada camarada asesinado en la torre el 5 de septiembre de 1938.



También está presente en ceremonias de conmemoración histórica relativas a este período, como el aniversario del Instituto Nacional, fundado por Carrera, y en el homenaje anual que se realiza ante la tumba de los hermanos Carrera en la Catedral de Santiago.

Fuente: http://www.soberaniachile.cl/historia_mitos_y_errores_sobre_los_simbolos_patrios_chilenos.html

Muchas gracias por leer 🙂

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