Más Allá del Mar Angosto (Día 7)

Day 1,880, 10:35 Published in Spain Spain by pabman11


Un día más… Una noche en la que cuatro más han de perecer en la arena… Dentro de la jaula, con la intranquilidad de quien será el muerto, quedan Boitx y SR, Contraataca e Ivasar, Gazpachin y Antonio…

El tótem shakta vuelve a iluminar la plaza y la muchedumbre grita… Boitx y Sergio salen a la arena, cada uno con su arma… Boitx, con el fino arco de Sauce… Sergio, con la espada de Empédocles… Boitx desaparece, de repente, detrás de la jaula… Su pequeñez le ayuda a pasar desapercibida ante su rival… Sergio, sin acobardarse, empieza a buscarla detrás de los árboles, enseñando su espada a todos… Una flecha sale despedida de un arco… Una flecha que se dirige a un cuello desprotegido y parado en medio de la arena… Un cuello que pronto dice basta, y cae al suelo, chorreando sangre… Boitx se dirige, entre sollozos, a la zona reservada para los ganadores… Un shakta se lleva el cuerpo de Sergio, sin vida en la arena, a un lugar apartado…

No hay tiempo para lamentos…Es el turno de Contraataca, con su espada, e Ivasar, con un escudo gigante y su fiel espada corta… Contraataca se lanza hacia Ivasar con un salto gigante, que corta el aire, y también parte del escudo, dejándolo inservible… Es aquí donde Ivasar, con un hábil movimiento de piernas, consigue que Contraataca deje sin protección su flanco derecho, provocándole una herida profunda en el costado… Esto deja sin respiración y parado en medio de la arena a Contraataca, sin poder sujetar la espada, sin poder moverse, y cayendo lentamente al suelo, al mismo tiempo que su rival se da la vuelta y deja de mirarle…

Gazpachin saca las flechas de la vaina y coloca una en el arco… A su vez, Antonio desenvaina la espada… Me huelo que esto va a ser rápido… Múltiples flechas salen del arco en dirección a Antonio, pero solo una llega a su destino, el resto, se clavan en al árbol que había detrás del sitio que ocupaba Antonio, la flecha que se clava en Antonio, topa con la espada y rebota hacia el cielo… Gazpachin no se da por vencido y dispara su última flecha, que vuelve a chocar con la espada cuidadosamente movida por Antonio… El atacado es ahora atacante… Se acerca despacio a Gazpachin, intentando no romper la magia del momento… Mueve la cabeza a un lado, como preguntándose qué pasará si lo mata… Gazpachin está acorralado contra la jaula, sin poder moverse… Antonio cae al suelo, con dos flechas clavadas en la espalda… La cara de Gazpachin, al reconocer las plumas blancas que él mismo colocó en las flechas, es un poema… Las quita y se las lleva a su rincón, dejando a Antonio con la cara de triunfador que tenía antes de morir en la arena…

Ya están todos… Es mi turno… Un general shakta me saca de la jaula y me da a Stauros, el arco y el tótem… El jefe Shakta, Vladius, golpea con su cayado en el suelo, y desenvaina su espada, la misma espada con diferente color que tenía el general que derroté en el muro… Su aspecto gigante debería darme miedo… Grita algo que no entiendo, dirigiéndose hacia su gente… “Vamos a derrotar a este ladrón”, me susurra Alceo, como traduciendo sus gritos… Un soldado enciende todas las antorchas y la noche se hace día… Stauros está preparada, el arco, también… Mi alma se siente presente… ¿Qué hará él esta vez?
ZUM!
El aire me golpea el pecho y me tira cinco metros atrás… El shakta mueve su cayado controlando algo invisible en el aire… Es un mago… Él, o el tótem le da magia… Saco mi tótem, lo muevo igual que él… Una llamarada se dirige imparable hacia el Shakta, pero la para con un giro de espada… La magia ha terminado, es hora de LUCHAR…

Tengo una docena de flechas preparadas… Aunque sé que no es tan fácil, le disparo dos, que en el caso que hubiera estado quieto, le atravesarían la cabeza. Pero no, ahora está detrás de mí… Me lanza otra vez la corriente de aire y acto seguido inicia una serie de mandobles conocidos por mí… Son los mismos que hacia el del muro… Puedo pararlos… Desde el suelo, paro el ataque que podría haber sido el último, y me levanto ayudado por el hielo que lanzo desde el tótem… Debo combinar los diferentes ataques… Salto arriba de la jaula, a dos metros de altura no parece tan fiero… Me apoyo en los pocos barrotes que dificultan la salida del interior y le lanzo otra flecha en dirección a la mano que sostiene la espada…

Ahora estamos ambos sobre la jaula, a dos metros de altura sobre unos barrotes que parecen muy endebles aquí… Debajo de nosotros mis soldados abuchean al Shakta para provocarle, pero, está demasiado concentrado como para caer… Me lanza un espadazo al pecho, pero se desequilibra y deja parte del brazo expuesto, pero no me fio… Entonces recurre otra vez a la magia… Una raíz sale del suelo y me atrapa, bajándome al suelo y cogiéndome los brazos… la Luna se asoma entre los árboles… Esta viendo mi fin… El cayado acude raudo a la llamada de su maestro, quiere rematarme a golpes, quiere que sufra…

Calor… El tótem empieza a emitir calor en mi bolsillo… Noto menos presión en los brazos… la raíz empieza a irse… Vladius pone cara de sorpresa y yo… Le tiro una flecha, directa al corazón… Cae, cae, cae… el tótem del cayado se suelta y vuela, directa a mi mano… Los shaktas dejan de gritar, me miran todos directamente… Uno de ellos abre la jaula y deja salir a mis soldados…

El silencio es roto de repente por unos caballos… Unos caballos que entran por el camino principal… Tres caballos exactamente… La figura del centro me suena… Lleva una corona… Y una botella en el yelmo… BLANCA… Las otra dos figuras… Esporitas y alguien a quien no conozco… Se paran enfrente, junto al cadáver del Shakta y baja Blanca…

— Debes volver al continente…

Continuará…

pabman11, Redactor de Desde La Nevera y Guardián de los cuatro elementos