El Pestilente Olor y Agrio Sabor de los Sobacos

Day 744, 09:47 Published in Paraguay Paraguay by Alfredo Lampert Soler

La 2ª Campaña eArgentina culminó en una catastrófica derrota para ALA/AHA ya que comprobó servir de muy poco o nada ya que luchábamos allí, eVenezuela era tomada por las fuerzas con la que nos batíamos.

Para eArgentina e ePerú probó que faltó ajustar detalles logísticos subsanables y para la Fuerza Expedicionaria eParaguaya fue una prueba de fuego luchar en “Great Andes” durante la OPERACIÓN CEVICHE (bautizada así oficialmente) ya que nuestras Armas Secretas no surtieron el efecto esperado.

A más de mil metros de altura el agua tiende a congelarse y eso sucedió con el Agua Bendita Q5 de eCaacupe; con el Jabón de Coco Q5 (ese rosado purete) no pudimos hacer otra cosa que utilizarlo de munición y bueno, nuestra última esperanza: los pósteres de Juan Pablo II no hicieron mella ya que eran todos herejes, protestantes o no practicantes o simplemente peajeros.

Lo Sucedido del Frente eArgentino:

- Hola loco, sha está el asado, bien calientito. Por ashá están los porrones (botellitas de 330 c.c.) – indica, un amigo argentino, señalando con la mano derecha una conservadora inmersa en el paisaje pampeño.-
- Gracias che ra`a (mi amigo, en guaraní) vamos a meterle entonces – yo con una amplia sonrisa de oreja a oreja.-

Minutos de charla mientras se forma fila para el asadacho y se le da al chupi (se bebe) inmoderadamente.

- ¿Falta algo?
- Mandioca (tubérculo alargado muy delicioso)... No es lo mismo el pan pero serían buenas unas cuantas mandiocas… lástima que los sobacos llevaron las pocas que trajimos para comérselas por el O.G.T. (Oscar Gómez Tres) a lo loco y bla… ni con agua bendita, jabón de coco, desodorante Caroline ni Axe hay caso…

Suena la alarma y a través del cielo se expande un alarido guerrero que corta el aire.



- ¡Sobacos, hijos de p****s hermanos del mismo sexo! ¡Justo ahora que vamos a almorzar! – un gordito eParaguayo sentado en un rincón.-
- ¡Posh a por ellosh! – exclama un eEspañol.-
- ¡Mila Jovovich! (o algo que suena parecido) – un amigo eHúngaro.-
- Bueno, queridos hermanos eParaguayos, miembros de las Fuerzas Expedicionarias eParaguayas, ¡A vencer una vez más!

Es así que entre cien subimos a un helicóptero, en vez de caminar media cuadra, descendimos por culpa del sobrepeso a mitad de camino, subimos a uno vehículos tácticos de transporte, volvimos a buscar el asaducho y las birras y nuevamente nos pusimos en camino.

Varias horas después llegamos a destino, nos dimos cuenta gracias a que atropellamos a una llama, luego de asarla y cenarla fuimos al combate, mano a mano contra el enemigo.



- Kore, arma, este tipo ya tiene olor a muerto pero igual ataca – opina uno de los perros.-
- Y si le tirás Agua Bendita y un Cocopuro capaz muere, no se – señala otro.-
- ¡Caroline resiste la acción! – exclama otro mientras le llena de desodorante a un enemigo, quien cae muerto de buenas a primeras.-
- Muy bien, Fuerza Expedicionaria eParaguaya… ¡fuego a discreción! – ordeno.-
- Y no se mueren… mi General… nop.



Un pestilente olor y agrio sabor de sobacos iba mermando a nuestras fuerzas, tuvimos que retroceder para intentar contenerlos pero fue imposible.

- ¡Sore los perros, retrocedan! ¡No tenemos máscaras de gas! – ordené apesadumbrado.-

Les arrojamos todas nuestras granadas, disparamos hasta el último cartucho, nuestro apoyo aéreo apenas los tocó y pese a todo continuamos con palas y bayonetas. La artillería les paró más pero al final les arrojamos las botellas vacías, piedras y dardos de tiro al blanco pero no ocurrió nada. Nuestros muertos se convertían en zombies que se sumaban a sus fuerzas.

- ¡Abran paso! – grité por altoparlante para atropellarlos con un tanque y ni así dejaron de reconstruirse en clones mutantes.-

La fase final de la batalla de Great Andes ya era más bien una carnicería al estilo holocausto caníbal o la noche de los muertos vivientes… nuestros cuchillos y bayonetas melladas y nuestras palas atravesando cráneos de zombies piratas mutantes que hedían pero continuaban avanzando.



De pronto, nos dimos cuenta que estábamos con los pies en el agua y como no había más que hacer les arrojábamos un poco de ella a nuestros enemigos, logrando que algunos se desintegren o derritan hasta que nos cansamos y vimos detrás del arroyo una Despensa, llamada “Ña Coca”, en donde ofrecían vino suelto a 0,25 ARG y como estábamos tan pobres fuimos a darle al trago ya que nunca iban a cruzar el curso de agua para perseguirnos.

Es así como contuvimos a los chicos malos, heroicamente.

Este Manual es el Resultado:



Saludos cordiales!!!

PARAGUAY PRIMERO!!!