Lo importante NO es participar

Day 1,570, 23:27 Published in Spain Brazil by Crein

Hay días en que todo parece estar en nuestra contra, incluso algo tan entrañable como el refranero popular.

Cuando más necesitada está nuestra maltrecha patria de una dosis de saludable competitividad, ¡ZAS! Zumban en nuestra mente los famosísimos proverbios conformistas: lo que cuenta es el esfuerzo, a veces se gana y otras se pierde, hay que saber encajar la derrota con deportividad… y, planeando sobre todos ellos cual simpatiquísima ave carroñera dispuesta a zamparse nuestros escasos restos de combatividad, nuestro enemigo número uno: “LO IMPORTANTE ES PARTICIPAR”



Es una frase atribuida –al parecer erróneamente- al barón de Coubertin en su restaurada primera olimpiada moderna de 1896. No obstante, la filosofía condensada en esta máxima no deja de ser, en cierta manera, la herencia de una mentalidad de siglos de duro trabajo en el campo, donde campesinas y campesinos estaban a expensas de factores climatológicos caprichosos, y, periódicamente, era necesario buscar consuelo en frases de este tipo, al ver como los grandes esfuerzos realizados se echaban a perder porque llovía demasiado, o demasiado poco. El cerebro humano es muy inteligente (valga la redundancia): buscaba, busca y buscará siempre una forma de suavizar los fracasos, aunque sea por medio de falacias de esta clase.

La mentalidad de un país, la mentalidad de eEspaña no puede ser la de un pequeño granjero. Conformarnos con “participar” equivale automática y directamente a perder, posiblemente desde antes mismo de empezar. Tenemos en nuestra contra que la vida virtual en este juego sigue aparentemente igual –los campos florecen, las minas rindes, las fábricas producen, las elecciones se suceden, los artículos se publican- lo que nos da la agradable y engañosa situación de normalidad. ¡Craso error!

Olvidemos todo rastro de caballerosidad en una guerra que ya no es de caballeros. Enterremos hondo nuestros escrúpulos morales. Dediquemos nuestros esfuerzos al único objetivo que merece la pena. Reflexionemos antes de realizar cualquier acción, cualquier simple “click”… ¿Favorece a eEspaña, a su imagen o a sus intereses? ¿O por el contrario le perjudica? No hay término medio, eso está garantizado.

Grandeza de miras. Grandeza de espíritus. Grandeza de ideales. Con eso y un gigantesco esfuerzo de movilización, y a su debido tiempo, helaremos muchas sonrisas burlonas en muchos puntos del globo; de los que creen estar ahogando la luz de una pequeña vela, cuando en realidad están a punto de ser consumidos por la furia de un volcán.

Es en ese momento cuando lo más importante será participar… hasta ese instante, apliquémonos un mucho más útil y sencillo “VENCER”. A cualquier precio. Y pasando por encima de quien y lo que haga falta.








¿Qué era, decidme, la nación que un día
reina del mundo proclamó el destino,
la que a todas las zonas extendía
su cetro de oro y su blasón divino?
Volábase a occidente,
y el vasto mar Atlántico sembrado
se hallaba de su gloria y su fortuna.
Do quiera España: en el preciado seno
de América, en el Asia, en los confines
del África, allí España. El soberano
vuelo de la atrevida fantasía
para abarcarla se cansaba en vano;
la tierra sus mineros le rendía,
sus perlas y coral el Oceano,
y dondequier que revolver sus olas
él intentase, a quebrantar su furia
siempre encontraba costas españolas.


(Fragmento de “A España, después de la Revolución de marzo”, Manuel José Quintana, abril 180😎