[RELATO] PODER

Day 2,481, 04:52 Published in Spain Netherlands by BloB IV The Great



Se sentía poderoso.

Era un antiguo jugador de eRepublik, un viejuno con una fortuna considerable (amasada gracias a los tiempos donde existía un mercado de divisas aprovechable y jugoso si te sabías mover bien), con una fuerza de más de 90.000 puntos, y al que no le temblaba la mano a la hora de utilizar su tarjeta de crédito para comprar cualquier colorida oferta que surgiera. Más poder a 9,9 Euros.

El juego era su vida. Se llegaba a pasar horas seguidas sentado, imbuido en píxeles, embutido en su silla( Había cogido unos cuantos kilos , sí).

Allí era todo lo que no podía ser en la vida real: Llevaba casi dos años en paro, sólo interrumpido por cortos trabajos ocasionales y mal pagados; Vivía en casa de sus padres, que muchas veces se instalaban en el quicio de la puerta de la habitación, dudando si interrumpir el viaje de su hijo. Era su único hijo, no debían hacer nada para importunarle, debía ser feliz. Así le habían educado. Él por encima de todo.

Pero aun así, sus padres se preocupaban. Casi no hablaba ni con ellos ni con nadie. Cada vez salía menos de casa, y les constaba que había rechazado varios trabajos para diseñar nosequé aplicación o para instalar nosecuantos ordenadores en una oficina de un tío.

Después de hablarlo entre ellos largo y tendido, decidieron tener una charla con él. Se atrevieron a cruzar la frontera de su habitación justo después de que se hubiera despertado. Cuando entraron, él estaba sentado en la cama ,con su teléfono móvil en la mano, revisándolo.

- Hijo, queremos hablar contigo. Estamos preocupados.

- ¿Hablar de qué? - espetó él con gesto despectivo.

- De tu vida. Nos enteramos que rechazaste un trabajo que te ofreció el tío David. No puedes seguir así. Tienes 35 años y te pasas las horas delante del ordenador y no nos…

- ¡Qué sabréis vosotros!- interrumpió dejando con vehemencia el móvil en la cama - Tengo planes, planes mejores y más grandes de lo que vuestras débiles mentes podríais imaginar. – Paró y se rascó la entrepierna.

-¿Qué planes? Te pasas el día sentado ahí, mirando la pantalla. No contribuyes a nada en el gasto familiar, y no sólo eso – el padre se mordió el labio – Hemos recibido una carta del banco, diciendo que tu cuenta está en números rojos.

Eso explicaba por qué me dio error ayer cuando intenté comprar un power pack pensó. al final se lo tuve que comprar por 15.000 ESP a un jugador . Una palmada le sacó de su ensimismamiento.

-¿Nos escuchas? – Gritó el padre - ¡Esto no puede seguir así! ¡Tenemos que solucionarlo!

Se sorprendió del arranque de inusual furia de su progenitor. Nunca, que él recordase, le había visto así. Eso le hizo sentirse confuso.

- Mirad – dijo el subiendo el tono de voz – Soy importante. Soy un general. No necesito esto. Ni a vosotros. Toda mi vida está ahí – Dijo señalando a su PC, ya encendido y mostrando una ventana del IRC.

-¿Sí? – farfulló su madre gimoteando, que hasta entonces se había mantenido, timorata, en un segundo plano – ¿Y ahí consigues la comida? ¿Desde ahí pagas la electricidad con la que funciona tu ordenador? ¿Y cómo piensas…

- ¡CALLAOS! – Gritó él levantándose súbitamente de la cama. Se sentía cada vez más enfadado. Molesto por esta interrupción para él sin sentido. Él era su hijo, y tenían el deber de mantenerle. Así había sido siempre. Además, le estaba quitando tiempo de chateo con su enovia, que seguro que estaría esperando su entrada en el IRC.

El grito hizo retroceder a los progenitores, visiblemente asustados. Él estaba cada vez más nervioso, más alterado ¿Por qué? ¿Qué daño les hacía a ellos? ¡Seguro que estaban podridos de dinero! ¿Qué más les daba que siguiera en su mundo? Eran unos egoístas.

- ¡Soy poderoso, soy un general, soy un líder! – Dijo con voz firme - ¡Y eso no lo podré ser en esta mierda de vida que me habéis dado! - ¡IROS! ¡No os quiero ver! – Vociferó rabioso. Los padres abandonaros pálidos la estancia.


Las cosas se fueron deteriorando más y más con el paso de los días. La madre dejaba su ración de comida en la cocina, y él salía a buscarla furtivamente, usualmente por la noche.

Pero una de esas noches ocurrió algo inesperado. Su computadora se averió. Usando sus no pocos conocimientos, intentó desesperadamente repararlo, pero el problema iba a necesitar un cambio de placa base, y eso significaba que tendría que conseguir dinero de donde fuese.

Fue corriendo hacia el cajón del recibidor, donde sabía que su madre guardaba el bolso. Sólo encontró 20 míseros euros, insuficientes para el arreglo. Miró en otro cajón de la cómoda abriéndolo con manos temblorosas. Sabía que su padre, a modo de emergencia, solía tener dinero donde guardaban su ropa interior. Nada.

De repente, oyó como la cerradura de la puerta principal chirriaba y la puerta se abría; Se asomó tímidamente al pasillo distribuidor y vio que eran sus padres acompañados de otra persona desconocida.

- ¡Ah hijo! , ven por favor – Le invitó la voz amable de su madre – te presento al Sr. Smith. Te va a ayudar a superar tu problema. Te va a ayudar- repitió ensimismada.

¿Qué? pensó. ¿ayudarme a qué?

- ¿ CREEISQUESTOYLOCO? – aulló - ¡DADME EL PUTO DINERO Y DEJADME EN PAZ!

- Cálmese – dijo el Sr. Smith – Verá como todo se va a solu… - Le interrumpió un sonoro puñetazo que impactó en toda su boca. Calló medio grogui mientras veía una especie de ogro sudoroso y barbudo a sus pies.
Su padres huyeron hacia la cocina. Él los vio y les persiguió mientras gritaba incansablemente.

¡DADMEELPUTODINERO!¡DADMEELPUTODINERO!.

Pronto les acorraló mientras vociferaba el mantra.

¡DADMEELPUTODINERO!¡DADMEELPUTODINERO!.

La madre llegó a apoyarse de espaldas contra el cajón de unos de los muebles de la cocina. Lo abrió disimuladamente, dando la cara a su desencajado vástago.

¡DADMEELPUTODINERO!¡DADMEELPUTODINEROYA!

En ese momento, llego a la altura de su padre, y le derribó de otro puñetazo. El hijo se agachó y empezó a registrarle los bolsillos nerviosamente con una mano, mientras con la otra daba puñetazo tras puñetazo a su padre.

¿DONDEESTAELDINEROHIJODEPUTA? ¿DONDELOTIENES?

En ese momento, la madre sacó del cajón un cuchillo jamonero, y se lo clavó por la espalda fuertemente, una estocada que llegó al corazón.

El cuerpo cayó pesadamente sobre el otro cuerpo inconsciente de su padre. La madre en un gesto casi instintivo, fue a recogerle. Madre e hijo se quedaron en una posición de “Pietá” muy teatral.

Él la miró, y con un hilo de voz, musitó:

-Soy poderoso. Soy general. Soy un líder.



Ahí lo dejo