¡Messi la puta que te parió!

Day 2,785, 14:17 Published in Argentina Argentina by Dr. Ricardo Vaporeso

Carlos es mesero, el mejor en su tipo. Sirvio copas a la gente más poderosa de europa, siempre orgulloso de su profesión, siempre con la cabeza arriba, siempre con una sonrisa.
El gordo es mecánico, nadie como el. Con su taller en la matanza y veinte años de arduo trabajo nadie duda de sus condiciones. Además, tiene un recor😛 Es capaz de cambiar una bujia en 30 segundos; asegura que es el más rapido del mundo (Aunque quizas solo rankee entre los mejores del conurbano).
Mirtha atiende Kiosko, el negocio mas querido en el barrio. Laburadora nata, lo lleva en la sangre. Trabaja 14hs por día para darle un buen pasar a sus hijos. Jamás se equivoca con el vuelto y siempre lo devuelve con una sonrisa, no importa el horario, no importa las horas que lleva sentada en su sillita, no importa quien sea el cliente, no importa absolutamente nada, porque, como Carlos y el gordo, ella es lo mejor en lo suyo.
Fleco nunca le erra el indoro, maese de la presición. Se levante a la que hora que se levante, el jamás se equivoca. Desefundan su arma, controla su erección mentalmente para evitar problemas en cuestión de segundos, apunta dentro de la circunferencia y dispara. Jamás apunta al agua, conoce cada punto silencioso del inodoro para evitar hacer ruido.
Un día los cuatro se levantan y van a hacer ese trabajo que nacieron para hacer. Son los mejores y lo saben, por eso es que pueden disfrutar el despertar de cada día.
Situados en su posición, listos para comenzar con su deber, los cuatro se detienen en simultaneo; algo les molesta en alguna parte de su cabeza, un sonido visceral, profundo, inhallable. Es algo indescriptible, el murmullo se vuelve grito, los gritos alientos y festejos, los alientos exigencia y con eso la presión. Es la felicidad, y todas las frustraciones proyectadas, de 40 millones de argentinos que, sin explicación, ahora depende de lo que ellos hagan, de como realicen lo que nacieron para hacer. No importa su pasaje económico, no importa si son felices con sus novios, depende de lo que ellos hagan. No hay fé de erratas. Un error, 40 millones de puteadas.
De pronto comprenden, ese sonido indescriptible lo conocen de todos los domingos porque ellos también fueron parte de eso. Los nervios se adueñan de sus cuerpo. Fleco, parado frente al baño, empieza a sentir el vertigo. Maria, se traba en la cuenta a la hora de dar un vuelto.El gordo, cronometro en mano, tiene que detenerse; se equivoco de bujía esa no era la medída, ya van casi cuatro minutos y todavía no arranco. Martín tropieza, un pelado se le cruzo al salir del baño y sin pedir permiso lo mando al piso con nueve copas y vino de cosecha 1922.

Y vos ahi, sentado frente al televisor, en la comodidad de tu casa pidiendo que se vayan todos, gritando ¡Messi, la puta que te parió!.