[Los tentáculos y los días] Los pulpos de la Hammer.

Day 1,382, 02:35 Published in Spain Spain by Mojo Jojo23
Este artículo se divide en dos partes independientes: es un "dos en uno". La primera parte es propaganda pulpista, la segunda es un cuento o mito ambientado en la VR: Los pulpos de la Hammer. Este relato -escrito hace más o menos un mes- viene a indicarnos que no andaba desencaminada lun@ lovegood cuando quiso instaurar unas adoratrices seshuales del Pulpo Paul, también nos aclara algunos efectos de la comensalidad centrada en platos de pulpo. Picando en los últimos tres pulpos hay tres canciones de regalo como BSO del monotema actualmente en vigor.




1. Apología de las letras cocinadas en su tinta

Un contratiempo que tenemos que afrontar los pulpistas es estar explicando cada dos por tres el motivo de nuestras acciones o el sentido de nuestros textos. Como esas avionetas que arrastran por los aires un letrero legible desde el suelo, estamos obligados a hacer despegar un pulpo invisible que ponga sobre las cabezas un rótulo que haga reconocible cualquier cosa que hagamos.

Hasta dar las explicaciones oportunas e incluso después la tinta del pulpo llega a los encéfalos como manchas rorschach, ante lo imprevisto no vale la máscara y cada cual muestra una parte muy característica pues sólo podrán ver en función de lo que son. La subjetividad siempre está ahí pero se hace más patente ante lo extraño. Podríamos ser más comodones y escribir sobre seguro, buscar el aplauso fácil y así pasar por la batidora lugares comunes, monotemas y el argot para dar fe de que estamos a la onda, que somos otro ejemplo de como los ultracuerpos obran su artesanía de la clonación en la forma de expresarnos con nuestras cuentas.

A mi por lo menos eso ya me aburre y me alegro de que vayamos en la dirección contraria: ninguno de los que se queja del propósito de imponer esquemas de la VR ha logrado desconectar de ella tanto como nosotros al declararnos fieles a un mito en construcción continua. El partir casi de cero es algo que nos hace ser un poco reiterativos pues vamos dando forma sobre la marcha y sin prisa a una religión que no se caracteriza por un exceso de dogmas, aunque tenemos nuestros versículos creo que somos más de mitos, como conviene a una autoría abierta y colectiva.

Y tan colectiva que no nos aclaramos ni siquiera nosotros mismos a la hora de organizar los escritos (o de guardarlos) y todo se convierte en algo caótico. Ese parece nuestro sino, un destino a la medida del Azar, el Infinito, lo Imprevisto... conceptos concentramos en la metáfora del Pulpo Paul convertido en divinidad terrenal y erepublikana. Los demás jugadores al ser fieles a eEspaña (o presumir de ello) tienen a su disposición un sinfín de símbolos e ideas preconcebidas de la VR, todo listo para usar. No tienen que hacer artículos para inventar al toro de osborne o similares, nosotros si tenemos que ocuparnos de ese trabajo extra.

Lo que significa para ustedes una eEspaña-reflejo, lo es para nosotros nuestros escritos sobre un Pulpo que es metáfora del Azar y fuente de tinta. Nuestra patria es lo que vamos escribiendo y en vez de coger prestado de la VR, simplemente la contaminamos con nuestra pequeña historia de eRepublik para poder expresar propios mitos: un pulpo cósmico que aparece en los Andes, en el Altiplano boliviano, en Alemania, en Japón, en Las Vegas, en Canarias... Normalmente se procede de modo inverso, se expolia de la VR el kit completo, cuando no del cyberfolklore para que se vea que estás al día en ambientes endogámicos. El no repetirnos, el no limitarnos a hacer lo mismo cambiando los nombres nos empuja a la literatura.

Para algunos ésto se tratará de un anatema meter por encontrarnos a veces en el límite del off topic, ser más propio de un blog y contravenir las leyes de eRepublik. Respeto ese punto de vista aunque lo intuya como línea de ceguera por llamar de otro modo a la estrechez de miras. Con un potencial de cientos de clicks al día, el aspecto creativo y de comunicación entre ciudadanos de eRepublik parece estar en tiempo de descuento, el césped donde se juega está en mal estado y los equipos juegan con menos de once. Soy un poco mayor para jugar a las chapas como sustitutivo y prefiero escribir cuentos de fútbol, esos serán los parches de mi balón.

¿Me se entiende? Pero el fútbol que me interesa no es el fútbol de esta Liga Alexis. Los pulpistas hemos surgido en esta época precisamente por el estado en el que se encuentra el juego, un estado que responde a unos intereses económicos que nos son ajenos pero que trabajan en función de lo que somos, sacan partido a una dinámica de juego que en parte surge de la misma comunidad. Cuando eRepublik al fin muera de eRepublik será por que dicha enfermedad se origina y padece tanto en cuerpo (juego) como en alma (comunidad).

Mientras tanto una opción muy válida es ponerse a escribir parches, evitar las hojas en blanco con la imaginación a toda pastilla, hacer justo lo contrario a clickear como un obseso (ideal de player), que es escribir palabras que ni de lejos dan dinero, que no son loas a los que juegan a esta enfermedad -o así quisieran- como si fueran el cowboy de los anuncios de marlboro (arquetipo para millones de adictos pero al final una víctima más del producto)... por eso la religión pulpista tiene tentáculos tanto en el azar como en las letras que sólo a ustedes les resulta excéntricas porque al igual que a los pulpos hay que asustarlos tres veces antes de cocerlos para que así salgan tiernos.





2. Los pulpos de la Hammer.

Cerca de la plaza de la iglesia de la capital insular todavía se puede encontrar el bar Andalucía. Con el paso de los años las anécdotas que lo incluyen como escenario se han hecho innumerables. Una muy recordada por los antiguos parroquianos es la de una inesperada visita que tuvo lugar una tarde a mediados de los sesenta. Llegó hasta allí esa actriz extranjera con cuerpazo de vértigo de la que todo el mundo en la isla hablaba.

Andaba buscando un teléfono para llamar a su hotel y que de allí le enviasen un taxi para recogerla. Pero antes de empezar a decir nada ella al camarero se le cayó un plato sólo con verla. Se malograba así una pequeña ración de pulpo con mojo que estaba a punto de servir al señor cura. Comprenderíamos al patoso si tenemos en cuenta que estamos hablando de quien fue conocida como “el cuerpo”.

Para sorpresa de todos habló en español con el acento latinoaméricano de su padre. Entre risas se ofreció a pagar el desperfecto quizá por congraciarse con los lugareños. Pero el sacerdote a gritos desde la mesa se negó a comer de un plato costeado por ella. A él le constaba ella como fuente de pecado mortal, no en vano era quien a través de la confesión llevaba la contabilidad de las fantasías sexuales ajenas, fantasías que se apilaban en su psique como leña de las propias.

De modo que aquella tarde para asombro de todos alguien salió de allí con el estómago vacío y no fue la actriz. Porque el pulpo fue entonces del plato a la boca de quien ya lo había pagado, con algo de pan y sorbos de un vino blanco dulzón que la alegraron un poco. El taxista llegó pronto, sabía a quien venía a recoger y estaba loco por verla, pero tuvo que esperar a que Rachel acabase con otras tapas de pulpo que fue pidiendo: a la vinagreta, al ajillo, a la gallega...

Nada más acabar la imprevista pesquisa gastronómica de quien era entonces la mujer más bella del mundo y subir ella al taxi la gente de la capital empezó a hacer chanzas a costa del cura. Otros dieron cuenta de como la estrella de cine devoraba los pulpos y salieron a “pulpiar” más a menudo por si había alguna relación entre el objeto de tal apetito y las curvas imponentes. Éstos tenían la esperanza secreta de que a sus señoras se les agraciaran un poco las carnes al consumir el animal de ocho brazos.

Ninguno de aquellos isleños conocería jamás la siguiente parte de la historia. Al cambiar el siglo se encontraron en los archivos de la Hammer de Londres secuencias no incluidas en el montaje final de la película que ella había ido a rodar a la isla. En una de ellas Rachel Welch es raptada por un enorme cefalópodo que le arranca el bikini prehistórico con sus tentáculos antes de llevársela mar adentro. Aparte de la impresión de verla desnuda lo que llamó la atención de los especialistas es que la figura del pulpo no responde a la rudimentaria técnica del stop motion empleada para animar a los dinosaurios que aparecen en la película.

Se concluyó que se trataba de una secuencia fake elaborada con avanzados efectos digitales. No hay acuerdo si las imágenes formaban parte de un especial de hallowen en un canal erótico en el que la Hammer tenía acciones pues otros lo atribuyen a la mano de un antiguo empleado que al parecer acabó mal con la productora. Lo cierto es que aun siguen apareciendo secuencias olvidadas en las cintas originales de las películas de la Hammer. Todas consisten en el rapto de alguna actriz de cuerpo impresionante por la misma criatura gigantesca con tentáculos. Se les ha puesto la etiqueta de fakes del pulpo de la Hammer.

Una cosa es segura: en el Bar Andalucía no consta ninguna visita inesperada de esas otras actrices. Debió ser en otro lugar donde comulgaron con pulpo.


[De "Los tentáculos y los días", libro acerca de las obras de Paul en la Historia y el Cosmos de la VR.]




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