Sopa de letras. NAP/CoT/CUA/ABC

Day 1,917, 15:10 Published in Chile Argentina by Pescaman


"Sólo nos queda mirar la luz de la luciérnaga,
ese débil chispazo de la hoguera del verano
más breve que la memoria de una ola.
Miremos la luz de la luciérnaga.
A ella se ha reducido el mundo.
"
(Domingo a Domingo (fragmento). Jorge Teillier)



Hace poco tiempo atrás, el tema en boga era un posible NAP entre Chile y Argentina. Así, a fuerza de pegar contra Argentina se terminaron generando dos intentos fracasados.

En el primero la iniciativa fue chilena. Fue durante el gobierno de wisepiii84 y lo habría gatillado el gasto de recursos, el desgaste, y lo propicio de la fecha para detenerse/descansar/reorganizarse (fin de año).

En el segundo la iniciativa fue argentina. Fue durante el gobierno chileno de SanCoeur. Ocurrió después de que Chile borró a Argentina. En ese momento, los argentinos hicieron una propuesta concreta la que no tuvo éxito debido a que entre sus condiciones incluyeron el poder lanzarle NE a cualquier país de Sudamérica. Dado que eso significaba que Chile abandonaba a Paraguay y Perú, todo se fue por la borda.

Ver: http://www.erepublik.com/es/article/chile-argentina-fulgor-muerte-y-agon-iacute-a-de-dos-nap--2196946/1/20

El problema era que Argentina necesitaba crecer, tener guerra con alguien, pero en el espacio sudamericano eso implicaba necesariamente chocar con CoT. Chile no iba a abandonar a Paraguay o a Perú, entonces, de acuerdo al mapa, la única posibilidad de que Argentina no colisionara con CoT era que considerara como blanco a Sudáfrica (Pampas fronteriza con Western Cape).

Ver: http://www.erepublik.com/es/article/sud-aacute-frica-la-oportunidad-2198078/1/20

La cuestión era que entonces aún quedaban cenizas de aquella pasión que unió a argentinos y brasileños en lo que llamaban una y mil veces "hermandad". Si bien ya no había alianza mutua, aún persistía el interés recíproco por no señalarse públicamente como enemigos. Y claro, también existía el dictado de la prudencia: Argentina no iba a atacar a Brasil, dada su posición estratégica.

Entonces, un ataque argentino al único lugar donde no chocaba con CoT (Sudáfrica) significaba necesariamente entrar en conflicto con Brasil. Algo que entonces Argentina no estaba en posición de arriesgar y que tampoco convenía a Brasil, pese a que entonces tenía en la mira a Asia (Taiwán-Filipinas-China).

Sin embargo, hoy las cosas cambiaron. Argentinos y brasileños decidieron sincerarse y se atacan abiertamente, cambiando el calificativo cliché de "hermandad" por la clásica sarta de descalificaciones usada en ER para caricaturizar al adversario.

Actualmente, Sudamérica está dividida claramente en dos bloques. A un lado los países CoT+Brasil+Venezuela y del otro los llamados CUA, pues Uruguay ya no menciona su política de neutralidad y Colombia permanece junto a los albicelestes.

El resultado del enfrentamiento a corto plazo es incierto, pero dada la correlación de fuerzas, es más probable que CUA sea derrotado si eso significa el borrado de Argentina, mientras que al largo plazo, probablemente lo que más se recuerde de todo esto es que habrá BB en los países que mejor aprovechen la coyuntura, con mayor probabilidad en Argentina, Brasil y Colombia.

¿Es posible que este conflicto tenga como consecuencia también el que se pueda trasladar la hostilidad sudamericana a otro lado para tener paz al interior del subcontinente?.

La pregunta podría parecer inexplicable si acaso Argentina, Brasil y Chile no tuvieran en conjunto una capacidad de hacer daño importante (unos 5000 millones diarios), lo que aparte de hacer feliz a Plato, bien podría utilizarse pegando conjuntamente (el famoso ABC) enfrentando blancos en Europa, Norteamérica o Asia, sin tener que estar atrapados en una guerra eterna sin posibilidad de solución que sólo aburre a los jugadores más experimentados.

Ver: http://www.erepublik.com/es/article/-iexcl-iexcl-sudam-eacute-rica-on-fire-datos-pa-iacute-ses-sudamericanos-en-la-guerra-bra-arg--2214822/1/20

Si uno de los orígenes del conflicto es la sobreposición de la necesidad albiceleste de expandirse con los intereses de CoT en Sudamérica, entonces la guerra con Brasil supera el temor a irritar a los verdeamarillos si acaso Argentina se llega a atrever con Sudáfrica. Si ya son enemigos, sólo se sacrificaría entonces una eventual "reconciliación".

Por otro lado, un eventual ABC necesitaría que Chile mantuviera blancos de ataque, el cual encuentra en la actualidad en Australia y, eventualmente, en parte de Bolivia. En el caso de Brasil, el reordenamiento implicaría mantener sus colonias en parte de Perú, bajo un esquema de acuerdo, y dirigir su guerra a Asia o apuntar a Europa en vez de volver sus pasos sobre Sudáfrica.

¿Difícil?: Sí, mucho.

Probablemente porque los problemas no se encuentran solamente en la sobreposición de los actuales intereses militares de cada país sino que también se generan en la desconfianza mutua.

Por otro lado, un eventual ABC implicaría además un reordenamiento absoluto del naipe de alianzas. Habría que negociar con aliados, eventualmente abandonar algunos, lo cual sería especialmente complejo para Argentina, país que está completamente del otro lado de la vereda que han escogido Chile y Brasil.

Así, sólo un cambio radical en el juego podría gatillar un acercamiento tripartito para superar todos esos problemas para así formar un ABC.

La cuestión es que los hechos indican que mientras más equiparados están los poderes militares de Chile, Argentina y Brasil, hay mayores incentivos entre la gente que opera racionalmente en el juego para dejar de pegar entre sí, debido a que la guerra se empantana en la monotonía y el desgaste eterno.

De lo contrario, no habríamos estado atrapados en un loop con Argentina desde que les quitamos sus colonias, no habría habido un ofrecimiento de NAP argentino a Chile o sus candidatos a CP no habrían hablado hace poco de acercamientos de paz con nuestro país.

En este sentido, hasta hace dos meses, Brasil era el factor desequilibrante en la guerra chileno argentina. Sin embargo, Chile logró en parte superar ese problema mediante su BB, la fundación de CoT y la adhesión a una red de aliados.

Ese equilibrio fue lo que empantanó la guerra, con leve ventaja a favor de Chile, la que sólo ha recobrado parte de su dinamismo con el NE brasileño a Argentina.

Por todo lo anterior, y una vez más, el crecimiento poblacional, dado su impacto militar y económico, actúa como uno de aquellos fuertes incentivos para cambiar las cosas.

Si Chile, lograra un nuevo BB (y eventualmente también Colombia), ello podría tener como consecuencia que Brasil, ahora sí para siempre (o por un buen rato), deje de ser el comodín que determina el equilibrio militar en Sudamérica. Argentina así tendría una nueva motivación para buscar otros horizontes más interesantes y estimulantes para su población que pegar una y otra vez amenazando a Paraguay y Perú, y de atacar a Chile en un ahora (y hasta ahora) vano y aburrido empeño por borrarnos.

Tal vez entonces se estaría más cerca que un ABC, no por idealismo, claro, sino por el más simple y brutal interés mutuo: el de la defensa y el de reencontrar la diversión perdida.