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Si te dijera que por los años venideros y las generaciones futuras, tu persona fuera recordada y admirada hasta la muerte de la especie humana o sus derivados, la muerte ya no luce tan tenebrosa ¿verdad?

Una vez que te das cuenta que hay un reloj de arena en tu cuerpo te pones a pensar en la muerte. ¿Qué se sentirá? ¿Estaré feliz? ¿Estaré listo para recibirla? Aquel ser que a varios poetas y escritores ha inspirado y adorada en muchísimas culturas. Al final todo muere.

Algunos al pensarlo llegan a la conclusión que en realidad nada importa, y se suicidan ante semejante pensamiento, al fin y acabo el universo no cambiara por su muerte. Pero la verdad es que eso no es del todo cierto, al final pequeñas acciones son las que cambian al mundo, y son las decisiones y sus derivados los que ya se notan. Digamos por un momento que algún ancestro de Karl Marx hubiera muerto en alguna guerra o de alguna enfermedad, el pensamiento del comunismo por supuesto hubiera surgido en algún momento, pero no de él, y probablemente se hubiera retrasado. Al igual que digamos que aquel viejo director de arte hubiera aceptado a la universidad a un joven Adolfo Hitler, claro probablemente sería un artista polémico por su posible pensamiento pero la historia hubiera sido otra.

La muerte de las personas puede significar un cambio increíble en el pensamiento de la gente o de sus acciones en futuro.

Otras personas al analizarlo se ponen metas a cumplir, para así lograr ser felices y cuando la calaca toque la puerta, poder recibirla como una amiga y con gusto.

Otras personas finalmente llegan a la conclusión de que si bien el cuerpo muere, las ideas, pensamientos y acciones no, ya que estos al final rigen las decisiones en el mundo, decisiones que pueden llegar a ser cruciales en muchos aspectos.

Entonces como meta tienen el recuerdo de las personas, la mayor cantidad posible, y el conseguirlo ya es personal. Algunos son amables y gentiles, otros tratan de ayudarlos de una manera más llamativa para que el recuerdo quede mejor plasmado, etc.

Finalmente te preguntas "¿si muero, pero mis acciones influyen en las decisiones de los demás en un futuro, seguiría muerto?" y la respuesta es sí, sigues muerto, pero personalmente significaría que tu vida ha significado y ha importado para algo en el mundo por más diminuto que sea. Ahora a algunos esto no les basta y quieren dejar un mayor recuerdo y que sus vidas signifiquen más al hacer que decisiones cruciales en sociedades se basen en las acciones, pensamientos de esa persona.

Pero usualmente son estas personas las que llegan a métodos tan extremos que simplemente llenan su recuerdo con odio por el público general, aun así, si fue lo suficientemente popular lo más probable es que alguna persona aun así tome en cuenta sus acciones como positivas.

Al final nos regimos por algo: el recuerdo. Los recuerdos son la clave. Los recuerdos hacen que la muerte duela menos.

Al tener esto en cuenta te pregunto: ¿Cómo te sentirías si con cada día que pasa poco a poco las personas se van olvidando de ti? Y ni siquiera me refiero a personas que viste en el metro, o amigos de la primaria con los que ya no tienes contacto, me refiero a seres queridos.

Amigos cercanos, familiares, incluso tus mismos padres. Aun siguiendo vivos notas que poco a poco te van olvidando, y no recuerdan. Esas bellas acciones tuyas con ellos, aquellos momentos hermosos que compartieron se van esfumando de sus mentes y no porque quieran, sino porque están enfermos.

Olvidan tu nombre y te das cuenta que no tiene solución, al final terminaran olvidando hasta el respirar y morirán. Sabiendo que no puedes hacer nada por ellos, y no importando los recuerdos que hagas ahora sabrás que se esfumaran, y en las nuevas generaciones después pasara lo mismo.

Te olvidan y te dejan solo. Vives la muerte en persona y vez como será el futuro una vez que todo mundo te olvide en sus ojos, sus acciones, sus palabras. El convivir con ellos es una tortura, porque es el constante recordatorio de que un día morirás, y llegara el día en que nadie de los vivos te recordara.

El vivir el seguro futuro en persona llega a ser peor que la muerte.