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Queridos lectores, me enfrento al reto de una pantalla en blanco y mucho para escribir, típico tópico pero real de muchos escritores y demás aporreadores de teclas. En estas líneas, y en las venideras, os voy a explicar cositas sobre el mundo de la aviación, desde el punto de vista de un aprendiz. Pero primero, permitid que me presente 'brevemente'.

Tengo 34 años, y pasé casi 30 en mi ciudad natal, Barcelona, y me trasladé por amor a Madrid donde vive mi pareja. Tras largo tiempo, 33 años exactamente, nunca supe que hacer con mi vida, que si la informática, que si empresariales, aprobaba o no, pero siempre con el mínimo esfuerzo. Trabajé poco. Lo mío era el gaming-world. Después de tocar fondo, y os aseguro que siempre puedes ir más hacia abajo de lo pensado, y gracias al amor de mi chica y padres, empecé a cambiar. Pero, ¿hacia donde y cómo? La respuesta, escondida bien adentro, fue clara. Hacia algo que siempre me habría gustado ser, pero que siempre había descartado: ser piloto; descartado anteriormente, pues los estudios no son baratos y la rama militar no iba conmigo. Para mi, las únicas guerras que habrían en el mundo serían las de los juegos.

Así que, rogando la confianza familiar, la de mi chica y la de los bancos, me aseguré un pequeño capital para empezar la dura empresa de estudiar CPL (commercial pilot license) o licencia de piloto comercial. Un año de estudio, que ya os explicaré, y 200 horas de vuelo.

¿Os imagináis a alguien, con 33 años, sin práctica alguna en estudiar, estudiando una de las profesiones más duras que hay? Yo tampoco, pero creedme, todo es posible.

¿Y por qué es la más dura? Con permiso de arquitectura y medicina, es la más dura pues se estudia en muy poco tiempo. Algunos profesores llegan a comentarnos que si por ellos fuera, darían la asignatura en tres años y no en uno. Debemos estudiar unas 6.000 páginas de apuntes, más catorce libros, más manuales de la Cessna 172, Seneca Piper PA-34 y Airbus 320. Saber centenares de datos de memoria, numéricos y procedimentales, al instante, sin cálculo alguno ni consulta. Por ejemplo, ¿cuál es la velocidad de pérdida con 10º de flaps de la c172? ¿O cuáles son los procedimientos en caso de fallo de motor? ¿O cuál es la distancia terrestre de planeo en caso de fallo de motor a una altura de 3000 pies AGL? (above ground level) O ¿que distancia angular hay entre dos aviones y un VOR para que se consideren separados?

Mientras tanto, a mitad del curso, por allá los seis meses, y si tus notas han sido aceptables, empiezas a volar y practicar con simuladores. Se empieza a volar la Cessna 172. Esto significa que tu tiempo para estudiar se esfuma, pues por la mañanas, casi todos los días, fin de semanas obviamente incluidos para volar/simuladores (pues solo se para el día de Navidad y año nuevo), las utilizamos para preparar la ruta de vuelo, el plan de vuelo, la planificación, la masa y centrado, y obviamente, volar. Así que por las mañanas, levantándote a las siete y media, te quedan no más de dos horas para estudiar, hasta las 16.00 que empezamos clases teóricas hasta las 20.00. Si tienes suerte, y no te encuentras un atasco, algo raro en Madrid, llegas a casa petado, y si tus fuerzas aún siguen ahí, estudias un poco más, te haces la cena, y a dormir.

No podemos salir de fiesta claro está, pues al día siguiente vuelas, y no puedes beber 12 horas antes del vuelo, y otras drogas que no sean el tabaco, además de una tontería, pues las drogas no llevan más que a la perdición, es una gran estupidez, pues en un control de la agencia estatal de seguridad aérea (AESA), si das positivo, tu carrera ha terminado antes de empezar.

Los exámenes de la academia, Gestair, son de tipo test y se aprueban con un 70-75%, dividiéndose en dos fases semestrales. Cuando los apruebas, te puedes presentar a los exámenes de aviación civil, 75%. Son 14 exámenes, uno de ellos se divide en cinco asignaturas, por ejemplo, 'Sistemas' es Motores alternativos, Motores a reacción, Electricidad, Estructuras y Sistemas neumáticos/hidráulicos.
Te puedes presentar a seis convocatorias, y como mucho cuatro veces la misma asignatura, en un plazo de un año. Si en ese plazo, no has aprobado todo, vuelves a repetir los catorce exámenes. Ah! Y por cada presentación a un examen de una asignatura, pagas 70€.

Además, en el caso de medicina, hacer prácticas con un cadáver, como mucho debe provocar cierta repulsión inicial. Nosotros, a la que llevamos unas 60 horas de vuelo y empezamos a volar solos, nos jugamos la vida. En la aviación no hay freno de mano en el aire, ni te puedes apear en la cuneta y consultar un mapa o llamar al mecánico. Disponemos de muy poco de lo único, además del amor, que no se puede comprar con dinero: TIEMPO. Por esto hay un dicho en la aviación, que dice: No lleves tu avión donde tu mente no haya ido cinco minutos antes. Al navegar a 110 nudos, que llegan a ser unos 200km/h, y en línea recta, os aseguro que el suelo avanza muy rápido.

Bueno, por hoy ya os he aburrido demasiado y a los que hayáis tenido suficiente paciencia para llegar aquí, gracias!!
Para el próximo capítulo, os contaré un poquito más y si queréis discutiremos por que es la más dura 🙂

Por cierto, todas las fotos (excepto la del avatar), son tomadas por uno mismo.