Memorias de un soldado X

Day 2,451, 21:22 Published in Mexico Cyprus by Vittorinno

Nikolztscha resistido bien. Dios… aún estamos sorprendidos que hayan resistido por tanto tiempo. Resistieron bien y defendieron ferozmente la plaza, como los buenos soldados que fueron. Desde aquellos caídos en combate que dieron su último aliento, hasta aquellos que ya no tuvieron suficiente parque para continuar luchando. Hasta que sus heridas, el cansancio, la sed y la hambruna hicieron sus estragos en ellos. Hasta ese momento infame y vergonzoso que te hace caer súbitamente al suelo tan rápidamente como un rayo. Solo hasta entonces… capitularon.

Si tan solo vieras la ciudad en estos momentos. Hemos tenido la oportunidad de ver lo hermosa que era en fotografías. Llena de flores y banderines en sus fiestas. Y ahora solo quedan escombros por todos lados. No me llena de orgullo decirte que gran parte de la ciudad aún sigue en pie; no, claro que no me “satisface” escribirte eso. Tan solo me hace recordar aquella anécdota que se cuenta sobre el conquistador de México – Tenochtitlan; es un relato extraoficial y quien sabe si sea real. Se dice que una vez conquistada la ciudad mexica, este conquistador (que no recuerdo su nombre); triste y abatido por la escena que tenía ante sus ojos exclamó: “No había necesidad de destruirla”. Eso mismo dices cuando estás en un sitio donde te permite ver la situación de Nikolztscha.

Y yo, siendo un oficial, tengo que dar un reporte sobre la zona de ataque que tuve a cargo. Ahí tengo que decir que fue destruido y que no, cuantas bajas tuve, cuantos herido hubo y todo lo que se necesita para hacer un reporte general. Para eso se necesita que todos los oficiales o al menos los de mayor rango se reúnan y den sus propias partes; al igual, en esa reunión se debate y se prepara el plan de avance de las tropas. El lugar donde se estaba recabando todos los reportes fue en la azotea de una iglesia. Ignoramos el por qué se haya escogido ese lugar, algunos de nosotros deducimos que el general lo eligió por la vista que brinda aquel lugar. Es verdad que la vista es sorprendente y hermosa… a pesar de que puedan verse algunos edificios derruidos, otros destruidos completamente o llenos de tizne por el fuego. Cuando tienes una vista así, ante tus ojos; te llegan sentimientos de nostalgia y soledad, de tristeza y de dolor. Te sientes culpable y responsable a la vez. Tan solo esperas que aquel sitio se semeje al mito del ave fénix y que de sus cenizas se renueve con mayores bríos. Y para ello, también nosotros estamos inmiscuidos en dicha labor; procurando y guiando, enseñando y cultivando, aliviando y sanando el espíritu de las generaciones venideras.

Por ahora solo puedo decirte esto. Te diré más en un futuro.
Cuídate mucho, por favor.
TE QUIERO MUCHO.
Contigo siempre…