Memorias de un soldado IV

Day 2,360, 21:43 Published in Mexico Cyprus by Vittorinno

Aún resuena en mi mente aquellas palabras de aquella pareja de ancianos y eso me fortifica un poco. Hace un tiempo me tomaba un poco más de tiempo para pensar si disparaba o no mi arma. Antes no me tomaba la molestia de mirar los ojos de a quienes apuntaba con mi rifle, ahora si. También recuerdo una frase que una profesora dijo la primera vez que nos impartía su clase, lo recuerdo aún; era la clase de arte. Se presentó y después de eso nos preguntó que pensábamos acerca de la frase “Los ojos son el reflejo del alma”; no recuerdo si mencionó al autor pero ahora quisiera saber por quién fue pronunciada. Si algún día tuvieras la molestia de investigarlo y lo llegas a saber antes que yo, te pido de favor me lo hagas saber.

Regresando con esta frase que te digo, uno puede percatarse que tan podrida tiene uno el alma. No sabría como explicártelo con palabras pero… hasta se siente algo cuando miras los ojos de tu oponente. Una vez estando en una misión, vimos a un blanco suelto, un soldado perdido; decidí no dispararle a lo que mi observador me preguntó el por qué sabiendo que teníamos una orden. Le comenté lo de la finca y como me hacía ruido en mi mente las palabras de aquel hombre, hasta le comenté que no le había disparado a otros diecisiete soldados contrarios. La reacción que tuvo fue “natural” después de todo, me empezó a regañar y a decir que si se enteraban de eso seguramente me arrestarían o incluso podrían fusilarme. Yo le di las razones que te expuse, lo de los ojos; y que no me gustaría corresponder a aquel hombre a su generosidad asesinando a su hijo. A lo que mi compañero contestó: -Esto es una guerra. Además… ¿te mostró alguna fotografía de su hijo para que tú te sintieras obligado a respetar la vida de su hijo que quizá ya esté muerto? Quizá hasta ya esté muerto y esas personas estén desvariando y ya confundan la realidad con una fantasía. Si, hicieron un gran gesto que no cualquiera haría en tiempos de guerra pero no estás obligado a nada. Tenemos ordenes, compañero. Hay que cumplirlas, es un peso que nadie quisiera cargar pero nosotros hemos decidido cargar con eso. Y por tu dicotomía entre el cielo y el infierno, del bien y del mal; el tipo con cara de purgado… se acaba de ir-. De lo último debo confesar que me dio algo de risa y después agregó: -Si me castigan por tu culpa, te juro que te daré una golpiza que hasta tu quinta generación sentirá el dolor-.

Como quisiera escuchar tu opinión acerca de esto. Espero y puedas darme una respuesta.

Por ahora solo puedo decirte esto. Te diré más en un futuro.
Cuídate mucho, por favor.
TE QUIERO MUCHO.
Contigo siempre…