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Alguna vez te has preguntado si será cierto todo o algo de lo que se han dicho nuestros ancestros. Como por ejemplo; a cerca de la hierva, dicen que mientras más corta sea la humanidad ha dejado de ser compasiva y buena; o a cerca de la sal, algunos dicen que llamas a las almas del limbo, otras piensan que es de mala suerte sin saber que tipo de infortunio sea; o cuando dicen que puedes presentir tu muerte mucho antes de que llegue, algunos dicen ser vigilados, otros la identifican con un aroma, otros más la ven y otros solamente tienen esa inquietud que comúnmente denominamos como corazonada.

¿Te lo has preguntado alguna vez?

Yo si y varias veces. Aún más en estos momentos. Y más en estos recientes días, tal vez inconscientemente desde el día en que inició esta feroz campaña o inclusivamente… desde el primer día que le arrebaté la vida a otro humano.

No me alegra decir que no siento remordimiento por ello, pero tampoco me siento orgullo por ello, de ir despojado a los demás de sus vidas cuando el día menos esperado me lo hagan a mi. Antes podía hacerlo sin tomarme la molestia de “reflexionar” sobre ello ya que no hay mucho que puedas reflexionar. Claro, solo si no tienes tu mente en blanco y tengas la frialdad suficiente en la sangre para hacerlo, solo en esos casos si tienes por qué hacerlo.

No sé porque te estoy escribiendo esto. Creo que lo hago porque solo contigo puedo ser honesto y sabes perfectamente que siempre te diré la verdad, no tendría secretos contigo, jamás ante ti. Y el motivo que te esté escribiendo, después de tanto tiempo; desde hace cinco años, sea ese, el confesarme contigo. Y créeme que aún mantengo esa afirmación que te hice alguna vez, que te soy como un libro abierto y puedas preguntar lo que sea de mi, lo que desees y siempre tendrás una respuesta sincera y verdadera.

Tal vez también sea una excusa para saber sobre ti y… bueno, te estaré dando más noticias mías que las que tú me puedas dar pero siempre estaré dichoso de saberlas. No podré hacerlo siempre, ya que en ocasiones estamos en constante combate y en los pocos momentos de descanso te los dedicaré a ti.

Por ahora solo puedo decirte esto. Te diré más en un futuro.
Cuídate mucho, por favor.
TE QUIERO MUCHO.
Contigo siempre…