La del no ser VII

Day 1,954, 04:06 Published in Spain Spain by pabman11



Bienvenidos al continente…



Levanta la espada concentrando la energía del ambiente en ella. Su contrincante hace lo mismo, consiguiendo que ambas espadas queden cargadas de luz

— ¿Creías que Stauros era la única espada mágica? — Dice Alceo.

Jervaj no responde, solo ataca con todas sus fuerzas hacia la espada de Alceo, esperando quebrarla. Pero no es así y Alceo contraataca juntando dos ágiles movimientos y cortando la camisa de malla de Jervaj por la parte del hombro… Stauros empieza a tener vida propia, y se mueve más rápido de lo que habría podido hacerlo Jervaj, cortando el aire durante unos segundos y obligando a Alceo a retroceder…

Jervaj levanta a Stauros ladeando la cabeza, con curiosidad de saber qué pasa si lo mata en ese instante, preparado para dar el golpe final….

Blanca contiene la respiración cuando esto pasa, pero, ese momento de respiración de Jervaj lo ha aprovechado Alceo para recomponerse y ocultarse detrás del carruaje…

— ¡Maldición! ¿Dónde estás consejero? ¿Tengo que ir a buscarte incluso cuando te escondes? Ya te has dado cuenta que Stauros solo me obedece a mí, ¿verdad? — Grita Jervaj, iracundo al carruaje de Blanca…

— Aquí estoy. — Alceo sube encima del techo de la carroza, invitando con la mano izquierda a Jervaj para que suba.

Poco después, los dos están arriba, a unos tres metros de altura, en una superficie que a duras penas da para que ambos puedan moverse… Pero eso no les incomoda… Solo piensan en luchar.

Alceo levanta su espada, y ataca frontalmente a Jervaj, rozando su corazón justo antes de que Stauros se ponga por medio y lo empuje hacia atrás, a punto de caer…

A punto, pero no cae, y vuelve a la carga, lanzando garrotes a izquierda y derecha, intentando que Jervaj sea el que caiga, aprovechar ese elemento que le favorece, por el hecho de haber luchado en el estrecho muro durante tanto tiempo…

Pero Jervaj también está entrenado para luchar en lugares estrechos, lo hacía en el castillo, y en los bosques, y ninguno de los dos consigue hacer que el otro tenga una debilidad… Hasta que Alceo, cuando intentaba hacer una finta, deja libre su costado izquierdo, y Jervaj empuja a Stauros hacia ese pequeño vacío en las defensas de su contrincante, cortando y empujándolo hacia fuera del carruaje, cayendo los tres metros que separan el suelo del cielo de espaldas… Jervaj, salta, y en un momento de rabia, termina con su vida clavando la espada en su corazón y tiñendo el azul en rojo…



Un susurro corta el silencio que había llegado tras la muerte de Alceo… Se trata de Boitx, que hace aparecer el tótem…

— Jervaj, hasta el fin de todo esto… — Llama Boitx a su compañero, que se encuentra aún arrodillado al lado del cuerpo inerte del que era consejero de la Reina… Una Reina que ahora no reacciona, al lado de Lis. Igual que todos los soldados allí reunidos… La revolución de su general contra el consejero de la Reina… Nadie sabe la historia tan bien como Boitx, o tal vez, Blanca…

Lis se adelanta un paso y saca su arco.

— No sé quién eres, ni que pretendes con esto, solo sé que ese “báculo” era de alguien a quien yo formé, a quién entrené, y no hay derecho a que tú lo cojas… — Dice con voz firme, pero temblorosa la soldado…

— Ingenua… Puede que seas más, ¿mayor, madura, experimentada? que yo, pero no sabes nada de la magia… — Ríe Boitx. — Quita de en medio y déjame que cumplamos nuestra misión…

— Nunca. No debo mi vida a esta Reina. A esta ni a ninguna, pero nunca rechazaré un combate, así que, si tan superior te crees, vamos… — Lis termina y desafiante, saca también la daga del bolsillo, la misma daga, que horas atrás, había combatido a Blanca…

— Tú lo has querido. — Dice Boitx y carga el tótem de la energía del ambiente, como habían hecho segundos, minutos, horas atrás Jervaj y Alceo… Dispara una bola de fuego en dirección a Lis, quién la esquiva rodando por el suelo y dispara un flecha hacia Boitx, que para con un movimiento de muñeca creando un escudo transparente a su alrededor…

Boitx es y se siente superior… Lo tiene todo a su favor… ¿Todo? No, ella tiene una cosa, en contra, el miedo a equivocarse en su decisión… El tótem le obedece, la hace poderosa… Pero, ¿es eso lo que quería? No hay tiempo de pensar.

Lis dispara otra flecha, sabiendo que es imposible atravesar el escudo mágico con una flecha normal… Pero… Corre atrás hacia Blanca le arranca casi de cuajo el cuchillo que lleva en torno al tobillo… Un cuchillo de plata, mortal para la magia… Boitx también se ha dado cuenta, y comienza a recitar una poesía que le proteja de ataques físicos, pero ya es demasiado tarde y el escudo ha cedido cuando Lis le ha tirado el cuchillo…

Ahora están ambas sin defensas… Lis ataca, convencida de que su fuerza podrá con Boitx, la espada se queda a pocos centímetros de su rival. Otra espada la ha impedido avanzar…

Blanca empuja a Lis y se planta frente a Boitx, con la espada en la mano derecha, pero con una bola de energía negra en la mano izquierda…

— Esta batalla no es tu batalla. — Sentencia Blanca.
— ¿Ahora te preocupas por tus súbditos sin interrogarles ni espiarles? — Pregunta burlona Boitx, mientras crea un nuevo escudo de protección.
— Veo que mis sospechas no iban mal encaminadas. Nos dieron la misma formación, Boitx, ¿Qué ha cambiado en ti desde entonces, desde que estábamos las dos juntas en el castillo? Eres más fuerte que antes, más inteligente, más hábil que aquella niña que lloraba por no poder crear un hilo de hielo… — Reflexiona Blanca sobre el estado de Boitx, que ahora tiembla, haciendo que el tótem suelte algunas chispas rojas y verdes… — Entiendo que no respondas…
— Sí que respondo. No ha cambiado absolutamente nada en mí. Solo que crezco, tanto en edad, como en magia… Antes era una niña, ahora soy una Bruja…
— Pero, ahora ya tienes el tótem, eres libre de no luchar, no te lo voy a impedir, yo también deseaba tener ese bastón, por supuesto. Pero no lo busqué.
— Tú eres débil… — Susurra La Bruja
— No lo soy.
— ¡Demuéstramelo! ¡Lucha! — Grita Boitx, desafiando a Blanca….

La Reina estira el brazo izquierda, lanzando así la bola de energía negra que tenía. Pero Boitx ha sido más rápida y la bloquea con un simple movimiento de muñeca…

Una espada vuela. Es la de Blanca, ella misma la ha tirado para tener las dos manos libres. Ahora sí.


Una gran bola de agua sale contra Boitx, quien la esquiva con un salto hacia atrás, pero pierde la concentración y el vacío que estaba creando se desvanece…

— ¡Hasta aquí hemos llegado! — Grita Boitx, furiosa y congelando a Blanca unos segundos, crea el octógono de invocación… Blanca consigue moverse, pero no sabe donde meterse… En ninguna de las lecciones de pabman venía la invocación de seres…

Nagiri aparece… Ataca. Le susurra Boitx…

Ahora todo es luz…










Oscuridad… Es lo único que veo ahora… El eterno sueño en que me había sumido hace que no sepa donde estoy… Pero una luz aparece, una minúscula mota que ilumina la cueva donde me ecnuetro, tumbado sobre la fría piedra… Las manchas de sangre aún reposan en el lugar exacto donde me hirió la espada… Una Voz, detrás de la luz ¿o es la luz? me dice levántate y anda…

— ¿Quién eres? — Pregunto
— No importa quién soy, sinó, quien eres tu y cual es tu misión… — Responde la voz…
— Soy… Pabman, General Shakta… Y mi misión es… La Venganza


Pabman11, Redactor de Desde La Nevera y dueño de sus destinos