La del no ser VI

Day 1,949, 09:40 Published in Spain Spain by pabman11



Bienvenidos al continente…




El puente está cerca cuando el sol empieza a declinar… Por suerte para el aprovisionamiento del ejército, un poblado de comerciantes se había establecido en la orilla del rio, creando un lugar tranquilo como Aiwent, con su posada y todo.

Boitx, ya alojada en su habitación, comprueba que no haya nadie cerca y con un suave movimiento de manos, prepara el octógono de invocaciones… Nagiri aparece, y sin decir nada, saca de la espalda (o lo que parece su espalda) el tótem… Acto seguido, desaparece, dejando que el báculo caiga al suelo rodando sobre sí mismo… La llama y el glaciar juntos en una misma figura… “Es mío, por fin…” Piensa Boitx, soltando una carcajada de satisfacción.

Sale de allí, ya de mañana, de día por fin, y cuando ve a Jervaj, con un hábil movimiento de manos, tenía el tótem a las profundidades de la oscuridad…

— Buenos días Jervaj, veo que ya estás despierto, ¿esperas algo o alguien?





— Si digo que te esperaba a ti, ¿te lo creerías? — En realidad, la sonrisa que posee Jervaj es falsa, el temor a que el cuervo llegue en ese momento es cada vez mayor…

Boitx se le acerca, tranquila, a punto de responder. Pero no le da tiempo. Un graznido sale del bosque… Un cuervo negro volando, con una figura alargada, envuelta en una bolsa de tela marrón entre las patas… Oh no, ha llegado… Y Boitx está por aquí…

— ¿Te busca? — Jervaj no se mueve. — Vamos, somos amigos, más que eso… Puedes contármelo… — Boitx ha dejado de observar el cuervo, que cada vez está más cerca y penetra sus ojos helados en la seria cara del general…

— Me busca a mí, ciertamente. Poco después de su muerte, decidí usar en mi favor una antigua leyenda, El Eterno Retorno, y mandé el cuervo del general a ninguna parte, lo mandé convencido de que sería capaz de encontrar el poseedor de la leyenda, y con él, Stauros…

El cuervo ha llegado y deja caer el paquete, junto con una escueta nota que coge Boitx…

Aquí está la espada que me pediste… Ahora dame mi recompensa.

Sincera: Legendario el eterno.


Jervaj abre el saco y de él, cae Stauros con su funda negra, de cuero… Saca la espada y brilla, más que nunca, un brillo azul intenso en cuanto Jervaj cierra la mano en torno a la empuñadura…

— Dos cosas, ¿Quién es ese tal Legendario el eterno, y que te ha pedido a cambio? — Inquiere Boitx.

— Es el guardián del Eterno Retorno… Me ha pedido… La corona de la Reina… — Contesta Jervaj agachando la cabeza



— Mi señora, la caravana de las provisiones está llena, solo falta que lleguen el resto de los soldados. Ah, y Jervaj y Boitx, por supuesto… — Le relata las últimas incidencias Alceo a Blanca…

— Perfecto, creo que Jervaj y Boitx vienen por allí, desde la posada, y, parece que Jervaj ha cambiado de espada. — Dice La Reina al ver el brillo de la espada de Jervaj desde su carruaje…



Jervaj se dirige dispuesto hacia Blanca, con Stauros en la mano…

— ¡Jervaj! Espera. — Grita Boitx, que se ha quedado atrás. Pero Jervaj no para.

Alceo corre hacia Jervaj, protegiendo a la Reina.

— ¿Qué haces con esa espada? Que yo sepa estaba perdida, y si no lo está, es del muro, yo mismo se la concedí a Pabman hasta su muerte desde el muro… — Reclama Alceo, desenvainando su propia espada al ver a Stauros…

— No sabes nada consejero… Esa espada no es tuya. Soy su legítimo propietario… —Alceo hace un gesto como de querer hablar. — Calla y escucha, honra al muro, ahora que puedes. Soy el legítimo dueño de Stauros. Cuando pabman la recogió del muro, y a la usó en el volcán, recuperó su poder, perdido hace años, después de su robo por los del muro… Volvió a la familia, por fin. Y ahora está en la familia otra vez…

— ¿estas diciendo que pabman y tú sois familia? ¿Lazos de parentesco? — Salta Blanca, a preguntarle.
— Más que eso. Éramos hermanos, hasta su muerte. Somos hijos del Conde, de una familia legendaria… Nuestra madre murió cuando nací yo, y nuestro padre lo envió al muro, para que se formara… Creo que lo descubrió en el mismo día en que murió…

— Ahora lo recuerdo todo… Lo conocí en los bosques de Aiwent, cuando no era más que un crío… — Se acerca Lis a la conversación… — Por eso recordaba el nombre, de vuestras conversaciones…

— Pero bueno, hasta aquí hemos llegado, la dinastía de Navarra conquistó estos territorios de forma indebida hace mucho tiempo, territorios que debería ser de mi familia… — Levanta la espada Jervaj hacia Blanca… — Blanca, deja la corona y admite que te equivocaste…

— ¡NUNCA! — Grita Alceo, apartando a Blanca y al resto con empujones y dejando solo a Jervaj enfrente de él.



Pabman11, Redactor de Desde La Nevera y dueño de sus destinos