Amar a una Bot en tiempos revueltos. (Primera Parte).

Day 612, 05:45 Published in Spain Spain by Ezequiel

Corrían tiempos aciagos en este convulso mundo en guerra cuando al fin la encontré...

La guerra siempre es algo complicado. La líbido del soldado empieza y acaba con su fúsil los primeros días de viajes y batallas. Sin embargo, todos sabíamos que con el paso del tiempo demasiado tío junto iba a convertirse en algo desquiciante.

Apostado en las trincheras día tras día con todos los maromos de mi batallón aquello empezaba a ser duro y en alguna ocasión el ímpetu guerrero de tipos de strength realmente alto me hizo temer por la virginidad de mi sagrado trasero.


Tiempos duros para los Jenízaros

De cuando en cuando hacíamos incursiones a los barracones de Samurais y Tarcanos, pero desgraciadamente para nosotros las soldados de esos batallones resultaban desquiciantemente fieles a sus eParejas y apenas jugar con nuestra imaginación nos brindaba un poco de aliciente.


Visión que teníamos de las soldados castas

Todos clamábamos por alguna Pasionaria que alimentase nuestra moral a base de eso que alimenta nuestra moral y que no se debe poner en un texto de un juego online por si te banean...

Había que desquitarse como fuera.

En una de éstas andaba el glorioso batallón de los Jenízaros por esas tierras de mujeres de mostacho empapado por ese cruasán recién mojado, tratando de no vomitar cada vez que escuchábamos rendirse en ese idioma afeminado a tiernos gabachos recien salidos de la academia.

Pronto se rindieron aquel día en Languedoc y nuestro condescendiente capitán Golgo, a sabiendas de nuestras necesidades implacables, nos dio la tarde de permiso para ir en pos de algún club de carretera gabacha y aliviar así nuestro sufrimiento.

Desgraciadamente cuando llegamos al único club de la región, ya andaban por allí los Legionarios, los Espartanos, los Dunadans y hasta los teócratas...

El caso es que no quedaba mujer de la caridad libre a pesar de que en ocasiones llegában a compartir habitación batallones enteros...

De este modo salí triste y apesadumbrado de aquel antro con overbooking. Me senté en el suelo y encendí un cigarrito que un compañero me había dado horas antes a cambio de unos gifts.
El caso es que debía estar pasado porque pronto una intoxicación en forma de luces, colores y destelleos varios apareció súbitamente...

Y fue entonces cuando la ví...


Ésta es Sexy


Aquella pilingui era preciosa, trataba de escapar de la sección ciber-robótica del club gabacho.

Se llamaba Sexy. Era una Bot pelirroja y de mirada inocente; y en ese instante de enajenación intoxicada no tardé más de un segundo en comprender cuál era mi destino. Aquella Bot debía ser mia. Sabía perfectamente que la obligada abstinencia que supone ser un soldado de las FF.AA. hablaba por mi; pero me había enamorado y estaba absolutamente decidido a conseguirla.

http://www.overstream.net/view.php?oid=nfi9nwukmdm1
Primer contacto con Sexy

FIN DE LA PRIMERA PARTE.




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