Musas - El primer encuentro

Day 2,218, 07:57 Published in Spain Spain by pabman11

De como la pluma ayuda al héroe


Me acerco a Escila... No soporto la idea de poder morir dentro del estómago de dicha bestia, pero si a Odiseo le salió bien, ¿por qué a mi no?

De repente, uno de los marineros, Sayma en concreto me da una palmada en la espalda...

— Tengo la solución...

Me giro y veo un lanzacohetes a su espalda...

— No recuerdo haber subido ningún arma a bordo... Es más, creo que prohibí cualquier artilugio...— Le reprendo.

— No es un arma cualquiera, Pabs. Se trata del gau 8, un lanzacohetes magnífico... Acabaré con Escila en un abrir y cerrar de ojos.




Dos minutos después de una gran explosión, en mi camarote...

Una bruma entra por la puerta... El humo, me hace toser, y mi respiración es cada vez mas sucia... Corro hacia el pestillo, y tiro de él.

No se abre, y el humo continua agotando mis reservas de oxigeno... Con mas fuerza aún, imploro en silencio su compasión...

— Aún no has muerto... — Una figura luminoso irrumpe en mis sueños de desmayo... — Acabas de destruir uno de los obstáculos, pero somos mas fuertes de lo que imaginas... Solo hay una manera de llegar hasta nosotras, y lo sabes mejor que nadie... Pabman11, general de la Diosa Helada, portador del tótem, señor de Aiwent...

Me despierto, al otro lado de la puerta del camarote, rodeado de los marineros...

— Señor, hemos pasado a Escila... El monstruo yace en las profundidades del mar... Nuestra próxima parada es la isla de Prometeo... — Me informa un joven marinero.

— Necesito papel y bolígrafo. Ahora. — Ordeno — Y una mesa firme, tranquila, y sobre todo, seca.

Una flecha sale volando hacia la cueva de Prometeo... El cíclope no se encuentra en ese momento dentro, una lástima, ya que si hubiera estado, hubiera muerto al instante, golpeado por la explosión al mezclarse las llamas de una vela y las tinajas de aceite... Sin embargo, Prometeo sí que oye las llamas expandiéndose a gran velocidad por el interior, y corre directo hacia ellas, implorando el perdón de su padre...

— ¿Eres tú, Nadie? Has vuelto a rematarme. No te contentaste con dejarme ciego, y loco, y que me dejaran aquí tirado... No, ahora quieres llevarte mi vida... — Grita hacia el mar...

— No soy Ulises. Mi nombre es Pabs el shakta, y quiero devolverte la vista... — Digo, bajando del bote en el que me encontraba solo.

— Entonces, vienes en mi ayuda... Mi padre te ha guiado, supongo.

— Si tu padre está emparentado con la Diosa, sí. Pero si no es así, simplemente quiero enmendar los errores que hizo Nadie, Ulises, en su camino hacia casa... Acércate al agua, y cúbrete, poco a poco hasta que la salada mar te cubra el ojo...

Así lo hace, lentamente, mientras el agua del Mediterráneo le cubre las sucias ropas...

— Ya veo... Veo el rostro de mi salvador... Ahora que he visto la luz del sol otra vez, quiero que me hagas un favor... Ayúdame a reunirme con mi padre... Ayúdame a sentarme al lado de Poseidon...

Sé lo que quiere. Saco a Stauros y apunto a su corazón, exactamente... Y justo después, el inerte cuerpo del último cíclope cae en la arena de la playa...


— Sayma, ya podemos navegar hacia la isla. Tendremos provisiones de sobre allí... Solo os pido una cosa, no toquéis su cuerpo, yo me encargaré de su entierro...

Pabman11, Redactor de Desde La Nevera