La casta de los intocables: Reload.

Day 1,320, 07:51 Published in Spain Spain by Askatasuna

Ha pasado más de un año desde aquel artículo que escribí con mi anterior perfil. Y su vigencia, a mi pesar, queda fuera de toda duda. Si el juego ha seguido toda una involución en su permanente huida hacia adelante, casi mes tras mes la sociedad española ha perseguido el mito del eterno retorno repitiendo patrones y esquemas. Y también personajes...

Habrá quien piense, y es legítimo pero erróneo, que muchas de mis críticas (y entre ellas, el artículo mencionado) estaban fundamentadas en alguna inquina personal. Los motivos que dieron origen a mis artículos siempre fueron dispares, pero el trasfondo de casi todos ellos siempre fueron las formas. Si tal o cual personaje me desagrada, es primero por el modo en que se maneja, antes incluso que por las acciones que lleva a cabo. Por eso, en su momento, me resultaba detestable y espantoso ver como los Himan o Durruti de la época se empleaban en el ejercicio del poder. Tales sujetos (y sus palmeros) nunca entendieron ni supieron separar el ámbito público del privado, aun siendo este el marco de un simple juego.

Al cabo del tiempo, el artículo en cuestión, le sirvió a uno de estos "señores" para dar nombre a la unidad militar que tuvo a bien fundar. Los motivos explicitados en la página de su perfil hablan mejor que cualquier cosa que yo pueda añadir. Para quien no lo sepa (que será la amplia mayoría), el susodicho "señor" se avino a mandarme un mensaje en el que pretendía mofarse de mí. Como si me importara lo que pudiera hacer o me quisiera decir... En fin, para ser esto un juego, hay quienes se toman demasiadas molestias en hacer que no lo parezca. Por no hablar de quienes adoptan determinados roles: Hay payasos con más sentido del ridículo...

En todo este tiempo, se han ido sucediendo los jugadores que han ido ocupando cargos de responsabilidad. Unos con más y otros con menos acierto; obvio. Pero el ambiente siempre ha estado impregnado de aquellos modos y formas que siempre critiqué (con honrosas excepciones). Ese es el legado de esos "grandes" y afamados erepublikanos españoles y no tales victorias o cuales derrotas. Nunca he estado por los aledaños del poder; cuando me acerqué me condenaron al ostracismo cual Socrates. Tiene su guasa paseando por aquí sus andares un tal Plato. La cuestión es que en esta mi segunda evida me he pasado más tiempo en el autoexilio (por lo que mi capacidad de escribir en la prensa se ha visto capitidisminuida), dado que me resultaban bastante desagradables según qué espectáculos a los que cabría de calificar en su mayoría de esperpentos.

Que se ha robado y esquilmado al estado nadie lo duda. Que los esfuerzos de muchos sólo han servido para engrosar el medallero de unos pocos, tampoco lo duda nadie. Que estos pocos han tratado como borregos adocenados al resto, es harto evidente. Que se ha intentado que todo pareciera lo mismo, que detrás de cada uno de nosotros habitaba uno de sus iguales, que la crítica y el insulto se asimilaran como la misma cosa... bastaría con tirar de hemeroteca. A día de hoy, hasta los comentarios de los feeds vienen plenos de las mismas referencias. Decidí incluso eliminar al Midas del sms erepublikano (qablo) por sus constantes referencias y guiños a los de siempre: Nunca estuve donde se me dejó patente que no me querían, ni tragué con lo que me desagradaba (ahí tienes tu razón nunca solicitada).

Algunos ya no están. Y otros se les han ido sumando. Yo he seguido a lo mío discretamente; no me siento responsable ni partícipe de la impúdica exhibición de las miserias de quienes siempre se consideraron intocables. Si al titular de tal modo jugué con la paradoja, asumo que la ehistoria me ha superado con creces. Nunca creí que diera para tanto. Muy probablemente cada cual tenga los seguidores que quiso. Espero que los míos se sientan respetados. Por mucho que esto sea un juego, la persona que soy siempre quiso tratar como a sus iguales a los personajes... Así nació todo.