Guía para discutir en el Congreso y sobre el Congreso

Day 3,515, 14:03 Published in Spain Spain by anaximenes

Discutimos mucho, mucho, mucho sobre el Congreso.

Eso es sano. Existen distintas visiones de cómo jugar a eR, algunas de ellas contrapuestas, por lo que la discusión es inevitable. Sin embargo, una sana y divertida discusión se convierte en algo aburrido y tedioso cuando se resume en rebatir una y otra vez las mismas falacias. En este artículo me gustaría aclarar algunos puntos que pueden mejorar nuestra convivencia:

PASO nº1: No confundas al Congreso con un partido político.

Se ha puesto de moda el enfrentamiento "Congreso VS Gobierno" y sobre él han corrido ríos de tinta, sin embargo, así planteada esta discusión no tiene sentido. Si bien el CP y su gobierno están apoyados por un partido, o por una coalición de partidos, el Congreso no. El Congreso está compuesto por varios partidos y por tanto no se expresa de manera unívoca.



En el Gobierno no hay discrepancias y si las hay son fácilmente solventables se hace lo que diga el CP y punto. Si un miembro del Gobierno expresa o hace algo con lo que el CP no está de acuerdo, es suficiente con que este lo desautorice. Así de sencillo.

En el Congreso casi todo son discrepancias. Sea cual sea el tema, habrá congresistas a favor y en contra. Por tanto, el Congreso es una institución y punto, un lugar en el que expresar esas discrepancias. No tiene opinión por si mismo. Aunque la mayoría se exprese en una determinada dirección, la institución no lo hace, incluso aunque todos los congresistas, unánimemente, se afirmen en una posición concreta, la institución no lo hace. Cada mes pueden cambiar los congresistas y por tanto las mayorías y las decisiones tomadas.

Atribuir alguna decisión, carencia, éxito o error al Congreso es como llamar ladrón al Gobierno de Octubre porque el de Febrero ha robado, una tontería. Los errores y aciertos son de cada Congresista, como mucho de cada partido. Es a ellos, a los congresistas concretos y a sus partidos, a los que hay que pedir responsabilidades por las decisiones tomadas o no tomadas. No al Congreso.

Paso nº2: Sé respetuoso y si moderas encárgate de que todo el mundo lo sea.



Este paso es muy sencillo aunque se aplica poco y ese es uno de los mayores problemas dentro y fuera del Congreso, una de las razones por las que los novatos huyen espantados tras una legislatura y los veteranos acabamos por cansarnos y marcharnos con la sensación de que no merece la pena. Lo ideal es que uno mismo sea capaz de moderarse y de expresar sus opiniones sin faltar al respeto a la otra parte. No es tan dificil, en serio.

Cuando alguien no consigue automoderarse, es la moderación quién debe tomar cartas en el asunto y cortar el intercambio de insultos, siendo firmes y tajantes. Si hablásemos del Foro Unificado la actuación de los moderadores daría para todo un artículo, pero de lo que hablamos aquí es del Congreso y ahí la moderación no es el staff del Unificado es la Mesa del Congreso.

En la práctica no existe moderación porque se ha caido en una dinámica estúpida por la que se requiere una denuncia para que se imponga una sanción. Eso no es moderar. Moderar es corregir el rumbo de un debate y sancionar razonablemente si es necesario, cuando alguien se ofusca y decide ignorar las advertencias que se le han dado. Quizás en algunos casos es necesario tomar medidas serias contra alguien que persiste en un comportamiento inadecuado y ahí si que tiene sentido que se tramite una denuncia antes de imponer las sanciones más graves, pero en el transcurso diario del debate no.

En el día a día, debe existir un policía, alguien que diga: "Hasta aquí". Por supuesto si ese policía se extralimita se le puede recusar y sancionar a su vez. No es tan difícil.

Por supuesto, llegados a este punto hay que hablar sobre la "disyuntiva del Congresista", un cruce de caminos al que toda Mesa del Congreso, congresista llano o ciudadano se ha enfrentado o se enfrentará alguna vez:



Paso nº3: Ante la duda, rígete por el imperativo categórico kantiano: "Obra de tal modo que la máxima de tu voluntad siempre pueda valer al mismo tiempo como principio de una legislación universal"

Dicho de otra forma, no podemos (ni queremos) tener en eR una legislación compleja que prevea todo los casos. Se podría argumentar que no podemos porque la mayoría no somos ilustres juristas, pero lo cierto es que no debemos porque esto no deja de ser un juego y tener una legislación demasiado exahustiva convierte el juego en un coñazo. No vamos a hacer empollar a nadie el equivalente al temario de una oposición para poder juzgar si se menosprecia o no cuando se cambia el nick de un jugador. Todos podemos ser razonables y justos en nuestras decisiones, si queremos, claro.

En esto no insito porque me parece perder el tiempo. Basta decir que las leyes no crecen si ante el argumento "Cambiad la ley" para un caso de abuso evidente, la respuesta es "No es necesario, porque se te puede castigar tal y como está". No se puede consentir que la triquiñuela o el abuso de los vacíos legales sean la tónica habitual. Siempre habrá vacíos y triquiñuelas, la solución es simple "NO CUELA" y eso no pasa por cambiar la ley sino por interpretarla de manera diferente.

Hasta aquí mi pequeña guía de discusión. Si lo veo neceario haré más entregas... o no. A lo mejor me canso de predicar en el desierto y me descargo el League of Legends o me compro un libro de italiano.