Cap. 1: La llegada al infierno - Parte 2/2

Day 2,806, 13:04 Published in Uruguay Brazil by Kariky

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No tengo ni idea de la extensión que tendrá esto, ya que la escribo en el momento, pero, me voy a encargar de que cada parte sea corta (porque lo escribo para que lo lean…, claro está).
Aviso que esta historia tiene varios temas un poco fuertes…, no recomiendo leerlo si son personas sensibles a dichos temas (no, no los voy a nombrar; así que ya se imaginan de qué va). Y, puede que la siga como no; vaya a saber.
No lo hago porque tenga tiempo libre; es porque necesito hacerlo, necesito despejarme con algo.

Partes:
Cap. 1: La llegada al infierno - Parte 1/2



Cap. 1: La llegada al infierno - Parte 2/2

Info. Narrador – Una voz aparentemente femenina. Voz de tono medio; suave.

Veamos…, estaba volviendo del liceo, cuando veo a un chico cruzar hacia la vereda de enfrente, e inmediatamente comienzo a perder el equilibrio y…
En ese instante, un dolor punzante es lo único que me viene a la mente; uno fuerte, demasiado.
_Me explota la cabeza…- dije, mientras seguía con mis dos manos a los costados de mis orejas.
No, mis recuerdos más recientes no pueden ser solamente esos, tiene que haber algo más, no, debe haber algo más.
Cierro con fuerza mis párpados, y pienso: “Tiene que haber una razón por la cual esté aquí; ¿cómo es posible que llegue a la idea de que debería estar en prisión?”.


“_No importa lo que diga su hija; los testigos afirman que ella no sólo sería sospechosa, sino que posiblemente el cerebro”.- dice despóticamente un hombre de voz media; aparentemente de autoridad.

“_¡Pe-pero..!. Es…, ¡es sólo una chica de dieciséis años!, ¡además ella ya le dijo todo!... “.- grita desaforada una mujer de mediana edad…, ¿mi… madre?.

“_Justamente por eso no se puede confiar en lo que ella dice”. –murmura suavemente mientras deja salir una mueca burlona.

Los diálogos vienen a mi cabeza entrecortados, todo está muy borroso, pero…, siento que si voy un poco más a fondo llegaré a la respuesta. Aunque…

“_¡AH!”.-
Largué un chillido durante un segundo. Las pupilas de mis ojos estaban totalmente dilatadas, y los oídos me zumbaban, sin contar que por un momento pensé que el corazón se me iba a escapar. Aparentemente esto era más fuerte que yo; debía detenerme, era inútil forzar lo que no quería salir. Y, dejé de intentar con la esperanza de que el tiempo me diese una mano.

“Volvamos a la realidad, Ruth”.- pensé, e inmediatamente empecé a ver a mis alrededores.

Sí, definitivamente esta habitación es de una casa antigua; no me cabía la menor duda. Pero, cuando fui a observar la puerta, noté que la misma estaba abierta, pero trancada con llave, impidiendo que la puerta se cerrase. ¿Acaso fue un error de quién la cerró?. No tenía ni idea, pero ponerme a contemplarlo tampoco me llevaría a ningún lado. Así que, me dispongo a tomar el pomo de la puerta con mi mano izquierda…

*GACHA~*
Escucho, y veo la perilla girar sin haberla tocado. Inconscientemente doy un paso atrás, y, antes de que pudiese reaccionar, escucho el ruido de la puerta moviéndose.

“_Ahhh, ¡la chica que faltaba!”.- gritó el joven que apareció detrás de la puerta.

“_HEEY, ¡está aquí!, ¡la encontré!”.- volvió a exclamar. Y, sin esperar ni al menos cuatro segundos, me miró, sonrió, y dijo:

“_¿Qué tal, preciosa?”.- y extendió su mano hacia donde yo estaba.
Estaba atónita, no me esperaba esto, así que, evidentemente sólo me le quedé mirándole.
Su apariencia no era nada del otro mundo; altura mediana (tal vez tendiendo más a alto), cabello desaliñado, castaño, ojos café (aunque parecía estar algo cansado), y ropa holgada.

“_¿Ah..?, ¿no?”.-
El chico, al ver mi reacción, mostró un rostro de desilusión; como un perro degollado pidiendo comida.

Al poco tiempo escucho varios pasos, hasta que una voz aniñada irrumpe en la habitación:

“_Yo también estaría asustada, más sabiendo lo que hace con esas manos”.- dice mientras deja escapar una risita.

Aparece una persona que parece ser un niño: estatura baja, ojos bien oscuros, ¿cabello.., corto? (francamente su gorra de alpaca no me dejaba verlo bien, pero parecía ser café el tinte del mismo), y a su vez llevaba una pequeña mochila marrón.

“_Aunque…” .- dice el pequeño, y comienza a inspeccionarme, hasta que se detiene, y dice emocionado:

“_¡Tienes un largo y hermoso cabello!, ¿no quieres cortártelo de casualidad?”.- me dice con brillos en sus ojos (probablemente esperando un afirmativo).

“_No comiences…”.- expresa con tono cansado el joven desaliñado, y lo agarra de su bufanda, tirándolo hacia atrás. Acto seguido se me acerca y me murmura:
“_Yo que tú me compraría un gorro y tendría el pelo lo más alejado de este renacuajo”.-

“_Lo dices porque tu cabello es como la mierda; ¡nadie quiere tocarlo porque hiede!. ¡No entiendo cómo alguien puede permitir que le toques con esa asquerosidad!”.- exclama el pequeño mientras intenta liberar su bufanda.

“_¡No hiede!, ¡sólo me da paja peinarlo!”.-

“_¡JA!,¿seguro?!.-

“_Además.., ¿para qué mierda lo voy a querer reluciente?, ¿para que vengas y me rapes y lo uses para vaya a saber qué retorcida mierda?.-

“_¡Cállate!, ¡ni para limpiarme el culo serviría!”.-

“_¿Es la del accidente?”.-

Se escucha una tercera voz; la misma no era grave, perso se notaba un aire “tenebroso” en la misma. De sólo escucharla me daban escalofríos.
Y, luego de un par de segundos, entra otro sujeto en la habitación, y camina dirigiéndose haca a mí, hasta que nos miramos frente a frente, con una separación menos de medio metro. Solamente bastó mirarlo directo a sus pupilas para hacer voltear mi mirada.
Él es alto, pelirrojo, de ojos oscuros y cara alargada. Su cabello no aparentaba ser corto ya que usaba una coleta (aunque desde mi perspectiva era difícil decirlo con seguridad). Pero, tuve poco rato para “inspeccionarlo”, ya que él vuelve a preguntar: “_¿Sabes quiénes somos?.-

“_¿Cómo?”.- digo confundida.., ¿se supone que debo conocerlos?.

El pelirrojo larga un suspiro, mientras que con su mano izquierda toca su cabeza, y, como si hubiese hecho una predicción dice:

“_Me parecía….; tu reacción ya era demasiado rara”.-

Una vez terminó de decir esas palabras, los otros dos chicos se sorprendieron, aunque su silencio no duró mucho.

“_¿Cómo?, ¿no sabes quiénes somos?”.- pregunta el desarreglado.

“_¿Vives en una burbuja o qué?”.- expresa el pequeño.

“_Vamos, iremos con el resto en la sala principal.”.- dice la tercera voz mientras se retira de la sala.

En serio…, ¿qué está pasando?.


Continuará.